"El flamenco está destinado a tener una formación reglada"
El jerezano acaba de concluir sus estudios superiores en el Conservatorio de Córdoba logrando el Premio Extraordinario fin de carrera
Hace casi quince años, Juan Zarzuela decidió que el cante y el flamenco en sí era algo más que un escenario. Fue entonces cuando se embarcó en un periplo de estudios reglados que ahora ha culminado en Córdoba obteniendo los estudios superiores e incluso logrando la calificación de Premio extraordinario fin de carrera.
-¿Qué supone este reconocimiento a nivel personal?
-Bueno, esto es algo de carácter oficial pero dentro del marco académico, es decir, de cara a cursar un máster, para solicitar una beca o seguir estudiando, todo eso te influye favorablemente. A mí básicamente me satisface más en lo personal porque para mí era un reto. Lo fue cuando partí de Jerez para cursar los estudios superiores de música y lo es ahora que he terminado, pero en lo espiritual y en lo personal, siento haber superado unas expectativas que yo mismo no esperaba.
-¿Y en lo artístico?
-En lo artístico la verdad es que poca, porque en el ámbito en el que nos movemos estas cosas no cuentan. Para mí sigue siendo importante subirme a un escenario, transmitir y encontrarme conmigo mismo y reflejar esos conocimientos. En definitiva, ser mejor artista.
-Ahora que la Junta de Andalucía vende de puertas para fuera la importancia del flamenco como una enseñanza reglada. ¿La ve con futuro?
-Mira, yo es que creo que el flamenco está destinado a tener una formación reglada y merece tenerla porque en primer lugar ha habido mucha gente que se ha esforzado en que sea así. De otra manera sería tirar por tierra el trabajo de todas esas personas que han luchado para que el flamenco ocupe el mismo lugar que otras músicas. Yo donde veo que existe una mayor incertidumbre es en la metodología, aunque poco a poco se está intentando conseguir una metodología que muchas veces no supone incorporar nada nuevo, porque por ejemplo, la metodología que siempre se ha llevado en las academias de guitarra privadas es la tablatura y esa también es una de las vías que se toman dentro del procedimiento metodológico para la enseñanza en la guitarra flamenca. En cuanto se supere eso, el flamenco podrá ser reglado, lo tiene todo para serlo.
-Lo bueno es que son los mismos artistas los que os estáis dando cuenta...
-Sí, incluso con gente con un peso específico artísticamente hablando, porque están avalados por una trayectoria. Es el caso de Merche Esmeralda, de Javier Latorre, Isabel Bayón, eso en el baile, en la guitarra tenemos a Manolo Franco, Paco Serrano, Niño de Pura; en el cante tenemos a Churumbaque, que es Premio Nacional y de La Unión, en fin, son gente que como en mi caso hemos ocupado un espacio dentro de la enseñanza reglada pero que teníamos un cierto recorrido.
-De cualquier modo, un profesor de conservatorio como usted, ¿no se sigue viendo en el mundo del flamenco como un bicho raro?
-Yo no me veo así. Hace unos días, en una clase comenté cómo concebía la comunidad flamenca a los alumnos del conservatorio e incluso de las academias porque todavía se sigue diciendo eso de 'es que este baila de academia'. Y digo yo, ¿y quién no ha pasado por una academia? Porque hasta el propio Farruco tenía su academia. Farruquito no ha tenido que ir a ninguna porque ha nacido en una, ha nacido en una escuela por eso es acertado el pensar que el entorno influye, sí, pero todo el mundo no tiene la suerte de ser nieto de Farruco, pero sí todo el mundo tiene derecho, teniendo cualidades, de pertenecer a la nómina de artistas que el flamenco pueda albergar.
-Y si no que se lo pregunten a Poveda...
-Por ejemplo, Miguel Poveda rompe con todos esos tópicos. Una persona nacida en Barcelona y al que la gente le decía 'sí, pero tu familia tiene que ser andaluza', y no es así porque su padre es murciano y su madre manchega. Otro caso es el de Sabicas, de Pamplona, o Carmen Amaya, que aunque es gitana era de Barcelona. Y hablo de una época en la que no era como ahora que pones you tube y escuchas todo. Cuando alguien tiene algo qué decir y lo siente en clave flamenca encuentra en el flamenco un rincón donde poder desarrollarlo.
-Volviendo a su día a día, ¿cuál es el perfil de su alumnado?
-Depende, porque el año pasado por ejemplo estaba en Córdoba y daba una clase de acompañamiento al cante para guitarra, y ahora estoy en Cádiz, en el Conservatorio de Danza el perfil es otro. De cualquier forma, yo lo único que les pido es que vivan el flamenco, que no sea venir a clase de seis a siete como el que va a natación, esto no es así, esto no es un deporte, esto es una cultura y tienen que vivirlo como cultura no como una disciplina. Pero claro, no todo el mundo tiene esa inquietud o lo sienten así. Ahora bien, aquellos que lo sientan, estén o no en el conservatorio, serán artistas porque para ser artista tampoco hace falta pasar por un conservatorio. Pero vamos, que el conservatorio tampoco es el enemigo.
-¿Y en Jerez? ¿Qué se piensa de todo eso?
-Mira, Jerez es diferente, porque Jerez es de por sí un conservatorio de cante por el celo que tenemos a nuestra manera de entenderlo. Gracias a eso Jerez es lo que es, porque con eso también se obtiene un beneficio, se mantiene la tradición. Normalmente no somos abiertos y si encima el que llega lo hace cantando por garrotín o farruca...Sin embargo, tampoco deberíamos ser ignorantes y realizar un ejercicio de análisis y pensar por qué nos sorprende que venga uno cantando farrucas si al mismo Manuel Torre le apodaban 'el tran-tran-treiro' porque cantaba por farrucas. O el mismo Mojama que cantaba por caracoles, mirabrás o granaína...Y hoy parece que ese cante, como se suele decir en la tierra, 'ese cante es de gachó'.
-Háblenos de proyectos futuros...
-Pues mira, ahora mismo estoy estudiando un máster de patrimonio musical a través de la Universidad Internacional de Andalucía. Pero lo que más atraído me tiene es un proyecto que acabo de terminar y en el que he tengo muchas ilusiones. Es de unos poetas, algunos de ellos judíos, y otros de gente relacionada con el flamenco, como Alfredo Arrebola. Esos poemas los he musicado yo, algunos los he adaptado a palos flamencos y otros que eran indomables, como yo les llamo, he creado una música para ellos. Hay varias bulerías, zorongos, soleá, taranta-cartagenera...La verdad es que me ha tenido entretenido durante unos meses y creo que a nivel cultural va a estar muy interesante.
-¿Y quién le ha acercado a esos poetas?
-Pues a través de un poeta malagueño, José Zarrias, que pertenece a un colectivo relacionado con el mundo de la poesía, y muchos de ellos son judíos. Lo interesante es que muchos de los cantes están en castellano antiguo, en sefardí, y tienen mucha sensibilidad.
-¿Se sabe cuándo saldrá a la luz?
-Bueno, creo que pronto, porque el proyecto se lo planteamos a la Consejería de Cultura de la Junta, le pareció bien y va a ser ella la que lo edite, porque además es un libro-cd. Se habla de principios de diciembre en Córdoba, pero todavía no está cerrado.
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