Pleno municipal

El gobierno local aprueba en solitario la nueva ordenanza de terrazas de veladores

El delegado de Urbanismo, José Antonio Díaz, durante el debate de la nueva ordenanza de terrazas.

El delegado de Urbanismo, José Antonio Díaz, durante el debate de la nueva ordenanza de terrazas. / Miguel Ángel González

El gobierno local pudo sacar adelante este jueves, eso sí en solitario y con importantes reproches, la nueva ordenanza de terrazas de veladores. La propuesta normativa salvó esta tramitación gracias a la abstención de Partido Popular y Ciudadanos, pues el resto de grupos municipales (Adelante Jerez y Ganemos Jerez) y los dos ediles no adscritos votaron en contra al no aceptarse su petición de que se quedara sobre la mesa para que el texto tenga un mayor consenso. 

Toda la oposición coincidió en afearle al delegado de Urbanismo, José Antonio Díaz, que no les haya permitido presentar aportaciones al texto normativo municipal. De hecho, los socios habituales del ejecutivo (formaciones como Ganemos o Izquierda Unida) fueron especialmente beligerantes no solo en este aspecto sino en la ausencia de encuentros con algunas entidades vecinales de la ciudad. En cambio, el responsable de Urbanismo negó estas acusaciones asegurando que la propuesta llevada al pleno de este jueves cuenta con el beneplácito de las dos federaciones vecinales de la ciudad, así como de cuatro entidades que representan al sector hostelero y comercial jerezano. "Esta ordenanza es fruto del debate de de ellos", afirmó. Además, aseguró que la propuesta ya se le remitió a todos los grupos el pasado mes de octubre.

Este medio ha podido saber que el gobierno local barajó la posibilidad de retirar del pleno la nueva ordenanza se retirara de la sesión plenaria. De hecho, así lo reconoció el edil de Urbanismo a preguntas de Diario de Jerez, aunque finalmente se decidió mantener la propuesta para que se debatiese y aprobase "consideramos que no es justo que se tirase a la basura el trabajo de tantos meses de estas entidades y asociaciones por un posicionamiento político". 

Finalmente, la nueva ordenanza podrá continuar con su tramitación gracias a la abstención de Partido Popular y Ciudadanos. Jaime Espinar, en representación del PP, justificó el posicionamiento de su grupo en que no quieren ser “un obstáculo” para la aprobación de una normativa “muy importante para la ciudad”. Por ello, señaló que, en el caso de que en el periodo de alegaciones se logre un consenso mayor entre hosteleros y entidades vecinales, esta formación se planteará la posibilidad de un voto afirmativo.

Por su parte, Jesús García, edil de Ciudadanos, explicó su abstención en que considera que el texto no está los “suficientemente maduro” para que pueda contentar a todas las partes. Al respecto, dijo: “La ordenanza apunta buenas maneras, pero no va a tener el consenso de todos”.

PP y Ciudadanos absteniéndose en la votación de la ordenanza. PP y Ciudadanos absteniéndose en la votación de la ordenanza.

PP y Ciudadanos absteniéndose en la votación de la ordenanza. / Miguel Ángel González

Raúl Ruiz-Berdejo (Izquierda Unida) exigió en reiteradas ocasiones que la propuesta se quedara sobre la mesa al reclamar que haya un mayor acuerdo en la propuesta. “Esta es una cuestión de trascendencia y no es para que salga con solo 10 votos sino con los 27 de la corporación porque es una ordenanza que debe perdurar en el tiempo”, argumentó. En esta misma línea, Rocío Monedero (Podemos Jerez) le reprochó al ejecutivo que no se haya reunido con algunas entidades vecinales como la del centro histórico o Chapín. 

Por su parte, Kika González (Ganemos Jerez), tras criticar que se hayan visto obligados a presentar enmiendas al texto con sus propuestas (estas no fueron votadas. sino que se estudiarán en posterioridad como alegaciones), instó al resto de grupos de la oposición a votar en contra de la propuesta para forzar al gobierno local a sentarse a negociar con los grupos ya que, en el caso de que no haya alegaciones, advirtió de que se podría producir una aprobación automática de la ordenanza sin que se busque un mayor consenso.

Ángel Cardiel por su parte, alertó de que la propuesta deja “muchos puntos ciegos” que se tratarán a discreción de la Delegación de Urbanismo y Francisco Zuasti le reprochó al ejecutivo que no haya tenido en cuenta a los colectivos que representan a las personas con discapacidad para la elaboración de la ordenanza. Este último, en señal de protesta por la falta de diálogo, decidió marcharse de la sesión plenaria tras concluir el debate de esta propuesta. 

A todos estos reproches, el concejal de Urbanismo aseguró que la propuesta está justificada en la “alta demanda de empresarios” que advierten de las “carencias” de la actual normativa y aseguró que la ordenanza contribuirá a que haya una “mayor concienciación ciudadana de que hay que cumplir con mínimos de accesibilidad y el derecho al descanso de los vecinos”.

Una ordenanza que llega con retraso

La propuesta de ordenanza lleva más de año y medio en proceso de elaboración. En marzo de 2021 se realizó una consulta pública para que entidades, empresas y particulares presentaran sugerencias a su articulado, aunque no se presentó ninguna. Meses más tarde, representantes de la Delegación de Urbanismo mantuvieron reuniones con miembros de entidades como Horeca, Acoje o de las asociaciones de vecinos Solidaridad y La Plazoleta 2.0 para elaborarla. Tras la realización de los informes técnicos pertinentes, el proyecto de ordenanza se aprobó en una junta de gobierno local el pasado día 20 y se incluyó en el orden del día de la sesión ordinaria de este mes

La aprobación de la nueva ordenanza va con retraso ya que se ha sobrepasado el límite de 18 meses que dio la Junta de Andalucía a las entidades locales para adaptarla al nuevo Catálogo de Espacios Públicos, Actividades Recreativas y Establecimientos Públicos de Andalucía que entró en vigor en 2018.

Ahora bien, la futura reglamentación no solo servirá para adaptarse a la nueva ley autonómica, sino también a tratar de regular de manera más detallada y pormenorizada el diseño y la tipología de este tipo de instalaciones, especialmente en el centro histórico. Por regla general, se establece que las terrazas en la vía pública solo podrán ocupar un 50% del ancho de la acera, de la calle peatonal o de la plaza. Para ello, la nueva ordenanza incide en la necesidad de que se garantice “un itinerario peatonal accesible” que, generalmente, será pegado a las fachadas, salvo en aquellos casos que sea inviable.

También se podrán establecer zonas específicas donde se deberá cumplir una determinada estética y distribución de terrazas por la singularidad arquitectónica y patrimonial que tenga. Por otro lado, se regula el uso de tarimas para ocupar espacios de aparcamiento y se permitirá la instalación de barras portátiles en la vía pública durante los días que se celebren eventos, aunque deberá haber un acuerdo previo de la junta de gobierno local.

Finalmente, se incluirá una reducción de los trámites necesarios para la solicitud de las autorizaciones incluyéndose la posibilidad de la presentación de la declaración responsable. 

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