El Ayuntamiento de Jerez ya ha concedido licencia de obras para el hotel que se construirá junto al Hospital. El nuevo establecimiento de hospedaje se edificará en una parte de la parcela donde se proyectó un palacio de congresos cuya estructura de hormigón fue demolida hace aproximadamente dos años. En otro punto de estos terrenos lleva meses construyéndose un supermercado de la marca Lidl que abrirá sus puertas en los próximos meses.

Fue en una junta de gobierno celebrada el pasado 21 de diciembre cuando el gobierno local le concedió el permiso de construcción al proyecto presentado por la firma López Real 09 SL, vinculada al empresario ubriqueño José Luis López (es el emprendedor que ha instalado el parque de atracciones gratuito durante esta Navidad en las inmediaciones del Parque González Hontoria). Según el proyecto presentado, el futuro edificio contará con 84 habitaciones y se estima que tenga un coste de unos 1,6 millones de euros.

Según la información apuntada en los últimos meses por los representantes municipales, el establecimiento hotelero tendrá una categoría de dos estrellas. De este modo, una vez entre en funcionamiento se convertirá en el sexto negocio hotelero de esta categoría que esté operativo en la ciudad y el de mayor número de habitaciones de su categoría.

Tras adquirir esta parcela a una entidad bancaria (que previamente la había incorporado a sus activos tras la quiebra de la sociedad mercantil radicada en Sevilla que promovió el malogrado palacio de congresos), el nuevo propietario de esta parcela, que tiene una superficie de unos 13.555 metros cuadrados y que está dividida en dos al haberse construido un vial de acceso desde la avenida Reina Sofía, planteó un proyecto que albergara distintas actividades económicas.

Precisamente, hace escasas fechas concluyeron las obras de conclusión de la urbanización de este enclave, unos trabajos que han estado paralizados más de una década dado que esta actuación debería haber sido acometida también por el promotor del palacio de congresos. Los trabajos, que comenzaron en octubre de 2021 y fueron contratados por el Consistorio, han tenido un presupuesto de unos 948.000 euros aproximadamente.

De este modo, en primer lugar, se pidió licencia para la construcción de un supermercado que finalmente será explotado por la distribuidora alemana Lidl. Este será el tercer establecimiento de esta firma en la ciudad tras los que ya están operativos en la avenida de Europa y en Puerta del Sur. También se proyecta en estos suelos la construcción de una gasolinera y de un establecimiento de comida rápida (todo apunta a que el local estará regentado por la firma Popeyes). Ahora, el promotor ha obtenido autorización para iniciar no solo la construcción del hotel de 84 habituaciones sino también de un aparcamiento en superficie.

Dos parcelas municipales aún sin desarrollar

Estos proyectos empresariales se están edificando sobre una de las dos parcelas lucrativas situadas entre el Hospital de Jerez y la Cooperativa Vitivinícola Nuestra Señora de las Angustias. Los suelos se asientan sobre una unidad urbanística (su denominación en el planeamiento es Área de Planeamiento Incorporado (API) 10.17 Cooperativa) conformada por tres parcelas. El antiguo palacio de congresos ocupaba la de mayor superficie pues se extiende no solo por la zona donde en estos momentos se construye el nuevo supermercado sino también por buena parte de una pastilla de terreno alargada ubicada entre las instalaciones bodegueras y la avenida Reina Sofía.

Junto a ella, hay otra parcela destinada para actividades económicas de unos 3.700 metros cuadrados que es de propiedad municipal. La pretensión del Ayuntamiento es de venderla si llega algún comprador interesado en ella, aunque, a día de hoy, aún no la ha sacado a licitación como sí ha hecho con otros suelos en enclaves industriales como El Portal, el Parque Tecnológico Agroalimentario o la Ciudad del Transporte.

Finalmente, hay una tercera parcela de unos 6.740 metros cuadrados aproximadamente y situada a espaldas del futuro espacio comercial, que también forma parte del patrimonio municipal y que, según el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), debe destinarse a equipamientos públicos. Entre los usos permitidos se encuentra el comercial y hotelero, el administrativo y el ocio. No ha trascendido los planes municipales para estos suelos.