"No hay una 'gorda'. Absolutamente todo se invertía en las empresas"

Alfonso, Pablo y José María Ruiz-Mateos. Hijos del fallecido empresario jerezano

Tres de los seis hijos varones de José María Ruiz-Mateos analizan en una entrevista cómo fue la vida de su padre y en qué situación ha quedado la familia tras el fallecimiento del patriarca.

José María Ruiz-Mateos, rodeado de sus seis hijos varones. De izquierda a derecha, Zoilo, Alfonso, Pablo, Álvaro, José María y Javier.
José María Ruiz-Mateos, rodeado de sus seis hijos varones. De izquierda a derecha, Zoilo, Alfonso, Pablo, Álvaro, José María y Javier.
Ángel Espejo Jerez

27 de septiembre 2015 - 01:00

MAÑANA se cumplen tres semanas del fallecimiento del empresario jerezano José María Ruiz-Mateos, tres semanas en las que la familia ha tenido que digerir tan señalada pérdida. Y ha tenido que ver, leer y escuchar muchos comentarios sobre el empresario que fue del todo a la nada en cuestión de años. Tres de sus hijos, Alfonso, Pablo y José María, han roto su silencio y han hablado de su padre en una entrevista concedida a este Diario, la primera que conceden a un medio de comunicación desde el año 2011.

-Han pasado poco más de dos semanas desde el fallecimiento del patriarca. ¿Cómo se encuentra la familia?

-Alfonso: Son días muy tristes. A ello se le une la gran impotencia de ver cómo en algunos medios de comunicación se están diciendo verdaderas tropelías sin reparar un solo instante en la veracidad de las noticias con tal de vender y vender, aun a expensas de publicar mentiras y calumnias. Es muy duro ver cómo una persona como a mi padre, que se ha dedicado en cuerpo y alma al trabajo, siempre pensado en los demás y jamás en él, se le pueda recordar de esta manera por una parte de la sociedad. Es muy injusto no valorar sus aciertos a pesar de sus errores. ¿Cuánto bien ha hecho en Jerez? ¿Cuánto trabajo ha dado? Rumasa se funda con tan sólo siete obreros y llega a tener más de 65.000 empleados. De una pequeña bodega se llega a cerca de 700 empresas. Tampoco nos queremos acordar de las múltiples obras sociales y de caridad que hizo durante toda su vida. En la segunda Rumasa se llega a tener cerca de 10.000 puesto de trabajo. Creo que en su extensa trayectoria hay grandes aciertos y logros. No es justo que no se le recuerde por tanto bien que hizo.

-Y su madre. ¿Cómo está?

-Pablo: Nuestra madre, te puedes imaginar, se le ha ido el hombre de su vida. Después de casi 60 años de matrimonio y 13 hijos es durísimo perder a tu marido. Por otro lado, tiene una fe maciza y está muy arropada por todos los hijos y nietos. Necesita su tiempo para ir digiriendo su ausencia.

-¿Cómo fueron los últimos días de su padre? ¿Quiénes de sus allegados estuvieron con él en sus últimas horas?

-José María: Cinco días antes de su fallecimiento confiábamos que le podían dar el alta. Su siempre espíritu luchador incansable dejaba boquiabierto a médicos y enfermeras, con unas ganas de vivir enormes. Desgraciadamente, el viernes anterior tuvo un encharcamiento de pulmones y todo se complicó de manera irreversible. Durante los 22 días que estuvo hospitalizado estuvimos todos los hermanos junto a mi madre y varios nietos haciendo turnos para que en ningún momento estuviera solo.

-¿Por qué decidieron velarlo en el tanatorio privado de las Hermanitas de los Pobres de El Puerto?

-Alfonso: La madre superiora junto a una hermana de las Hermanitas de los Pobres fueron a visitarle dos días antes de morir. Ellas, con su cariño tan entrañable, se ofrecieron a velarlo. Ese cariño siempre fue recíproco. Mi padre les tenía muchísima admiración por sus maravillosas obras de caridad y asistencia a los más necesitados. Desde hace muchos años mi padre colaboraba con ellas.

-El funeral también fue muy familiar. ¿Echaron de menos a mucha gente ajena a la familia?

-José María: Nuestro padre siempre decía que en su funeral habría en su mayoría gente humilde y trabajadora por lo mucho que lo querían con auténtico amor fraternal y así fue. Fue una maravilla ver a empleados, operarios, jubilados, de diferentes partes de España, que hacía muchos años que no veíamos y que nos dieron un emotivo abrazo de corazón. Gente complemente desinteresada que vinieron a darnos su pésame para corresponder a mi padre. Por supuesto, también hubo muchos ejecutivos, que eran amigos de mi padre de toda la vida y muchos otros amigos. Gesto especialmente emotivo el de los hermanos de nuestra cofradía 'Las tres Caídas', que le cedieron el manto sobre su ataúd. Fue realmente emocionante. También quisiéramos aprovechar para darle nuevamente las gracias al obispo, don José Mazuelos, y a los salesianos, así como a otros once sacerdotes que vinieron desde distintos puntos de España sin aviso alguno.

