Los niños del colegio Poeta Carlos Álvarez volverán el jueves a clase

Los alumnos del colegio público Poeta Carlos Álvarez, situado en la barriada de Cerrofruto, podrán volver el próximo jueves a clase después de que, debido a una plaga de ratas, el pasado jueves tuviera que interrumpirse la actividad en el centro hasta que no se tomaran las medidas pertinentes.

Tras una primera intervención el mismo jueves, en la que fueron introducidas bolsas de veneno en el interior hueco de los árboles y luego tapados con arena, la presidenta de la Asociación de Padres de Alumnos (Ampa), Dolores Rosado, explicó ayer que "los operarios municipales de Medio Ambiente han venido otra vez a primera hora de esta mañana y como no nos fiábamos de lo que habían hecho el día anterior, al final han cortado los árboles".

Hay que decir que el origen de esta plaga de ratas se encuentra, según explicaron los afectados, en un solar que hay junto al centro donde se está edificando una iglesia evangélica. Este solar ha permanecido con los cimientos al descubierto durante todo el verano, por lo que la proliferación de ratas ha sido cada vez mayor.

Dolores Rosado señaló que "fundamentalmente hay tres zonas infestadas por las ratas: la de los árboles, que ya han sido arrancados, un muro colindante con el solar, que es de hormigón hueco y los cimientos en el propio solar. Una vez que han arrancado los árboles lo que ha salido de allí ha sido increíble y ahora también están arreglando el muro". La zona de los árboles incluso fue acotada y en cuanto al solar colindante con el colegio, la presidenta del Ampa señaló que "la empresa constructora lo está limpiando y está echando sub-base, a la espera de que o bien ellos mismos o bien Urbanismo lo cierren con hormigón, porque eso abierto no se puede quedar".

Hay que decir que desde principios de curso el personal del centro ya detectó la presencia de roedores en el colegio y como el problema, lejos de disminuir, cada vez iba a más y de hecho, incluso algunos de los niños llegaron a alimentar a los roedores con parte de su desayuno. La directora del colegio, María del Mar Rodríguez, dio aviso a la delegación municipal de Medio Ambiente. Cuando los operarios llegaron el jueves se dieron cuenta de que el problema era bastante más grave que poner unas bolsas de veneno para tres o cuatro ratas, sino que se trataba de una auténtica plaga. Así las cosas, el Ampa decidió sobre la marcha que los niños no podían asistir a clase en esas condiciones y como no hubo tiempo para avisarlos, el jueves por la mañana a primera hora, coincidiendo con la entrada al colegio, se fue informando de la situación a los padres que aún no lo sabían.

El próximo puente de la Hispanidad también será aprovechado para concluir los trabajos de desratización, con el objeto de que los niños puedan volver a clase el próximo jueves con normalidad. Los padres irán el martes para comprobar que todo está en orden y si es así, el jueves se reanudará la actividad docente.