El circuito recauda más por venta de entradas pero baja en alquileres
Los números del trazado de velocidad
Cirjesa aprueba al fin sus cuentas de 2014 y 2015. El gobierno justifica parte de las pérdidas por la 'Superbikes' cuando hace un año aseguró que su coste sería asumido por el organizador.
El circuito, desde el punto de vista mercantil, ya está al día. Ayer su consejo de administración dio luz verde a las cuentas de 2014 y de 2015, unos cierres contables que se habían atascado durante meses por una controversia técnica que acabó derivando en una confrontación política entre los anteriores gestores del trazado, el PP, y los actuales, el PSOE. Finalmente la liquidación de ambos ejercicios salieron adelante con el voto en contra del PP mientras que Ciudadanos se abstuvo en la de 2014.
El resumen de los números ya se conoce desde la pasada semana. Cirjesa cerró 2014 con unas pérdida de 1,4 millones mientras que en 2015 los números rojos fueron de 2,1 millones. Eso sí, el cierre de dos años consecutivos en pérdidas no ocasionará la disolución automática de Cirjesa ya que, según un informe de la Intervención Municipal, este caso no está dentro de los supuestos que marca la ley.
Ahora bien, ¿a qué se deben estas pérdidas? Desde que a mediados de 2012 Cirjesa recuperara la explotación directa de las instalaciones, el trazado ha logrado mejorar sus ingresos año a año. Así de los 2,9 millones facturados solo en venta de entradas en 2013 se ha pasado a más de 3,5 millones en 2015, convirtiéndose en la principal vía de financiación a día de hoy. Sin embargo, durante el pasado año se produjo una bajada en los arrendamientos de las pistas pasándose de los 3,4 millones de 2014 a 2,7 millones y traduciéndose en una disminución del número de días de ocupación de las instalaciones -de los 270 días registrados en 2014 se pasó a 255, según se recoge en la memoria de actividades de ambos ejercicios-.
Por contra, Cirjesa empezó a contabilizar los ingresos obtenidos por los patrocinios de la Capitalidad Mundial del Motociclismo, concretamente algo más de un millón de euros aportados por las cinco firmas adheridas al evento hasta ahora. Eso sí, a esta cuantía hay que restarle los gastos ocasionados por los actos vinculados a este evento y que, según las cuentas, ascendieron a 538.000 euros, según lo detallado en la liquidación aprobada ayer.
En el apartado de los gastos, entre 2014 y 2015 aumentaron los pagos por cánones para la celebración de pruebas deportivas (Moto GP, Superbikes y World Series by Renault) en unos 200.000 euros situándose así en los 3,7 millones. Sin embargo, el ejecutivo local achacó el grueso de los números rojos a la prueba de Superbikes, que, además de deficitaria, no ha generado el respaldo de público previsto inicialmente justificando así que haya decidido que esta prueba no vuelva a celebrarse en Jerez mientras se encuentre un patrocinador que la sufrague -por el momento, en el calendario provisional del año próximo se ha caído la cita jerezana-. Esto contrasta con lo dicho por la alcaldesa, Mamen Sánchez, y por el edil de Economía, Santiago Galván, hace más de un año que aseguró que Dorna, la empresa propietaria de los derechos de esta competición, iba a asumir este coste ante la "falta de patrocinios". No obstante, en las cuentas aprobadas ayer también se vieron incrementados otros gastos tales como los servicios de seguridad, cronometraje, derechos federativos y publicidad, entre otros.
El vicepresidente de Cirjesa y edil de Economía señaló que el plan del ejecutivo local para reequilibrar la situación financiera de la sociedad pasa por evitar "pruebas deficitarias". En cuanto a la Capitalidad Mundial del Motociclismo, y a pesar de las dudas iniciales del actual ejecutivo a este proyecto, Galván afirmó que se continuará trabajando en ella dándole un "impulso" a lo largo de 2017, último año de vigencia de esta designación dada por la FIM (Federación Internacional de Motociclismo) a Jerez dada su vinculación histórica con este deporte.
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