"Me dejaron sin un duro, estoy a base de psicólogos"

Los primeros veinte afectados por la estafa de la 'operación Hamelín' explican en la sección octava de la Audiencia Provincial cómo fueron engañados por los acusados

"Me dejaron sin un duro, estoy a base de psicólogos"
Jorge Miró / Jerez

25 de noviembre 2009 - 01:00

"Nos dejaron sin un duro, a mí y a mi madre. De vez en cuando me llamaban y me decían que el dinero se me devolvería, pero nada. Llevo un año a base de psicólogos". Son parte de las declaraciones de Josefa V. R., una de los 20 testigos que ayer pasaron por la sección octava de la Audiencia Provincial de Jerez para explicar cómo fueron engañados por los imputados en la 'operación Hamelín', la mayor estafa producida en nuestra ciudad mediante la venta de coches e inmuebles de lujo que casi nunca acababan en manos de sus compradores.

Una muestra de la importancia de esta estafa es que nada más que estos 20 testigos que pasaron ayer por la Audiencia reclaman cantidades cercanas a los tres millones de euros, de los ocho que en total se apropiaron supuestamente Miguel Bohórquez y Domingo Gallegos de la Calle, cabecillas de la trama, junto con otras cuatro personas más imputadas y socios de la empresa MBDG Economist Agency.

Josefa, que declaró visiblemente nerviosa y apesadumbrada, señaló que contactó con Miguel Bohórquez a través de un amigo de su marido, Antonio J. B., y que Bohórquez le mostró un catálogo "para que pudiera elegir el piso que más me gustara". "Me lo puso muy bonito", señaló. Tras decantarse por una finca situada en el Pinar de la Almadraba, en Rota, afirma que tras un primer pago de 80.000 euros en febrero de 2006 -de los 104.800 que invirtió-, Bohórquez "me juró" que el piso se lo entregarían "en un plazo de 180 días". Joséfa señala que la firma de este contrato la realizó con Bohórquez, pero que "Domingo Gallegos de la Calle "también estaba implicado".

Pero llegaron los meses y Josefa no vio ni su piso, ni el dinero, a pesar de que después de varios contactos telefónicos "me decían que el dinero se me devolvería". Para Josefa, "lo peor fue la agonía en la que me tuvo" y añadió que "él (Bohórquez) se ponía al teléfono y me decía que si le metían en la cárcel no me devolvería nunca el dinero, porque estaba en un banco de Gibraltar".

Montserrat P. S. es otra de las testigos que ayer declaró en la Audiencia. Señaló que su hermano, como se iba a divorciar y no quería tener problemas a raíz de esto, puso la compra de una vienda en la calle Puerta de Sevilla a su nombre. Montserrat firmó y entregó 54.600 euros "en una vivienda de la calle Guarnidos" en donde "solamente había una persona". Finalmente, los acusados incumplieron su deber de entregar la vivienda, pero Montserrat declaró que no recordaba ni la cara de la persona con quien trató ni los detalles de la denuncia que interpuso, ya que es su hermano "el que lleva el tema". Por ese motivo, fue interrogada por qué interpuso ella la querella en lugar de su hermano. "Indirectamente soy la perjudicada, porque, al fin y al cabo, es mi hermano", señaló.

Juan Jesús C. D. señala que se enteró de la posibilidad de adquirir una vivienda a buen precio a través de compañeros de trabajo de su hermana, y que una vez firmado el contrato por el que adquiría por 114.500 euros una vivienda en la urbanización Pintores de Jerez y después de que pasara el tiempo establecido, se puso en contacto con Bohórquez, el cual le dijo "que tuviera paciencia porque la cosa iba a tardar". Tras varias llamadas en las que siempre recibía excusas y tras recibir un fax de Madrid en el que se le insistía en que el retraso se debía "a meros trámites", señala que se le citó junto con otros compradores en las oficinas, en donde Miguel les afirma que "nos pagaba un billete a Madrid para comprobar que no pasaba nada" y que incluso le hicieron un ofrecimiento de devolverle el dinero, "pero siempre con la boca chica". Juan Jesús señala que siempre negoció con Miguel Bohórquez, pero que tenía constancia de que Domingo también estaba implicado desde Madrid. "Incluso lo ví un día en la oficina", señaló.

El testigo declaró que en ningún momento le extrañó el precio tan económico de la vivienda que adquiría puesto que "tenía en cuenta que era de subasta" y que su hermana también se vio perjudicada al intentar adquirir un coche de alta gama.

Francisco J. E. y su esposa fueron de los primeros en caer en la trampa, allá por 2004, al adquirir una vivienda en la urbanización Nuevo Chapín por un precio de 54.900 euros tras mantener una reunión con Bohórquez. Señala que se dieron cuenta del incumplimiento del contrato "al poco tiempo", y que, en concepto de devolución y de indemnización compensatoria se les entregó un cheque y un pagaré de 99.526 y 6.000 euros respectivamente que no pudieron ser cobrados por falta de fondos.

Francisco afirma que confió en MBDG Economist Agency porque "parecía una empresa solvente y era una oportunidad, porque teníamos unos ahorros guardados".

Así hasta 20 fueron los testigos que declararon en la Audiencia Provincial. Manuel Hortas, abogado de Miguel Bohórquez, señaló a este medio que "hoy -por ayer- ha sido el día de la confirmación de lo que dijo ayer Miguel. Los testigos han reconocido que se reunieron con Miguel, pero que cuando no era capaz de resolver sus dudas, es Domingo el que interviene". Por su parte, Alfredo Velloso, letrado de Domingo Gallegos de la Calle, defiende que "los testigos han ratificado que es con Miguel con el que firman los contratos y que al final aparece un tal Domingo, que lo hace para intentar solucionar los problemas".

La tercera jornada del juicio se celebrará hoy desde las 10 de la mañana en la Audiencia Provincial, en la que declararán más testigos, esta vez, los afectados en la compra de vehículos .

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