-En caso afirmativo, ¿a quiénes echaron en falta?

-Pablo: Lo que fue realmente doloroso fue que nuestros hermanos Javier y Álvaro no pudieron estar durante estos días junto a mi padre y no haberle podido dar una abrazo de despedida. ¡Tremendo! ¡Se te rompe el alma! Es algo que jamás podremos olvidar, ese llanto sin consuelo posible, a través del teléfono.

-Tras el reciente fallecimiento, se ha escrito y hablado mucho, y no precisamente bien, sobre su padre y las maltrechas relaciones familiares. ¿Cómo se lo ha tomado la familia?

-Pablo: Es absolutamente falso. La familia está muy unida. Siempre lo ha estado, y así siempre lo ha querido mi padre. Y si quieres que te diga algo especial, tras la muerte de mi padre la unión se hizo más fuerte si cabe y por qué no..., quizás desde arriba ya estaba actuando.

-Su padre siempre hablaba de su fe. ¿Mantienen sus hijos esa inquebrantable fe divina?

-Alfonso: Hemos recibido una educación católica y hemos tenido unos padres que siempre han enseñado con su ejemplo más que con palabras. Vivimos también con intensidad esa devoción mariana tan profunda.

-Uno de los asuntos que han podido influir negativamente en la figura de su padre en los últimos años ha sido el de los pagarés. ¿Creen que los inversores de los pagarés de Nueva Rumasa recuperarán algo de su dinero?

-Pablo: Efectivamente, se ha escrito mucho sobre este asunto y se han dicho verdaderas burradas y falsedades. Es cierto que es muy doloroso no haber podido corresponder a la confianza que tuvieron los inversores con mi padre, fue lo peor que le podía pasar, porque siempre hubo y habrá la intención de pagar. Es un tema largo de explicar, mi padre desde los años 80 ya tenía gente que confiaba en su gestión empresarial y le daba su dinero con un tipo de interés más alto que los bancos. Durante toda su vida ha tenido ese capital de gente que confiaba en él. Bien es sabido en Jerez. Siempre cumplió con todas sus obligaciones, capital e intereses, durante décadas. Ante la inesperada recesión económica a nivel mundial tan bestial los bancos empezaron a apretar a las empresas, no solo a Nueva Rumasa, a todas en general. Querían recortar riesgos y amortizar préstamos sin posibilidad de renovación alguna. En ese momento, mi padre, con toda su buena voluntad, con la intención de seguir creciendo y creando empleo, publicitó unas campañas en los medios para captación de inversores cumpliendo religiosamente durante los dos siguientes años. Es el Banco Santander quien decide cortar a principios de 2011 la estrecha relación que tenía con las empresas de mi padre, llevando todo al traste a pesar que había activos muy importantes, superior al pasivo, pero en esos momentos de tan dura recesión no hubo posibilidad de hacer liquidez. Se han hecho muchísimas especulaciones de que hay dinero fuera, y es absolutamente falso, y así lo demuestra las comisiones rogatorias ordenadas por la Audiencia Nacional. No hay una 'gorda'. Todo, absolutamente todo se invertía en las empresas. Es verdaderamente difícil de entender pero mi padre luchó hasta el final con todo lo que tenía para sobrevivir sin tener que echar gente a la calle, a pesar que la intensa crisis. Quien tiene un empresa puede saber de lo que estamos hablando... Si no ajustas en momentos de crisis, la crisis te ajusta a ti..., y eso fue lo que le pasó. ¿Cuantos empresarios y cuántas empresas han desaparecido durante estos últimos años? Desgraciadamente la lista es interminable. Seguimos creyendo que, bien el tribunal Constitucional o el Tribunal de Estrasburgo, dictaminará un justiprecio de la Rumasa expropiada. Con poco que sea el importe se podrá pagar hasta el último euro. La defensa jurídica tiene un fundamento aplastante para que finalmente Europa dé la razón.

-El juez De la Mata ha decretado el embargo de los bienes y derechos que pudieran corresponder a los seis hermanos Ruiz-Mateos imputados en la causa de los pagarés de Nueva Rumasa en la herencia del último testamento conocido de su padre. ¿Conocían la existencia de este testamento?

-Alfonso: Sí, claro. La intención de mi padre fue pagar. Ojalá se pueda hacer liquido los derechos del justiprecio de la aberrante expropiación. Puede hacerse realidad su voluntad. De hecho, hay muchos inversores que tienen ya el reconocimiento de deuda ante notario en un documento firmado por mi padre, en torno al 40% de los inversores tienen dicho acta notarial. Ellos deberían cobrar los primeros.

