Las cuentas de los viticultores

Bodegas

La uva y el mosto se revalorizan más de un 40% ante la escasez de materia prima · Tras años de precios ruinosos, los productores del Marco se ven espoleados por la merma de cosecha y la falta de vino mundial

Las cuentas de los viticultores
Las cuentas de los viticultores
Á. Espejo / Jerez

04 de octubre 2012 - 01:00

El sector productor del Marco de Jerez, fundamentalmente las cooperativas, han pasado a tener una posición de fuerza tras la escasez de cosecha de la última vendimia. La merma de producción de casi el 30% por la sequía ha dejado a más de una bodega en situación delicada para reponer sus existencias, coyuntura que ha tenido un efecto directo sobre el precio de la materia prima, en particular en la bota de mosto, que según fuentes del sector ha pasado de cotizar la campaña anterior a 35.000 pesetas (poco más de 210 euros) a 50.000 pesetas (300 euros), lo que supone un incremento del 42%.

Mientras los viñistas han colocado esta vendimia toda la uva a precios por encima incluso de los fijados en los acuerdos previos de entrega, las firmas bodegueras que se han quedado descolgadas por carecer de contratos de entrega de uva sólo pueden recurrir a los mostos de las cooperativas, por los que también se han interesado operadores de fuera del Marco y del país, entre ellos un italiano que, según las mismas fuentes, ha comprado vino del año por encima de los 300 euros y en metálico.

En el caso de la uva, los viticultores explican que la principal bodega compradora, cuyos contratos a tres años (el primero a 45 pesetas el kilo, el segundo a 50 y el último a 55) han servido de referencia al sector comercializador, ha llegado a pagar un 33% sobre el precio de referencia de la primera campaña (60 pesetas) y el doble casi que en la vendimia anterior, lo que ha provocado la indignación de los productores con contrato con otras firmas del Marco que se han ceñido al precio acordado.

Otro año de sequía sería grave para las bodegas, que tendrían problemas para atender compromisos de ventas, pero los viticultores que finalizan este año contrato abrazan la oportunidad de jugar en el mercado por la escasez mundial de vino para recuperar parte de lo perdido en los muchos años que arrastran con precios por debajo del umbral de rentabilidad de la viña.

Las bodegas, a título individual o colectivo, empiezan a moverse para buscar soluciones, entre las que figura la plantación de más viñedo para compensar la merma de un tercio de la superficie provocada por los abandonos y los arranques voluntarios financiados por la Unión Europea.

Pese al interés creciente por aumentar la superficie de viñedo, del que este año únicamente han entrado en producción unas 7.000 hectáreas frente a las poco más de 10.000 que había antes de los arranques, la decisión final corresponde al pleno del Consejo Regulador, y según las fuentes consultadas por este medio, los viticultores no están dispuestos a ceder para volver a la situación ruinosa de años atrás.

Más bien lo contrario. Los productores son partidarios de consolidar el equilibrio alcanzado entre producción y ventas, siempre que la sequía no haga estragos en la cosecha y que se estabilicen las ventas de vino de Jerez, cuyas últimas estadísticas, hasta agosto, arrojaban una caída del 4%, esta vez por el derrumbe del mercado alemán.

Los viveros, por si acaso, han vuelto a hacer acopio de plantas (cepas injertadas con la uva palomino), de las que carecían en los últimos años por falta de demanda. Pero las ayudas comunitaria a la plantación de viñedo, por la vía de reestructuración, también concluyen este año, por lo que será otro handicap a tener en cuenta.

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