Flampa y Marea Verde se suman a la reivindicación de entornos escolares seguros

El pasado 23 de mayo, miles de escolares en varios países de Europa, entre ellos España, reivindicaron entornos escolares seguros para la infancia, la pacificación del tráfico en las entradas y salidas de los colegios y recuperar las calles para jugar.

Como en años anteriores el movimiento Clean Cities, una coalición europea de más de 80 ONGs, asociaciones medioambientales, movimientos de base y organizaciones de la sociedad civil, que tiene como objetivo la movilidad urbana con cero emisiones para 2030, convocó una jornada de acciones reivindicativas y festivas, en toda España. El objetivo que se persigue es que las calles de nuestras ciudades sean seguras y accesibles para todos y todas, partiendo de la experiencia y el punto de vista de la infancia.

De esta forma, el pasado 23 de mayo, la coalición Clean Cities, junto a la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres, o colectivos como Ecologistas en Acción, o la plataforma Con Bici, reclamaron calles abiertas para la infancia, en entornos escolares seguros, aire limpio y autonomía infantil. Una jornada que como en años anteriores se desarrolló en términos divertidos y altamente participativos en más de los ochenta actos que se celebraron en distintas ciudades españolas. La campaña que viene celebrándose desde hace varios años, defiende la movilidad activa, compartida y eléctrica, para un futuro urbano más habitable y sostenible, que también requiere la eliminación gradual de los vehículos a combustión. Se demandan colegios limpios de tráfico motorizado y aumentar la movilidad activa. Un propósito noble vanguardista y conectado con la transformación del espacio público que muchas ciudades abordan en la actualidad. La coincidencia de la fecha con un día festivo y no lectivo en nuestro municipio no permitió la participación de una forma activa en esta convocatoria.

En Jerez, la FLAMPA, Ecologistas en Acción, Marea Verde y el colectivo Jerez en Bici, que ya convocaron en 2017 un "Día Escolar sin Coches", han venido promoviendo estas acciones. Desde esa fecha ha crecido la sensibilidad ciudadana en este tema. Son varios los colegios que restringen la circulación de automóviles en los horarios de entrada o salida, se ha multiplicado los aparcamientos para bicicletas, se realizan a lo largo del curso en muchos centros iniciativas como los "bicibus" y muchos proyectos educativos han incluido la movilidad activa y sostenible entre sus propuestas.

Sin embargo queda todavía, a juicio de estos colectivos, un largo camino por andar. Un estudio realizado por Ecologistas en Acción entre noviembre de 2024 y febrero de 2025 en zonas especialmente sensibles, como los entornos escolares, en varias localidades españolas ha arrojado unos resultados descorazonadores, el 87 % de estos espacios sensibles analizados no cumplen los límites de la nueva directiva sobre calidad del aire y en el 20% de los centros escolares analizados se respira un aire inaceptable en términos legales que, recordemos, cuadruplica el nivel máximo recomendado por la OMS. Los niños y niñas son uno de los grupos de población más sensibles a la contaminación atmosférica y existe evidencia de que una alta contaminación del aire puede afectar incluso a su rendimiento escolar diario, exacerbando las enfermedades respiratorias, la fatiga, el absentismo y los problemas de atención.

A juicio de estos colectivos, los niños y las niñas deberían poder ir a la escuela a pie, en bicicleta o en patinete a diario, sin verse obligados a respirar la contaminación tóxica del aire o a circular por carreteras congestionadas y peligrosas. Así, consideran, los beneficios que tiene ir a la escuela de una manera activa (andando, en bicicleta o en patinete) en el bienestar integral de los menores, no solo se manifiestan en los aspectos físicos, también en los sociales, emocionales y académicos. Ir a clase de esta manera mejora la autoestima, la autonomía de los niños y niñas y su salud individual.

Por todo ello, piden al Ayuntamiento actuaciones más ambiciosas para proteger la salud y seguridad de los niños y niñas. Actuaciones en los entornos escolares, y también en patios y edificios de los colegios, que deben adaptarse a los nuevos retos pedagógicos y ambientales.