-¿Tienen ya fecha para la apertura del testamento? ¿Conocen su contenido? En caso negativo, ¿Qué esperan encontrarse?

-Alfonso: Conocíamos desde hace tiempo su testamento. Lo único que hay son los derechos de cobro de los justiprecios de las 700 empresas expropiadas, por lo que todavía hay que luchar para que se haga justicia y se pague el justiprecio.

-Alfonso y Pablo han solicitado el indulto a su orden de ingreso en la cárcel, frente a la que piden el fraccionamiento de la multa impuesta. Si su insolvencia, certificada por la Agencia Tributaria, les impide pagar la fianza de 30 millones de euros impuesta en el caso de los pagarés, ¿cómo piensan hacer frente a dicho fraccionamiento?

-José María: Alfonso trabaja en una escuela de idiomas, su mujer es abogada y trabaja en un despacho. Viven en casa de su suegra. Su casa de Jerez se la quedó el banco hace ya más de un año. Pablo es autónomo y presta servicios a empresas. Su mujer es enfermera y trabaja de 9 a 9. Su casa está embargada y ejecutada. Ambos están haciendo todo lo posible para pagar la responsabilidad civil con sus ingresos. Hacen todo lo humanamente posible y todavía confiamos en que la Justicia valore, como ha sido regla habitual en los tribunales, que la pena es de sólo seis meses, que no tienen antecedentes penales y que los hechos ocurrieron hace 20 años, con un impuesto de sociedades de una empresa propiedad de mi padre , cuando contaban con 25 y 23 años respectivamente.

-Los representantes legales de los afectados les atribuyen un elevado nivel de vida que no se corresponde con su situación de insolvencia. ¿Es así?

-Pablo: Esa es otra sandez más. Absolutamente mentira. Tenemos que ir viviendo el día a día para salir adelante trabajando los dos cónyuges y en muchos casos ayudados por familiares y amigos. Hemos perdido todo y lo que hay, esta embargado por la Audiencia Nacional. Ya son casi cinco años de la hecatombe y subsistimos gracias a luchar día a día de forma modesta.

-El juez, y cito textualmente el auto de embargo, ve "indicios suficientes de que existen bienes inmuebles que figuran formalmente a nombre de sociedades vinculadas a Nueva Rumasa que están siendo disfrutados por los querellados, como un mecanismo para ocultar la verdadera o real titularidad y así prevenir la efectividad de medidas cautelares como la que aquí se acuerda". ¿Tienen algo que decir al respecto?

-Pablo: Todo, absolutamente todo, está en manos del juez. Durante estos casi cinco años no se ha descubierto nada de lo que se ha ido diciendo por ahí, que tenemos dinero, que tenemos patrimonio, nada. ¡Y es imposible que descubran algo porque no hay nada! Aquí se da lo que en derecho se llama la 'prueba diabólica', que somos nosotros los que tenemos que demostrar lo indemostrable. Nosotros somos quienes tenemos que demostrar que no tenemos dinero... ¿Cómo se puede hacer eso? ¿Cómo se puede demostrar que no tenemos dinero? Quien diga que lo tenemos tendrá que demostrarlo... Esa es nuestra gran impotencia. Aquí la presunción de inocencia brilla por su ausencia. Y todo porque la presión mediática ha distorsionado la realidad. Creo que tenemos una magnifica policía de investigación y jueces muy competentes para que hubieran descubierto algo de lo que dicen que tenemos... Si no es así, ¿será que efectivamente Nueva Rumasa se fue a la ruina como muchas otras empresas por la recesión? ¿O somos los más listos de España? Porque a Bárcenas, a Díaz Ferrán y a varios más les han descubierto dinero fuera. A nosotros nada, porque no hay, y así lo acreditan las innumerables comisiones rogatorias hechas por la Audiencia Nacional. ¡Nada!

-Certificados médicos acreditan que su padre arrastraba graves problemas cognitivos y de salud propios de su edad. En tal estado, ¿es cierto que seguía controlando al cien por cien el grupo empresarial?

-Alfonso: Todos las personas, ejecutivos y empresarios que trataban a mi padre hasta 2014 pueden acreditar que mi padre estaba en sus plenas facultades y todo quien lo haya conocido sabe que mi padre no ha hecho otra cosa que estar al pie del cañón día y noche. Es lo que le gustaba y disfrutaba con ello. También todo el mundo sabe, como decía el bueno de Pepe Álvarez en su declaración ante el juez Ruz de la Audiencia Nacional, ejecutivo histórico, que no se movía una silla sin el permiso de Don José María. Ha habido gente que por sus propios intereses han dicho chorradas y mentiras sobre este tema que curiosamente luego se han desdicho. A mi padre no le llevaba la contraria nadie. Cuando se le metía una cosa en la cabeza la seguía con su tremenda constancia y tenacidad.

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