Discapacidad

Una campaña contra la tetraplejia

  • La Asociación Aspaym Cádiz estuvo el pasado viernes en Piscinas Jerez para continuar con su campaña de concienciación y prevención de riesgos en piscinas, playas y ríos

Campaña de concienciación de Aspaym Cádiz en Piscinas Jerez este pasado viernes.

Campaña de concienciación de Aspaym Cádiz en Piscinas Jerez este pasado viernes. / Miguel Ángel González

“¿Sabías que las zambullidas son la causa del 6% de las lesiones medulares en España?”. Es la primera advertencia que realiza Aspaym Cádiz -tras el último análisis realizado por la propia asociación- en los trípticos repartidos en la campaña que están llevando a cabo este verano en toda la provincia.

Aspaym (Asociación de personas con lesión medular y otras discapacidades físicas) actúa en todo el panorama nacional a partir de su fundación en el hospital de tetrapléjicos de Toledo y, a raíz de ahí, se ha divido en provincias aumentando su actuación por toda España. En la provincia de Cádiz nació hace 2 años y ya la componen 50 personas entre usuarios y voluntarios.

En verano continúan con su incansable trabajo y este pasado viernes, durante todo el día, la asociación se encontraba en Piscinas Jerez realizando labores de concienciación a los más jóvenes sobre los riesgos que conlleva zambullirse de forma errónea en el agua, ya sea en la playa, piscina o incluso en lagos o ríos, bajo el lema de ‘Tírate con cabeza’.

Mediante una entrega de trípticos que ellos mismos han financiado, “a pesar de no tener apenas recursos”, según afirman desde la propia asociación, han promovido una actividad de concienciación sobre cómo se debe tirar una persona en el agua, teniendo en cuenta el dato anteriormente mencionado. “Una mala entrada en el agua, ya sea a poca o mucha profundidad, puede provocar daños irreversibles en una persona”, explicaba María, trabajadora social de esta asociación que se encontraba en Piscinas Jerez. El peligro es igual si el lugar tiene mucha profundidad o no, ya que si tiene poca “existe la posibilidad de que puedas golpear la cabeza contra el fondo, rocas o con la propia superficie del agua”, señalan. Si la profundidad es mayor el peligro también aumenta, “debido a que no puedes llegar a ver lo que hay en el fondo”.

María explicó a los jóvenes que participan en el campamento de verano de esta conocida piscina jerezana que “se debe entrar al agua de cabeza con los brazos estirados en triángulo. De esta forma, las manos abren el agua y el impacto de la cabeza con la superficie es prácticamente nulo”. No son pocas las personas que en verano se lanzan de cabeza al mar desde grandes alturas. A mayor altura, más se endurece la superficie del agua y una entrada de cabeza podría provocar enormes daños a la persona, pudiendo quedar tetrapléjica incluso.

Cuando los niños, con edades comprendidas entre los 3 y 15 años, comprobaron como podían quedar con una mala caída en el agua, a través de una explicación práctica de lo que supone la lesión medular, “quedaron totalmente concienciados. Cuando les pregunté cómo había que tirarse al agua, desde el primer momento, todos me pusieron los brazos extendidos hacia delante, protegiéndose así el cuello y la cabeza en un supuesto chapuzón”, dice María.

Aspaym, tras las primeras actuaciones en diferentes piscinas, pretende continuar con esta labor en la playa, donde uno de sus usuarios es buen conocedor del peligro que conlleva la misma. Se trata de Sergio, un gaditano que se quedó tetrapléjico en el mar. Sergio se metió bajo de una ola y no sabía que había un montículo de arena. Su cabeza impactó con ella y le dejó automáticamente en silla de ruedas. “En las playas hay muchos fallecidos y casi nunca se conocen los motivos ¿Quién sabe si se han ahogado o no?”, se pregunta María. “Seguramente muchos de esos ahogamientos sean provocados por los mismos motivos que intentamos evitar en esta asociación”.

Disfrutando en Piscinas Jerez se encontraba también Celu, o SuperCelu, como muchos lo conocen por redes sociales. Un chico de tan sólo 15 años, usuario también de Aspaym, que hace dos años estaba postrado en silla de ruedas -debido a una extraña enfermedad- y ahora anda solo. Todo ello, según cuenta él mismo, “gracias al karate”. En este caso, un gran ejemplo de superación que ayuda a la asociación en otras facetas.

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