Hace más de dos años, el pequeño Adrián, que entonces tenía 3 años, pidió ayuda a la comunidad educativa de su colegio, el CEIP Tartessos, para poder hacer frente a la compra de una silla corsé que necesitaba su hijo, con parálisis cerebral, para el día a día en su centro educativo. 

Entonces, el esfuerzo de muchos particulares permitieron que apenas tres semanas después de su denuncia pública en los medios el pequeño pudiera contar con una. 

La situación no ha cambiado en exceso dos cursos después, de ahí que su madre, Silvia Cano, haya denunciado nuevamente la actitud de la Junta de Andalucía en este asunto, pese a las "continuas llamadas y escritos" que ha venido realizando desde que comenzó el curso.

"Desde el mes de septiembre hemos insistido en este asunto porque la silla que tiene Adrián necesita renovarse cada año y desde entonces, lo único que hemos hecho es ir tratándola de adaptar nosotros mismos, pero ha llegado un momento en que necesitamos otra nueva", apunta Silvia Cano. 

Al parecer, según asegura su madre, "en septiembre, las dos personas que llevaban este asunto en la Junta se jubilaron, y eso ha hecho que tengamos que empezar de cero, y a día de hoy no ha habido solución".

"Sí que nos han facilitado una camilla para cambiarlo en el colegio y una silla para suelo, pero la realmente importante, la silla corsé, no", añade. Es más, en su opinión, "el colegio también lo solicitó en septiembre pero a día de hoy no ha llegado, cuando es algo que se debe renovar cada año". 

Silvia Cano reconoce que "ya estamos cansados de que se pasen la pelota de un departamento a otro y al final a mi hijo no se le ha solucionado este asunto. Incluso para el colegio tenemos que llevar un adaptador para que vaya al baño que ha hecho mi marido porque es algo manitas". 

"No entiendo por qué no se arregla este asunto cuando es algo que debería estar a principios de curso, ¿cuándo nos van a dar la silla en el mes de junio cuando acabe el curso?", concluye.