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El Rebusco

Al fresco de los cines de verano

  • Estrellas en la pantalla y en el firmamento

  • El mayor número de salas se alcanzó en los años 60

La antigua entrada de Preferencia del Cine Astoria.

La antigua entrada de Preferencia del Cine Astoria.

'Las noches de verano de mi infancia / son un tiempo inmortal y son un cine / que brindaba en su alquimia luminosa / vibrantes sucesiones de espejismos: la glorificación sangrienta de los héroes, / la esencia desolada de un desierto / o el deseo expresado frutalmente / en el rouge pecador de una muchacha / que cifraba la esencia de un misterio / que el tiempo no desvela. / Las noches de verano de mi infancia / son un tiempo inmortal que muere en mí. / Yo le cavo esta fosa. Y esculpo este epitafio’.

Sirva este poema del escritor roteño, Felipe Benítez Reyes, para adentrarnos en la historia de lo que fueron los populares cines de verano de Jerez. Muchos los recordarán con cariño, añorando un pasado asociado a una parte entrañable de muestras vidas, a un tiempo que ya no volverá.

La era dorada de esos locales de ocio transcurrió entre finales de los 50 hasta los inicios de los 70. Cada barrio tenía el suyo. Y los chavales íbamos, con hermanos o amigos, a aquellos que más cerca nos cogían de casa; con la certeza, por parte de nuestros padres, que nada malo podía ocurrirnos en tan corto trayecto. Nos desplazábamos andando y el tráfico de coches era nulo.

La temporada de este tipo de salas al aire libre comenzaba el día del Corpus, a mitad de junio, y duraba hasta mitad de septiembre. La mayoría tenían instalaciones estables, que se adecuaban al inicio del verano.

El jazmín y dama de noche colgaban de sus paredes, perfumando las tórridas noches, difíciles de soportar en las casas de vecinos del casco histórico, o en los pequeños pisos de las nuevas barriadas creadas para la clase obrera.

Entradas de algunos de los cines de verano. Entradas de algunos de los cines de verano.

Entradas de algunos de los cines de verano.

Dos zonas bien marcadas, por el precio y el tipo de sillas, anfiteatro y preferencia, y una valla de mampostería las separaba, vigiladas por estrictos porteros que controlaban a la chiquillería imbuida de aventuras.

Había aficionados recalcitrantes que hacían el seguimiento de una película, ya que rotaban por barrios, en la cadena que la exhibía.

Altramuces y pipas acompañaban la velada, y las cáscaras volaban de la boca del ensimismado espectador al cogote del que tenía enfrente, provocando más de un altercado.

La vuelta al hogar se hacía en alas de una montura imaginaria, o bien despavoridos, pensando que Drácula aún estaba cerca, revoloteando junto a los murciélagos y las lechuzas que surcaban los cielos nocturnos.

Los cines de verano eran el mejor lugar para observar las perseidas cruzando el oscuro firmamento. Nos distraían de la historia que contemplamos.

Todo ello quedará reflejado en uno de los capítulos de la Historia del cine en Jerez que saldrá a la luz el año que viene.

El cine Astoria en la actualidad. El cine Astoria en la actualidad.

El cine Astoria en la actualidad.

Vuelve Con acento jerezano

El Grupo Municipal Ganemos Jerez ha presentado la que será la tercera edición del Ciclo de Cine ‘Con acento jerezano’, un ciclo de siete sesiones que tendrán lugar desde el 19 de julio al 24 de agosto en el Cine Astoria, a partir de las 22 horas.

Tal como indican sus coordinadores, todas las películas que van a ofrecerse a lo largo de este periodo estival tienen alguna relación con Jerez. Las distintas proyecciones se acompañarán de coloquios sobre las cintas, en los que participarán profesionales relacionados o relacionadas con las películas.

Como en anteriores ediciones, en este programa cinematográfico se podrá disfrutar de destacadas figuras ligadas a Jerez.

En lo que respecta a la sesión del día 16 de agosto, la proyección de la película Licántropo será un homenaje a Antonio Pica.

Este ciclo ha querido hacer un guiño retrospectivo a intérpretes del pasado reciente. Necesariamente, esto pasaba por un merecido homenaje visual al actor jerezano Antonio Pica.

Uno de los últimos films de terror en los que participó junto a Paul Naschy, Licántropo, será la excusa para reencontrar al público con su figura, para lo cual José Luis Jiménez García, presidente del Cine Club Popular, hará previamente un recorrido a su filmografía con otros apuntes biográficos sobre una de las figuras más emblemáticas de Jerez.

Oferta municipal: Astoria y Hontoria

Ubicado en pleno casco histórico, el Astoria contaba con entrada de preferencia por calle Francos, y de delantero por Juana de Dios Lacoste, junto al ahora restaurado tabanco el Duque.

Este local estable formaba parte de la cadena de cines propiedad de Francisco Riba, y era considerado uno de los cines más bonitos de su categoría, ideado por el arquitecto Fernando de la Cuadra.

