El Barroco en la Cartuja de Jerez

Academia Hoy

La Academia San Dionisio iniciará este martes, 25 de noviembre, hasta el 11 de diciembre, una nueva edición del ciclo 'Jerez. Siempre' con la conferencia de José Manuel Moreno Arana

'Jerez, Siempre', un ciclo que hace futuro

José Manuel Moreno Arana.
José Manuel Moreno Arana.

La Academia San Dionisio de Jerez albergará este martes, 25 de noviembre, a las 19,30 horas, la primera conferencia del ciclo 'Jerez, Siempre', dedicado en esta nueva edición a la Cartuja. Será con José Manuel Moreno Arana, que además tomará posesión como académico correspondiente y ofrecerá la conferencia 'El Barroco en la Cartuja'. Su presentación estará a cargo del académico de número Javier J. López de Eguileta. La entrada será libre acceso hasta completar el aforo.

"Un conjunto monumental como el Monasterio de la Cartuja de Nuestra Señora de la Defensión, con su amplia historia de cinco siglos y medio, permite ser abordado desde distintos enfoques. Por ello, en esta ocasión hemos optado por centrarnos en uno de los sucesivos estilos artísticos presentes en él. Nos referimos al Barroco, cuya huella dentro de los muros cartujanos trasciende cualquier límite espacial y temporal. Espacial, porque además de que la importancia de parte de las obras arquitectónicas, pictóricas o escultóricas vinculadas a esta etapa del arte supera con creces los estrechos límites locales, las circunstancias vividas por el edificio a lo largo de los últimos siglos han llevado a la dispersión de su patrimonio mueble. Y temporal, porque más allá de incluir dos siglos diferentes, XVII y XVIII, cada uno de una entidad y características diferenciadas, existe un barroco creado ex profeso para el monasterio y otro ajeno en su origen a los cartujos jerezanos e incorporado ya en el siglo XX tras la vuelta de los monjes.

Resulta necesario, pues, abordar la complejidad del tema distinguiendo entre realidades diversas.

De este modo, puede hablarse, en primer lugar, de un barrocopresente”, el que subsiste en el lugar para el que fue ideado, fundamentalmente, elementos arquitectónicos, como los añadidos por Fray Pedro del Piñar en el Seiscientos o los menos conocidos del Setecientos; o como los pocos retablos y esculturas que fueron recuperados tras el desmantelamiento y destrucción de la Edad Contemporánea.

Asimismo, hay un barroco “ausente”, el que salió, se perdió o destruyó desde el siglo XIX y que, en el mejor de los casos, se encuentra repartido por todo el mundo, como esos grandes hitos que fueron las célebres pinturas de Francisco de Zurbarán, pero también de la espléndida colección de esculturas de José de Arce que hoy se halla en la Catedral de Jerez.

Por último, existe un barroco “adquirido”, el que sustituyó a las grandes pérdidas ocasionadas por la Desamortización de Mendizábal y con la que se intentó recuperar, precisamente, el aspecto previo al abandono decimonónico de los espacios del interior monástico, dominado por la estética de este estilo. Una apuesta denodada, frente al largo descrédito que sufrió el arte barroco desde el Neoclasicismo y los intentos, por fortuna, fallidos de reducir su presencia en el monumento. A este apartado corresponde la llegada del grupo de retablos de la Merced de Sanlúcar, de Juan de Oviedo El Mozo, o el Sagrario de la Cartuja de Sevilla, de Bernardo Simón de Pineda".

stats