Jerez

Los favores de la Virgen

  • No son leyendas urbanas ni fantasías: los milagros, grandes y pequeños, sí existen y así lo constatan testimonios que no se remontan al pasado Hoy existen relatos que sobrecogen

Se puede afirmar que Jerez es una ciudad afortunada en milagros por intercesión de la Virgen María. Esta afirmación se respalda en casos que, considerados extraordinarios e inexplicables, se producen y constantan tras encomendarse a ciertas advocaciones mariana de la ciudad. No se trata de hechos sometidos a dictámenes teologales o profundas investigaciones eclesiales, son favores que se cuentan con mucha discreción y, ciertamente, con algo de temor por parte de los afectos por el qué dirán. Los milagros sí existen a tenor de la multitud de testimonios que se pueden recabar de personas que han vencido alguna enfermedad, alcanzado gracias imposibles, superado accidentes, remediado alguna situación difícil o incluso haber alcanzado la muerte sin sufrimiento.

Los milagros son consecuencia de la fe y de la gracia que la Virgen María derrama entre sus devotos. Así se define el milagro desde el prisma teológico. No se puede hablar de milagros sin que se tenga presente la intervención divina. Santo Tomás de Aquino dijo que el milagro es algo hecho por Dios más allá de las causas conocidas por el hombre. Hoy en día se podría apostillar como un hecho sin explicación científica. Y de esto podemos encontrar numerosos ejemplos. Al hilo de lo vivido recientemente con la coronación de Nuestra Señora de la Esperanza, en la elaboración del preceptivo expediente para la concesión de esta distinción canónica no es condición fundamental probar algún hecho milagroso pero en el caso de la Dolorosa de La Plazuela sí se han incluido al existir evidencias de que algo extraordinario ha sucedido en determinados casos de curaciones inexplicables tras encomendarse a esa imagen.

No son sucesos lejanos en el tiempo. Se refieren a milagros, escritos de puño y letra de los que han recibido la gracia, amparados con informes médicos en los que no dan una explicación científica que apoye el por qué de la curación de graves enfermedades para las que no se veían una salida satisfactoria. También hay de lo contrario, una señora de edad con una enfermedad terminal acudió ante La Esperanza para pedirle que su final no se dilatara en el tiempo evitando un sufrimiento mayor. Dos días después inexplicablemente falleció.

El libro 'Devoción y milagro', escrito por Andrés Cañadas Salguero, se constituye en el único trabajo en el que se ofrece el resultado de una investigación sobre los favores de la Virgen María en Jerez, desde las advocaciones más conocidas y ancestrales hasta las que pasan más desapercibido. "Como conclusión digo que Jerez es una ciudad históricamente muy mariana y no lo contrario", afirma el autor, y explica que "todas las cofradías dedican cultos especiales a la Virgen y casi todas hacen referencia a hechos milagrosos como el caso del Desconsuelo, que relata cada año las Siete Maravillas de la Virgen". Lo que más le llamó la atención es que hay un desconocimiento importante sobre todo esto y afirma que "los favores de la Virgen no vienen desde un pasado lejano. Estamos ante casos muy recientes, y tanto es así que mi libro no iba a ser tan amplio pero cuando me metí empecé a descubrir la riqueza de todo esto". Una vez publicado el libro, Cañadas sigue recibiendo testimonios de forma constante que los guarda porque hay material para una segunda parte. Si hubiera que hacer un ranking sobre las imágenes más milagrosas, en cabeza se sitúa la Virgen de la Merced, que acumula testimonios desde hace más de setecientos años, el tiempo que lleva en la ciudad. El sacerdote mercedario Felipe Ortuno explica que el milagro es una "intervención extraordinaria donde se reconoce la presencia divina, sobrepasando los remedios naturales". No duda en afirmar que "Jerez no sabe lo afortunada que es al tener a la Virgen de la Merced. Hay un desconocimiento muy grande sobre lo que es la Virgen y todo lo que ha hecho y hace por sus numerosos devotos".

Mirando atrás, hace referencia a un libro de exvotos que se conserva en el convento y que recoge testimonios de hechos milagrosos, como el caso de una señora a la que los médicos se vieron obligados a amputarle un brazo. Pero antes de llegar a la mesa de operaciones, lo colocó en el manto de la Virgen y sanó. "Hay hombres y mujeres con nombres y apellidos consignados en estos libros, gente que se encomiendan a la patrona y alcanzan alguna gracia de Ella", manifiesta Ortuno. Al hilo de esto último, comenta que "aquí somos testigos de muchas cosas prodigiosas que escapan del entendimiento humano". Casos que, a su juicio, se enfrentan "al mundo racionalista en el que vivimos", por lo que conviene mantener mucha discreción". "Los creyentes creemos en el Misterio y que Dios en su infinito amor atiende al hombre", recalca.

Ese racionalismo y pérdida del sentido del misterio hace que la Iglesia sea extremadamente prudente ante los hechos inexplicables. El mercedario confiesa que los padres de la orden en Jerez "damos gracias a la Virgen muchas veces aunque no lo parezca. No hemos tenido la prudencia, como se hizo antes, de ir apuntando algunas cosas. No apuntamos nada porque la verdad se va imponiendo de boca en boca".

Las advocaciones históricas que más riqueza encierran y con más tradición de milagrosas son La Esperanza, Virgen del Valle, Santa María de las Lágrimas, Desconsuelo y Soledad , pero en esta relación también otras imágenes del mundo cofrade de la que no escapan testimonios milagrosos.

No es el pasado; sucede hoy en día en pleno siglo XXI superando leyendas o fantasías. Milagro proviene de mirari, que en latín significa contemplar con admiración y con asombro. Pablo de Tarso explicó el carisma de obrar curaciones y el poder de obrar milagros como procedentes del espíritu de Dios y destinados al bien común.

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