Los colectivos ciclistas apoyan el uso del casco en la ciudad

Hace tan solo unos días, este medio se hacía eco de la nueva reforma que el Ministerio del Interior incluirá en el Reglamento General de Circulación, que obliga, entre otras medidas que aún no se conocen en su totalidad, al uso del casco en las vías urbanas cuando se viaje en bicicleta. Hasta ahora, el uso de la protección estaba regulado solo por las vías interurbanas. Entre las otra normas que va a recoger la ampliación del texto se baraja limitar la circulación de estos vehículos en las aceras, salvo en los llamados carriles-bici. Como no podía ser de otra forma, esta renovación del código ha servido la polémica entre los usuarios de este medio de transporte.

La mayoría de opiniones vertidas en contra de esta medida se escudan en el hecho de que la excesiva regulación va a llevar a que se deje de utilizar uno de los medios de transporte más económicos, sanos y ecológicos. Los colectivos ciclistas consultados por este medio coinciden sin excepción en lo positivo que supone la utilización del casco. El presidente de la Federación Andaluza de Ciclismo, Manuel Rodríguez, declaraba a este diario que "todo lo que se legisle a favor de la seguridad es poco. Me consta que no es una medida popular, sobre todo por el desembolso económico que supone tal y como está la situación hoy día. Pero hay que tener en cuenta que cuando un ciclista se cae, por el cualquier tipo de golpe, las partes del cuerpo que reciben el golpe son la cabeza y la clavícula, con el peligro añadido de caer sobre un bordillo, que se multiplicaría los daños".

En la misma línea de pensamiento se encontraban el presidente del club deportivo 'Los Topabajo' Mountain Bike, José Antonio Moreno, y el del club deportivo Mountain Bike Sport Center, Jesús Diaz. Este último, aunque señalaba que de esta forma "seguro que se salvará alguna vida", resaltaba una de las cuestiones más criticadas por los colectivos y usuarios de las bicicletas, el hecho que esta iniciativa "se imponga como medida recaudatoria por parte de los estamentos públicos".

Ante esta cuestión recaudatoria, la Federación Andaluza de Ciclismo, a través de su presidente, señalaba otro aspecto que le parecía más importante, el por qué "no se nos ha consultado a las federaciones ni a los propios usuarios antes de ampliar el Reglamento General de Circulación". Manuel Rodríguez se refería, sobre todo, a la cuestión sobre la circulación por las aceras de la ciudad, que se pretende limitar si no es por los carriles-bici. El ciclista mencionaba cómo "entonces, el primer aspecto del que hay que hablar, ya que no está recogido por el código, es si se considera a la bicicleta como un vehículo o no. En caso positivo habría no solo que prohibir su uso por la acera, sino que conllevaría a otras consideraciones y deberes como, por ejemplo, la obligación de sacarse un seguro de Responsabilidad Civil para poder circular. En el otro lado, si fuera definido como un objeto con ruedas que circula por la vía urbana, como un carrito de niño pequeño, no valdría esa medida. El debate es muy amplio y aún nadie se ha sentado a hablar con nosotros".

En el caso de que la bicicleta fuera considerada un vehículo y esta definición llevara a la adquisición de un seguro, el presidente encuentra otro aspecto positivo en esta medida, como sería "la regulación y el control municipal de las bicis. Desde hace unos años se están produciendo varios robos de estos medios de transporte en la ciudad y al no estar matriculados, no hay forma de denunciar ni dar con el ladrón. También, en el caso que se llegara a legislar en esta dirección, los Ayuntamientos tendrían que asumir la responsabilidad de condicionar las ciudades para el uso de este nuevo vehículo".

Este acondicionamiento es, precisamente, el que indigna a José Antonio Moreno. El presidente de 'Los Topabajo' se quejaba de que "en España se legisla, y luego se actúa en consideración. Que me digan a mí, si obligan a circular solo y exclusivamente por los carriles-bici, por dónde cogemos cuando vayamos por la calle Honda, o la calle Porvera. Esta nueva medida puede tener un efecto positivo en ciudades como Sevilla, que tiene un sistema de carriles-bici envidiable, pero en nuestra ciudad los viandantes aún no han aprendido ni a respetar a los ciclistas que sí recorren las aceras por sus carriles". Habrá que esperar, de todas formas, a la publicación del texto definitivo con las normas y modificaciones oficiales recogidas en el Reglamento General de Circulación para dar voz a un debate que se antoja agitado.