Azucarera se lleva la producción de remolacha de la fábrica del Guadalete de Jerez a la zona norte

La compañía se reunirá con el comité de empresa y la Junta de Andalucía, que desconocen aún si el traslado es temporal o definitivo

El final del verano deja 400 parados más en Jerez, que encadena dos meses de subida

Imagen de una concentración de trabajadores a las puertas de la Azucarera del Guadalete en Jerez.
Imagen de una concentración de trabajadores a las puertas de la Azucarera del Guadalete en Jerez. / Vanesa Lobo

La azucarera del Guadalete, la única que se mantiene en funcionamiento en Andalucía, se quedará este año sin campaña remolachera, decisión que ha comunicado la compañía al comité de empresa y a la Junta de Andalucía, aunque sin precisar si el traslado de la producción de remolacha azucarera de Jerez a Zamora tendrá carácter temporal o definitivo.

El anuncio ha generado gran incertidumbre entre los trabajadores de la planta jerezana, también en el comité de empresa, al que ha cogido por sorpresa una decisión sobre la que confían en recibir información más detallada de los planes de la compañía sobre el futuro de la fábrica del Guadalete en las próximas horas por parte de la dirección de Azucarera, que de momento no ha convocado aún a la representación de los trabajadores.

Y es que al margen del riesgo de desaparición del cultivo en Andalucía, en caso de que el traslado de la producción a Zamora sea definitivo, fuentes sindicales apuntan que la fábrica de Jerez perdería la molturación de remolacha azucarera, para mantener únicamente el refino de azúcar de caña importada de terceros países, lo que podría provocar a una reducción de su actual plantilla de más de 200 trabajadores a la mitad o más, pocos meses después de la reestructuración y reducción de empleo llevada a cabo por AB Azucarera Iberia en España de la que la planta jerezana salió bien parada.

Una "mala noticia" para la Junta

Tras conocer la decisión de la compañía, que ha calificado de una “mala noticia”, el consejero andaluz de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco, ha ha citado a la empresa a una reunión la próxima semana para aclarar si se trata de una decisión “coyuntural”, que solo afectaría, por tanto, a la próxima campaña, “y no de algo estructural”, que tendría graves consecuencias sobre la actividad industrial, el empleo y la continuidad del cultivo de la remolacha en la zona sur.

“Tenemos poca información y el objetivo cuando nos sentemos la semana que viene con la empresa es que esa decisión no la termine pagando el agricultor de remolacha”, ha explicado el titular de Agricultura a preguntas de los medios de comunicación antes de participar en un foro sobre producción del olivar en Mengíbar (Jaén), donde ha asegurado que en dicha reunión tratarán de ver la forma en que la Junta "puede contribuir para redirigir esa decisión".

"Vamos a ver qué información tenemos, qué margen de maniobra nos queda y, desde luego, yo creo que cualquier agricultor que se encuentra en apuros en Andalucía sabe que la Junta no lo va a dejar tirado, pase lo que pase", ha indicado Fernández-Pacheco, quien ha abundado en que "el objetivo -de la reunión- tiene que ser, desde luego, que esa decisión empresarial no la acabe pagando el agricultor de remolacha de Cádiz".

Mazazo tras el ERE

La fábrica jerezana apenas se vio afectada por el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado el pasado mes de mayo por Azucarera para el despido de 251 trabajadores en España y que se saldó con la extinción de los contratos de 9 empleados de esta planta. Del mismo modo, la compañía procedió al cese de la actividad y cierre de la fábrica de La Bañeza (León).

La empresa trasladó entonces su intención de concentrar la producción de la zona norte en la fábrica de Toro (Zamora), manteniendo la de la zona sur en la planta de Jerez.

La puntilla para la remolacha

COAG ha mostrado su rechazo a la pérdida de la molturación de remolacha en la fábrica de Jerez en 2026, decisión que califica de "auténtico desastre para el sector y para las comarcas productoras de Cádiz y Sevilla, donde este cultivo ha sido tradicionalmente un motor económico y social".

El responsable de remolacha de COAG Andalucía, Diego Bellido, advierte en una nota de prensa de la desaparición de la remolacha por esta medida, cultivo sembrado la pasada campaña en unas 6.000 hectáreas en Andalucía, de las cuales 3.600 correspondieron a Cádiz y 2.200 a Sevilla, una cifra "muy lejos" de las 9.000 o 10.000 hectáreas de años anteriores.

La caída de los precios ofrecidos por la industria "desincentivó a muchos agricultores a sembrar", a lo que se añadieron unas condiciones climáticas adversas y la incidencia de enfermedades y plagas.

"El resultado fue una campaña ruinosa, con rendimientos muy bajos", en la que en las parcelas de riego a pie apenas se alcanzaron entre 50 y 60 toneladas por hectárea, cuando en campañas anteriores muchas superaban las 100.

"La remolacha fue, junto con el algodón, uno de los cultivos que impulsaron el despegue económico de nuestras localidades. Hoy, sin embargo, hablamos de un cultivo residual, sin relevo generacional y sin planificación industrial. Con el cierre -de la molturación-de la fábrica de Jerez, el futuro de la remolacha en Andalucía queda sentenciado", añade Bellido.

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