Las malas pulgas de la Administración

Vecinos de San Miguel llevan 8 años de denuncias por un ‘criadero’ de gatos en una vivienda en calle Empedrada

Una familia de Jerez ofrece 300 euros de recompensa por ayudar a encontrar a su gato

Uno de los gatos asomado por la valla metálica de la vivienda de la calle Empedrada.
Uno de los gatos asomado por la valla metálica de la vivienda de la calle Empedrada. / Vanesa Lobo

Los vecinos de la calle Empedrada número 30 ya no saben a dónde acudir. Llevan alrededor de ocho años batallando para que alguna Administración u organismo actúe. Denuncian que llevan años padeciendo malos olores y plagas de pulgas debido a la existencia de una especie de ‘criadero’ o refugio para gatos que una vecina tiene en su vivienda, colindante al bloque de estos vecinos.

Desde el Ayuntamiento de Jerez reconocen que la problemática existe y aseguran que se ha dado parte a la delegación territorial de Salud. Sin embargo, nadie ha solucionado aún esta situación a pesar de que policía, técnicos e, incluso, un veterinario han acudido a la vivienda. “La mujer suele salir de noche y no le abre la puerta a nadie cuando vienen pero no podemos seguir así siempre”, lamenta Manuel Jesús, uno de los afectados, que ha denunciado tanto sin éxito en Medio Ambiente como en Bienestar Social en el Ayuntamiento como en la Junta y el Seprona.

Tres de los vecinos afectados de calle Empedrada, 30.
Tres de los vecinos afectados de calle Empedrada, 30. / Vanesa Lobo

Lo cierto es que basta pasear por la zona o subir a la azotea comunitaria de este bloque para comprobar los malos olores. Especialmente en estos días en los que el calor está apretando con fuerza. “No podemos abrir las ventanas y tenemos que fumigar varias veces al año porque con tantos gatos, son habituales las pulgas”, afirma.

Esta mujer se vino de Madrid con un montón de gatos pero es que sigue cazando más, pone trampas en la calle y en las zonas cercanas y también comida para que se acerquen”, señala este vecino. De hecho, a escasos metros de estas viviendas pueden encontrarse comida de gatos y también pequeñas casas con algún gato rondando cerca en la calle.

Una 'casa' para gatos, en una calle aledaña a Empedrada.
Una 'casa' para gatos, en una calle aledaña a Empedrada. / Vanesa Lobo

“Ya no sabemos a quién acudir, se pasan la pelota del Ayuntamiento a la Junta sin que nadie nos solucione esto”, critica. Desde la terraza de su bloque puede verse una gran estructura techada de la que cuelgan ‘camas’ “donde muchas veces vemos los gatos acostados”, explica el presidente del bloque.

“Es una vivienda de dos plantas y la señora, cuando la compró, le hizo una reforma que fue vallar todo el perímetro de la azotea de la casa con un cerramiento metálico techado para introducir alrededor de cincuenta gatos”, explica.

Bajo la zona techada se encuentran los gatos, según denuncian los vecinos.
Bajo la zona techada se encuentran los gatos, según denuncian los vecinos. / Vanesa Lobo

Por ello, Manuel Jesús insiste en que “desde hace 8 años llevamos padeciendo unos olores nauseabundos provocados por las micciones y cacas de los animales y por no haber ninguna limpieza, junto a fumigaciones de nuestro patio comunitario por plagas de pulgas todos los veranos . Estamos en un callejón sin salida, no podemos  abrir ventanas ni puertas que dan al patio ni a la calle principal debido a los fuertes olores y ni siquiera poder tender la ropa debido al olor que impregnan”. “Los vecinos estamos cansados psicológicamente  y mentalmente a consecuencia de este calvario.Esta señora no hace caso a nadie ya que después de las infinidades de visitas que le han hecho porque no abre la puerta de su vivienda”, concluye desesperado.

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