Antes del próximo mes de junio, el Ayuntamiento dejará en otras manos una de sus mejores joyas, la gestión integral del agua, un servicio que mueve unos 23 millones de euros anuales en ingresos y que tiene más de 75.000 abonados. Ayer, tal y como estaba previsto, la Junta de Gobierno Local adjudicó de manera definitiva la explotación durante los próximos 25 años a una Unión Temporal de Empresas (UTE) conformada por dos sociedades filiales del grupo FCC, Aqualia Gestión Integral del Agua SA y Tratamiento Industrial del Agua SA (Trainasa). Antes del verano, la nueva gestora tendrá que ingresar al Ayuntamiento algo más de 40 millones de euros en concepto de abono de la primera parte del canon y los 40 millones restantes deberá transferirlos antes de que se cumpla un año al frente de este servicio básico. La alcaldesa, María José García-Pelayo, indicó ayer: "Este dinero no va a ser para lujos, fiestas, protocolo o comidas sino para pagar deudas con los bancos y levantar hipotecas". No en vano, unos 30 millones deberán destinarse para liquidar dos préstamos suscritos por Aguas de Jerez con Unicaja para hacer frente al canon por el uso de las instalaciones de saneamiento cuya garantía eran los ingresos que obtenía la mercantil municipal por el recibo del agua.

La UTE se hace así con la gestión de un servicio que ha estado en manos de Aguas de Jerez desde 1983. Así, 78 de los 84 trabajadores de la sociedad municipal serán subrogados por las filiales de FCC aunque en el pliego de condiciones se ha incluido la llamada "carta de garantías" donde se recoge el compromiso de la empresa de respetar el convenio colectivo acordado a finales del año pasado y que tiene vigencia hasta 2016.

Además, la nueva adjudicataria tendrá que asumir los contratos que Ajemsa tiene en vigor con otras empresas para la ejecución de diversos servicios. Tal es el caso de Imesapi SA, que se encarga del mantenimiento y de la limpieza de las redes de abastecimiento y alcantarillado, aunque con la circunstancia añadida de que a mediados del año próximo, fecha fijada para la finalización del contrato, deberá asumir también la plantilla (unos 46 trabajadores más). En cambio, no tendrá esta obligación con otras empresas tales como Sufi SA, que mantendrá hasta 2017 la retirada y tratamiento de los lodos de la depuradora de El Portal; Acciona Agua SA, que se encarga de la lectura de contadores y que tiene contrato hasta agosto de 2014; Ferretería Xerez SL, que suministra de materiales al servicio; Servinform SA, que tiene adjudicado el servicio de atención telefónica hasta finales de año; o Uniplagas SL, que acaba su vinculación a finales de año. Es previsible que Aqualia, conforme vayan cumpliéndose los acuerdos, vaya asumiendo estas labores con el objetivo de reducir gastos. No obstante, desde hace años se encarga de la gestión de la depuradora de El Portal y de los análisis químicos sobre la calidad del agua consumida.

Tras la adjudicación definitiva, Ayuntamiento y concesionaria acordarán en los próximos días la fecha para la firma del contrato y, a partir de ahí, tendrá un mes para hacerse con el servicio. Uno de los aspectos que deberá cerrar la concesionaria es si utilizará o no las oficinas de atención al cliente que tiene Ajemsa en Divina Pastora. Estas instalaciones, junto a las cocheras y locales de la plaza del Carbón, seguirán siendo de la sociedad municipal, de ahí que el adjudicatario tenga que acordar su alquiler o bien buscar una nueva sede, que deberá tener una localización céntrica, según se establece en el pliego de condiciones que ha regulado la concesión del servicio. Lo mismo deberá decidir la UTE con la treintena de vehículos de la empresa municipal.

La nueva adjudicataria estará obligada a realizar las obras de mantenimiento, conservación y reparación de la red además de ejecutar inversiones por valor de un millón de euros cada año para mejoras o ampliaciones de los actuales sistemas. No obstante, la empresa, en su oferta, se comprometió a realizar labores por importe de 250.000 euros cada año para la detección de fugas en la red.

La alcaldesa reiteró ayer que, a pesar del cambio de gestión, se seguirá prestando un "servicio de calidad". "El recibo del agua no subirá por encima del IPC durante los próximos 25 años salvo que otra administración competente decida crear algún tipo de canon o el Ayuntamiento se vea obligado a aplicarlo", dijo.

Aunque la gestión del servicio pase a una empresa privada, se creará una comisión conformada por representantes municipales que fiscalizará a la adjudicataria.