Jerez

"Aquí hemos hecho hasta de peones de albañil"

Juan Rebollo y Manuel Fernández entraron a trabajar en este colegio en el año 70 y 71 respectivamente, cuando el centro estaba todavía adscrito al de Nuestra Señora de la Paz y uno de los recuerdos que les sigue impresionando es que en el año 78, "cuando las inundaciones, la valla del colegio se cayó. Aprovechando aquello nos dieron más terrenos y 300.000 pesetas para arreglarlo. Vinieron de la Base de Rota a arreglar la valla y la pusimos entre los maestros y los padres los fines de semana con la carretilla, haciendo de peones de albañil. Nos traíamos el mosto y los rabanitos. Las actuales pistas deportivas eran entonces un huerto". También cuentan que, como entonces no había tantos colegios, venían dos autobuses, "uno desde La Pita y otro desde Estella". Cobraban cincuenta pesetas al mes por "la permanencia", es decir, clases particulares para los alumnos que necesitaban un esfuerzo, aunque señalan que "esto era voluntario".

Cuando el colegio se independizó en el 78 hubo cierto debate a la hora de elegir el nombre, porque había dos propuestas: Antonio Machado y Manuel de Falla. "Hubo empate en el claustro -explican- pero llegó Manuel con su voto de calidad y dijo: se llamará como yo, Manuel".

Manuel Fernández dice que esta anécdota llega hasta el punto de que "cuando yo me fui, hubo alumnos que preguntaron: ¿y ahora cómo se va a llamar el colegio?" También cuentan divertidos que "los críos se creían que éramos hermanos e incluso algunos de los profesores no tenían claro quién era Juan y quién Manuel. Simplemente éramos Juan y Manuel".

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