Conflicto en San José Obrero

"Al Ayuntamiento no le importa dejar a quince familias sin aire y sin luz"

Interior de una vivienda afectada por la nueva urbanización, con la ventana prácticamente tapada por un muro.

Interior de una vivienda afectada por la nueva urbanización, con la ventana prácticamente tapada por un muro. / Cedida

Hace unos días, el gobierno local ponía en valor la ejecución de las obras de los aparcamientos ubicados en San José Obrero, a la altura de Ermita de Cuatrovitas. Se trata de una actuación que contempla 137 nuevas plazas de aparcamiento que “cumple el compromiso adquirido por la alcaldesa, Mamen Sánchez, con los colectivos vecinales de San José Obrero”, manifestó durante la visita a la barriada el teniente de alcaldesa de Urbanismo José Antonio Díaz.

"Qué bonito le ha quedado al delegado de Urbanismo hacerse la foto delante de lo que se han considerado puertas 'ilegales' en San José Obrero. Ahora eso no importa, al contrario, festeja con estos vecinos lo bien que le van a quedar sus puertas directamente al aparcamiento", denuncian los vecinos de Santa Catalina, afectados por las obras de una nueva urbanización. 

"Se han guardado muy bien de que no aparezcan en las fotos el resto de puertas que están tapadas con un muro eso no quedaría muy estético y menos cuando las elecciones están tan cerca. Pero claro, no importa. Lo que se estaba vendiendo es que se va a hacer un aparcamiento fabuloso. Un aparcamiento que no se sabe muy bien a quién beneficia, bueno sí, a estos cuantos vecinos a los que no le van a cerrar su puertas 'ilegales' y a los que se están haciendo las nuevas unifamiliares", critican los afectados. 

Cabe recordar que un grupo de vecinos de Santa Catalina denunciaron hace meses que tras vender el Ayuntamiento una parcela aledaña a sus casas, les obliga a cerrar las ventanas y puertas que tienen justo en ese lado. Se trata de ventanas y puertas que abrieron hace años aprovechando que el terreno al que daban estaba baldío y sobre las que, según argumentan desde el inicio, hasta ahora nunca le habían advertido de su ilegalidad. A medida que la nueva obra ha ido avanzando, las ventanas y puertas de estas viviendas han quedado prácticamente tapiadas.

"Lo más lógico es que el aparcamiento se hubiera hecho cerca del colegio, pero no, se ha hecho al final de la calle, así que los que quieran recoger a sus hijos tendrán que dejar el coche en la otra punta. No parece más que a los que se han comprado las nuevas casas les están haciendo la calle a su medida", denuncian estos vecinos. 

"Supuestamente tienen licencia hasta para trabajar los festivos así que aquí nadie duerme desde la claras del día escuchando el ruido de la obra. No importa que hayan dejado a quince familias emparedadas detrás, sin aire y sin luz. Pero el delegado de Urbanismo celebra a 10 metros de esa misma ventana (prácticamente cerrada por un muro) el fantástico aparcamiento y hace oídos sordos a este problema", añaden los denunciantes. 

El colectivo vecinal afectado por la urbanización lamenta que "ya cuando vienen de visita al barrio no cuentan ni con la presidenta de la asociación La Prosperidad, que lleva más de 40 años luchando para que se hagan este tipo de cosas en el barrio. Ya no la invitan porque se pronunció a favor de estos vecinos a los que se les ha puesto el muro y una demanda. Se supone que los que gobiernan en el Ayuntamiento trabajan para el pueblo, no para una parte".

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