Coronavirus Jerez

Los contratos de marzo preludian el batacazo laboral jerezano

  • La contratación se hunde por encima del 23% interanual con apenas 6.756 altas pese a que el estado de alarma se decretó a mitad de mes

  • El sector servicios y la industria, los más afectados por la caída de marzo

Trabajadores reparan el cartel de Ikea en el centro comercial Luz Shopping.

Trabajadores reparan el cartel de Ikea en el centro comercial Luz Shopping. / Pascual

En lo peor de la anterior crisis económica, la actividad económica y el empleo fueron desangrándose poco a poco, hasta tocar fondo en 2013, cinco años después del estallido de la burbuja. Por entonces, el municipio jerezano firmó su peor año de la contratación, que se tradujo en marzo en el suelo de 5.297 altas laborales.

Seis años después, el coronavirus pasa como un ciclón por el mercado laboral jerezano, para arrasarlo en las primeras semanas de aplicación del estado de alarma, la segunda quincena de marzo en la que se lleva por delante la práctica totalidad del empleo recuperado desde entonces.

Al cierre de marzo, y hay que insistir en que hasta mitad de mes todo discurrió con normalidad, la contratación en Jerez se hundió por encima del 23% en términos interanuales –la caída mensual respecto a febrero, el peor mes de siempre para el empleo en la ciudad, supera el 25%–, con apenas 6.756 altas, el tercer peor registro de la serie histórica . Y lo peor está aún por llegar, según vaticinan los expertos, agentes económicos y sociales, políticos... y cualquiera que tenga dos dedos de frente.

Pintan bastos, más aún si se tiene en cuenta que el dato de marzo de 2019 no fue nada del otro mundo -8.886 contratos frente a los cerca de 9.500 y los más de 10.000 de los años anteriores–, lo que hacía pensar que en el presente ejercicio, con la Semana Santa de por medio, se superaría sin problemas.

El año pasado en marzo, sin el aporte de Semana Santa, se rozaron las 8.900 contrataciones

Nada más lejos de la realidad. La pandemia del Covid-19 se ha encargado de ello, y por el número de ERTE y trabajadores afectados en la ciudad, así como por la paralización de toda actividad no esencial cuando la curva del coronoavirus no paraba de crecer, en abril se avecina el desastre.

De momento, los datos de marzo reflejan un considerable descenso de la actividad en el sector servicios –cabe recordar que hostelería y turismo son los principales afectados por los expedientes de regulación de empleo–, al que corresponden 4.712 de los contratos suscritos en el último mes y el 25,26% menos que los registrados un año antes por las mismas fechas.

La caída es generalizada entre todos los sectores productivos, incluida la agricultura, que ni siquiera se salva pese a estar considerada actividad esencial por la necesidad de garantizar el abastecimiento de alimentos a la población durante el confinamiento. El sector agrícola finaliza el mes con 1.080 contrataciones y cerca del 7% de descenso interanual.

La construcción, que mantuvo la actividad en las primeras semanas de reclusión en casa –última quincena de marzo– salda el mes con 752 altas laborales, que en su caso se traduce en una bajada del 6,35%.

La crisis del coronavirus acelera la deriva industrial de Jerez, con una caída de la contratación en el sector de las chimeneas del 17,4% y 460 altas laborales en su haber. Curiosamente, en febrero aún se firmaron menos contratos en la industria, en concreto 425, situación que también se dio en la agricultura, con ocho contrataciones más en marzo.

Por tipo de contratos, cabe destacar que en marzo –se entiende que la mayoría corresponden a la primera mitad del mes– se firmaron 313 contratos indefinidos, que no llegan al 5% del total, en el que barren las altas temporales con 6.443.

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