Su apertura tuvo lugar en el verano de 1943, y en el verano de 1970 ya no aparece en la cartelera de espectáculos.

No sería hasta 1991 que el Ayuntamiento adquiriría el solar -que entró en el lote junto al Villamarta- a la familia Riba.

Las nuevas instalaciones de ocio en serian inauguradas en 1994.

Ciclo homenaje a Lola Flores en el cine Astoria, 1995. Ciclo homenaje a Lola Flores en el cine Astoria, 1995.

Ciclo homenaje a Lola Flores en el cine Astoria, 1995.

Solo durante las temporadas estivales de 1995 y 1996 se pudo ver cine en el nuevo Astoria. Sin embargo, resultó un rotundo fracaso la explotación del mismo por el empresario onubense Luis Millán. Tan solo con el ciclo homenaje a Lola Flores, del 24 al 30 de julio de 1995, se consiguió lleno en todas las proyecciones.

Hay que decir que esta actividad estuvo organizada por la Junta de Andalucía y coordinada por el que esto suscribe.

La anécdota de todo esto es que los técnicos municipales no supieron adecuar las medidas de la nueva pantalla en relación con la cabina de proyección, lo que obligó, con el consiguiente gasto, a colocar otra pantalla mayor delante de la que se había construido. Desmontándose una vez finalizada la temporada, Así durante dos veranos.

Otra oferta de cine de verano por parte municipal fue el que se instaló en la explanada del parque González Hontoria los veranos de 1990 y 1991. La primera incluía dos pantallas, con una cabina en el centro montando dos proyectores, al cargo de los cuales estuvo el operador jerezano Fernando Moreno.Esta vez fue la empresa sevillana, Chiclana Films, la responsable de la oferta cinematográfica.

Estrellas en pantalla y sobre las cabezas

El periodista Juan de la Plata dedicó algunas de sus crónicas en prensa a los cines al aire libre.

Estos artículos, a veces seriados, se publicaron en el Diario de Jerez. Hay que destacar los dos dedicados a la Nostalgia de los cines de verano, en junio de 1995, o bien las ocho entregas bajo el epígrafe de Los cines de verano en el Jerez de la postguerra, aparecidos en el verano de 1996.

Del mismo, es autor del opúsculo Los orígenes del cine en Jerez (1896), donde trata de los dos primeros cines de este tipo que hubo en Jerez en la década de los 10 del siglo XX: el Gran Cinema Alcázar y el cine de la Asociación Jerezana de la Caridad, este último ocupando el paseo principal de la Alameda Vieja.

El primero siguió en activo hasta bien entrado los años 40.

Como hemos visto, los cines de verano, fueron bien acogidos por el público jerezano cuando se abrieron en la ciudad allá por 1911. Su número iría creciendo cada década, alcanzando su apogeo en 1969.

Cerca de una veintena de ellos llegaron a estar abierto en una misma temporada.

Los restos de la pantalla del que lo que fue el Salón Jerez de verano. Los restos de la pantalla del que lo que fue el Salón Jerez de verano.

Los restos de la pantalla del que lo que fue el Salón Jerez de verano.

La mayoría de estas salas pertenecían a dos cadenas, la de Francisco Riba Gabaldá y la de Gabriel Navarro Rincón (firma Sirius). Además, entraban en su órbita, tomándola en arriendo, la de independientes que se atrevían a ir por libre en sus inicios pero que a la larga caían en sus redes.

Como le ocurrió a Manuel García Galloy, propietario de los cines Olympia (el Calvario), y San Mateo (Ronda Caracol), el segundo cedido a Sirius.

Fachada del cine San Telmo. Fachada del cine San Telmo.

Fachada del cine San Telmo.

Riba controlaba cines como el Astoria, su joya de la corona, San Agustín, Cine Avenida, Cine España, Cinema X, Santiago, Salón Jerez, San Telmo, Santo Domingo, Cine Ideal.

El Ideal ocuparía durante algunos años el espacio dejado por el derribo del Teatro Principal, sito en calle Mesones.

Cine España. Cine España.

Cine España.

Por su parte, Sirius, Terraza Jerezano, el más preciado para ellos, Victoria Barceló, Delicias, Terraza Sol, San Miguel, etc.

Desde sus aperturas, el Jardín Cinema, de Manuel Figueroa Gómez, en 1963; y el Terraza Tempul, de Pedro Pérez Tordesillas, en 1967, se mantendrían fuera del control de los antes citados.

Interior del Terraza Tempul. Interior del Terraza Tempul.

Interior del Terraza Tempul.

En barriadas más alejadas, como San Enrique, El Rocío y los Albarizones se montaron los cines San Enrique, Santa Mónica y Cartuja.

No queremos olvidarnos de un nombre importante en esta historia, el de Luis Parada Regife, empresario y autor teatral, que instaló el primer cine sonoro en la ciudad, además de explotar el primitivo Cinema X, que finalmente se ubicó en la calle Porvenir, y el Cine Santiago. Ambos por tan solo unos años.

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