Lanzan un manifiesto para paralizar la instalación de la Inmaculada en el Arroyo en Jerez
Estudiosos de la historia y el patrimonio, arquitectos, arqueólogos, escritores y artistas plásticos respaldan un escrito por la defensa de la plaza y del Palacio de Bertemati y denuncian que esta intervención "altera el equilibrio visual y patrimonial de uno de los conjuntos más valiosos del centro histórico de Jerez"
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Un grupo de estudiosos de la historia y el patrimonio, arquitectos, arqueólogos, escritores y artistas plásticos han elaborado un manifiesto ciudadano por la defensa de la Plaza del Arroyo y el Palacio de Bertemati en Jerez, que alerta del "despropósito" que supone la instalación en la zona del monumento a la Inmaculada por parte del Ayuntamiento de Jerez y el Obispado, aprobada en una reciente comisión municipal de patrimonio.
"En las últimas semanas, hemos conocido con sorpresa y profunda inquietud el proyecto de instalación de una columna de hormigón de doce metros de altura, coronada por una imagen de la Virgen Inmaculada de más de tres metros, justo frente a la fachada principal del Palacio Bertemati. Una intervención de esta magnitud no puede ni debe pasar inadvertida. No solo por su escala —desproporcionada respecto al entorno—, sino por el modo en que amenaza con alterar de forma irreversible el equilibrio visual y patrimonial de uno de los conjuntos más valiosos del centro histórico de Jerez.
Los precursores de este manifiesto aseguran que no se trata aquí "de un debate sobre símbolos o creencias. No es esa la cuestión. Lo que está en juego es el derecho de la ciudadanía a conservar intacta la estructura formal y simbólica de un espacio público que forma parte del legado compartido de toda la población de jerez. Un legado que ha sobrevivido al paso del tiempo, y que merece ser protegido de decisiones apresuradas o intervenciones que, aun bienintencionadas, puedan causar un daño irreparable".
"La Plaza del Arroyo -añaden- fue diseñada para abrirse hacia sus elementos patrimoniales: la Catedral, el Palacio Bertemati y otros inmuebles nobles que definen su carácter. La propuesta de elevar una escultura de 15 metros justo en el centro de esta composición atenta contra esa lógica espacial. La nueva estructura no se integraría en el conjunto: lo dominaría, lo ocultaría, lo desbordaría".
Entre los nombres que respaldan este manifiesto están Manuel González Fustegueras, Manuel Collado, Pepe Montero, Francisco Antonio García Romero, Esperanza de los Ríos, Manuel Rodríguez, Fernando López Vargas-Machuca, Diego Caro Cancela, Jesús Caballero Ragel, Manuel Romero Bejarano, Dolores Barroso Vázquez, Isabel Almagro Franco, Antonio Figueroa, Alicia Alba Reina, Agustín García Lázaro, Federico Miguel Miguel, Luisa Porras, Ignacio Sancho Caparrini, Carmen Chofre, Miguel Parra, Eugenio Tapia Cubiles, Luis Mariano Fau Cuartero, Manuel Bernal Romero, Patricio Pérez Pacheco, Esperanza Mata Almonte, Ricarda López González, Rosa Toribio Ruiz, Carmen Ferrer Atienza, María José Dávila Cabañas, Jorge Juan Ramírez León, Manuel Naranjo Loreto, Eva Cote, Diego Bejarano Gueimúndez, Francisco Giles Guzmán, Juan Luis Torreño Piñero, Isabel Cáceres Sánchez, Antonio Santiago, Sergio Moreno, Elisa Constanza Zamora Pérez, Rosalía González Rodríguez, Juan Ángel González de la Calle y Ateneo de Jerez.
Recuerdan en el manifiesto que el Palacio de Bertemati, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), "no es un fondo neutro sobre el que insertar cualquier tipo de monumento. Su valor reside, precisamente, en su relación con el espacio que lo rodea: una plaza contenida, sobria y monumental en su justa medida. Introducir un elemento vertical de gran escala en ese entorno no solo distorsiona la lectura histórica del conjunto, sino que resta protagonismo a un edificio cuya arquitectura barroca ha sido testigo de la evolución urbana de Jerez durante más de dos siglos".
Además, "les preocupa el hecho de que esta decisión se haya tomado sin un debate público transparente ni un proceso de consulta ciudadana. El espacio público no es un lienzo en blanco. Pertenece a toda la ciudadanía, y su transformación exige escucha, diálogo y conocimiento técnico. No basta con la voluntad devota o la buena fe institucional: hacen falta criterios urbanísticos, patrimoniales y culturales que velen por la integridad del conjunto urbano".
Una petición abierta a la incorporación de los ciudadanos que se quieran sumar y que tiene como objetivo "solicitar la paralización inmediata del proyecto y la apertura de un proceso de reflexión colectiva sobre el uso y la intervención en los espacios históricos de Jerez. No negamos la posibilidad de rendir homenaje a símbolos religiosos si así lo desea la comunidad, pero reclamamos que ello se haga con rigor, con sensibilidad y, sobre todo, sin sacrificar la armonía de un espacio que forma parte esencial del alma de la ciudad. Jerez necesita mirar al futuro sin traicionar su pasado. Y eso pasa, necesariamente, por defender con firmeza y sentido común cada palmo de su patrimonio histórico".
El manifiesto ya está disponible en la plataforma Change.org para que lo puedan firmar los ciudadanos que lo deseen.
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