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Jerez

El río se desborda y aísla varias barriadas rurales de Jerez

  • Más personas abandonan Los Cejos, La Greduela, La Ina y El Portal y se trasladan a lugares más seguros mientras otras se pertrechan ante el temporal · El caudal del Guadalete crece hora a hora

El vertiginoso aumento del caudal del río Guadalete ha dejado con el agua al cuello a la mayoría de los habitantes de su ribera aunque algunos intentan consolarse diciendo que "en 1996 o 1997 la cosa fue todavía mucho peor". El agua llegó por la tarde a la altura de la venta El Suspiro cortando totalmente la carretera de La Ina y dejando aislados a varias barriadas y núcleos rurales, entre ellos La Corta. Después de cuatro días de incertidumbre, el río volvió a desbordarse como hace trece años.

Ayer más vecinos de La Greduela, los de Los de Cejos del Inglés (nueve personas) y de El Portal prefirieron irse a lugares más seguros. Rafael, vecino de El Portal, dijo que "me he llevado a mi hija, porque es minusválida. He pasado toda la noche en vela desde que a las 16:00 de Navidad Protección Civil y Policía Local nos dieron la alarma de que los pantanos estaban soltando agua". Un matrimonio mayor de El Portalillo se trasladó la misma tarde del viernes a Torremelgarejo. Rafael recorre el puente sobre el río en la carretera de Bolaños y dice que el caudal "está subiendo a razón de cinco centímetros la hora". Este aumento y las constantes lluvias han sepultado decenas de hectáreas de cultivos en una manta de agua. En la cercana finca La Herradura Antonio, uno de sus trabajadores, enseña lo que era un campo de zanahorias. Ahora tiene más de un metro de agua por encima. "También se arrió con las lluvias de 1996 y 97 pero este año es que el agua ha crecido muy rápido", apunta. En El Portal los vecinos han trasladado sus muebles a lugares más seguros o los han puesto en alto y han colocado tabiques en las entradas de sus casas. El antiguo maquinista del Mopu Manuel Chacón desayuna con su familia y señala que la culpa del actual desaguisado no son los desembalses o la marea, que está ayudando a que el río no se vacíe, si no que "la carretera está mal hecha. El agua no salta al otro lado del río. Antes había tres puentes, tres ojos más el grande y el agua salía rápido. Pero ahora sólo hay uno. El problema es del puente", insiste. En La Greduela, a las 11:00 de la mañana, el agua alcanza ya la altura del nuevo puente. Los vecinos más jóvenes, sin embargo, están dispuestos a seguir en su terreno "porque los animales tienen que comer". Otro llega cargado de bolsas de pan sobrante para dar de comer a las reses. Al tiempo llega la Guardia Civil que da el primer parte del día. "Se ha rescatado a una adolescente de una casa, dos vehículos apresados en el agua y hasta diez caballos de una finca al lado de la A-381. Les llegaba el agua al cuello", dicen los agentes. Los miembros del instituto armado, Policía Local e incluso el Cuerpo Nacional de Policía van de una población a otra recomendando a los vecinos que tomen medidas de seguridad o que se marchen. En Los Cejos del Inglés (un pequeño núcleo rural cerca de La Ina) sus nueve o diez habitantes han preferido marcharse. El joven Valentín Vargas explica que "nos hemos ido todo el mundo, hasta los animales. Han estado toda la mañana y la madrugada a expensas del agua. Desde las 05:00 mi abuelo ha estado sacando animales (cochinos y vacas) y todo lo que ha podido coger. En 1996 a mi madre le apareció el congelador encima de un árbol de Lomopardo. Miren cómo está esto". Vargas agrega que la carretera de La Ina hace de dique "Cuando el agua del río sube por encima del nivel de estas tierras el agua entra para nuestras tierras. Tendrían que hacer una compuerta para regular. Urbanismo nos dice un año tras otro que lo van a arreglar pero ni caso. Aquí son los vecinos los que se gastan el dinero en arreglar las cosas".

En Las Pachecas el agua empezaba a anegar las casas más bajas. Allí una mujer quiso atravesar con un coche la vía de servicio paralela a la A-381. El agua engulló el vehículo. La mujer pudo salir por su propio pie. Los mismos vecinos se dispusieron a rescatar el Volkswagen de la mujer pero la cuerda con lo que lo arrastraba un Land Cruiser se rompió. El Volkswagen fue arrastrado por el agua por debajo del puente de la autovía y allí quedó varado. Un nuevo intento de remolque con el todoterreno dio éxito. La mujer intentaba explicarse diciendo que "el agua subió de pronto y arrastró el coche". Andrés, un vecino de esta barriada, indicaba que "hace una hora (eran las 11:15 horas) el agua no estaba así. No para de crecer". La Guardia Civil nos lo ratifica: "Los embalses no paran de aliviar y calculamos que todavía el agua puede subir otros dos metros". El vecino de Las Pachecas explica que "hemos estado sacando animales toda la mañana. A ver qué pasa con la marea. Dicen que no es grande, pero que no deja salir el agua del río". Los arroyos cercanos al Guadalete vierten caudalosos torrentes . La tierra ya no empapa más, agrega Vargas, " y corre y corre. Vamos a tardar días en que esto se seque".

La alcaldesa Pilar Sánchez indicó anoche que "el único miedo son los desembalses de los pantanos. Han aumentado la capacidad de desagüe. Nuestro trabajo está siendo informativo y preventivo por si acaso sube más el nivel esta noche (madrugada de hoy). Estamos informando puntualmente a los vecinos para que tomen medidas de seguridad". Sánchez destacó el buen funcionamiento del colector de La Liberación que "ha evitado muchos problemas" y la colaboración entre las distintas delegaciones y otras Administraciones para paliar los efectos de la riada.

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