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Manuel monge virués de segovia. Hermano mayor del transporte

"Ser hermano mayor del Transporte es un sueño"

  • Tras seis meses presidiendo la hermandad, Manuel Monge ha logrado unificar y poner de moda a la corporación nazarena del Transporte

"Ser hermano mayor del Transporte es un sueño"

"Ser hermano mayor del Transporte es un sueño"

-medio año como hermano mayor de la hermandad del Transporte ¿Qué balance hace de este tiempo?

-Bastante positivo. Hemos recuperado a muchos hermanos y la vida de hermandad crece. El equipo que iba a venir conmigo lo elegí con tiempo y estamos con muchas ganas.

"El año de la Misericordia nos ha servido para unificar más a la hermandad"Manuel MongeHno. Mayor del Transporte

-¿Qué tiene que decir a todos aquellos que le veían muy joven para presidir una hermandad como esta?

-Si es cierto que hubo hermanos antiguos que tenían sus dudas. Y era normal. Después de la procesión de la Reina el pasado mes de noviembre, vinieron muchos a decirme que dudaron pero que ahora estaban convencidos de que estaba preparado. Siempre respondo que todavía no he hecho nada apenas. Lo importante no es cómo comienza una legislatura sino cómo termina.

-¿Para ser un buen hermano mayor no es necesario tener sesenta años ni estar jubilado y con tiempo?

-Yo creo que no. El pleno de hermanos mayores, incluso, ha tenido una evolución clara. Se ven cada vez menos canas. Aunque también yo creo que las canas son necesarias. La experiencia combinada con la juventud es buena.

-¿Y por qué decide presentarse? ¿No había nadie?

-Fernando hace ya más de un año me lo planteaba. Confió siempre mucho en mí. Quizá siempre fue una ilusión. Desde niño siempre soñaba con ser hermano mayor de mi hermandad del Transporte. Mi planteamiento era el miedo de que los hermanos me aceptaran por mi juventud. Lo consulté con Fernando Virués, al que he seguido siempre. Después con mi madre. Ella no lo acababa de ver. Y después con el Señor del Consuelo y con la Reina del Transporte. Mis titulares me dieron el empujón final.

-El año de la Misericordia ¿Qué balance hace?

-Pues nos ha servido para unir a hermanos que estaban alejados de la hermandad. Los hermanos han acudido a la llamada de la Virgen. Ella ha sido la que lo ha conseguido. Muy contento con el año y con el final. Quizá el Jerez cofrade no imaginaba esta clausura que hemos hecho en el Transporte. El cortejo con doscientos hermanos, las conferencias a las que ha asistido mucha gente, la pontifical esa mañana de domingo. En definitiva estoy muy contento porque ha sido un pistoletazo de salida muy positivo para los que asumimos esta legislatura. Pero fundamentalmente porque nos ha servido para recuperar y unir más a nuestra hermandad.

-Desde fuera se os ve todos a una ¿Cómo lo ha conseguido?

-Yo creo que hemos tenido varias etapas en la hermandad. Al comienzo una dorada. Se hizo todo muy rápido y bien. Después, quizá, hay un pequeño bajón con la compra de la casa de hermandad. Esto lo he comentado con Paco González que fue el gran impulsor de esa época. Persona a la que tengo mucho respeto y cariño. Fue una época en la que había que buscar mucho dinero para pagar lo que ahora tenemos. No había tiempo para pensar en hacer vida de hermandad porque imperaba el dinero para hacer frente a los pagos. Con Fernando Virués se abre otra etapa en la que se comienza a trabajar por la vida de la hermandad. Ahora viene el final que es la reconciliación. Hablar con todos y cada uno de los hermanos y darle su sitio a cada uno. Escuchar es muy importante. Todavía podemos disfrutar de hermanos que fueron fundadores de la hermandad. Y eso es muy bonito. Conjugar la veteranía y las fatigas con las nuevas generaciones. Todo esto nos han ayudado a unirnos.

-¿Quizá hace falta en las hermandades cuidar más del patrimonio humano?

-Por supuesto. Las juntas de gobierno tienen que hacer más trabajo de campo. Estar más con los hermanos. Por un lado está la cofradía. Pero la cofradía al final siempre sale con las bandas, los pasos preparados y los nazarenos. Después está la hermandad. Y la hermandad es eso. Preocuparnos unos por otros. Escuchar a todos. Estar siempre atentos a los problemas de los hermanos.

-Debo de preguntarle por su condición de hermano mayor y de capataz.

-Ha sido la pregunta que más me han hecho. Yo cuando salí elegido no me planteé nada. Estábamos inmersos en el año de la Misericordia. Poco antes de la salida de la Virgen en noviembre, en cabildo de apertura, me preguntaron si seguía como capataz. Yo dije que no me lo había planteado. Pero ya allí vi el respaldo de la hermandad. Después tocó elegir capataces, yo salí de la sala y los miembros de junta votaron en secreto. Después del respaldo de los hermanos y de la junta, este año, decidí hacerlo. El año que viene Dios dirá. Tampoco he sido ni el primero ni seré el último.

-¿Algún proyecto para el palio?

-Proyectos hay. Lo primero es la restauración de los varales que no están bien. Podría haber un proyecto muy bonito para completar el palio y los faldones. El manto hay mucha gente que no lo ve bordado. Quizá podría llevar algo. No sería entero bordado, pero quizá un motivo distinto podría quedar muy bonito y distinto.

-¿Cultos especiales para la Reina del Transporte?

-No hemos decidido nada. Quizá una función solemne. Este año es el día de los redentores de cautivos. Y aquí en la Basílica el redentor de cautivos es Jesús del Consuelo. Pero no hay nada todavía. Lo de la Santísima Virgen se irá viendo porque su festividad real es precisamente el día de la Patrona. Y el mes de septiembre es el de nuestra Patrona la Virgen de la Merced.

-¿Está el Transporte de moda?

-A mí las modas no me gustan porque son pasajeras. Quizá gustamos más. Eso si puede ser cierto. Si lo estamos, que sea para siempre y no algo fugaz.

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