Jerez

La manzanilla gana peso en el Consejo Regulador

  • El pleno del vino aprueba crear una comisión específica del vino sanluqueño, similar a la que ya existe para el Vinagre de Jerez

  • La propuesta sale adelante pese al recelo de Fedejerez

Los integrantes de la Mesa de la Manzanilla, órgano constituido en septiembre de 2018 en Sanlúcar.

Los integrantes de la Mesa de la Manzanilla, órgano constituido en septiembre de 2018 en Sanlúcar.

A la tercera fue la vencida. Poco más de un año después de su constitución, la Mesa de la Manzanilla, que agrupa a la mayoría de las bodegas con intereses en la Denominación de Origen del vino sanluqueño, ha logrado su objetivo de ser reconocida por el Consejo Regulador.

Tras los dos intentos anteriores fallidos –el primero antes de su constitución y el segundo, el pasado mes de septiembre– de formalizar este foro profesional de debate en el seno del Consejo, el pleno del vino ha dado esta semana su aprobación a la propuesta presentada por el vocal de la manzanilla, Claudio Arañó (Bodegas Barbadillo) para la creación de la comisión técnica de la Manzanilla, que nace a imagen y semejanza de la comisión del Vinagre de Jerez.

La citada comisión, según contempla la propuesta, abordará los asuntos relativos al pliego de condiciones de la DO Manzanilla, así como todo lo relacionado con la mejora tanto de la promoción de este vino como de su representatividad. Cabe recordar, en este sentido, que Fedejerez ha propuesto crear un segundo vocal de la manzanilla, que representa ya el 23% de las ventas totales de los vinos amparados frente al poco más del 21% del fino, de cara a las elecciones que se celebrarán el próximo año. Y aunque de esta forma pasaría a duplicar su representatividad, presumiblemente el segundo vocal caería en manos de la patronal bodeguera jerezana.

Precisamente, la Mesa de la Manzanilla se constituyó hace poco más de un año con idea de debatir los asuntos que conciernen al vino sanluqueño para buscar consensos entre las bodegas comercializadoras de la manzanilla antes de elevarlos a pleno. Ya en su nacimiento, la Mesa dio traslado al Consejo de su constitución con idea de poder algún día, como finalmente ha ocurrido esta semana, lograr su regularización y convalidación en el seno de la institución jerezana del vino.

La comisión de la Manzanilla ve la luz pese al recelo de Fedejerez, cuyos asociados temen que este foro se convierta en altavoz de las reivindicaciones del grupo de bodegas manzanilleras que cuestionan desde el actual reparto de sillones en el pleno del vino hasta las normas básicas de funcionamiento de la DO. No en vano, la Mesa de la Manzanilla cuenta entre sus integrantes con varios miembros de la Asociación de Bodegas ‘Artesanas’ de Sanlúcar, partidarias del uso del ‘Bag in Box’ para la comercialización de los vinos amparados y al que finalmente cerró la puerta el Tribunal Supremo en una sentencia reciente. No es la única polémica a la que se enfrenta el sector, que también arrastra, por ejemplo, el debate sobre la prohibición del fino de Sanlúcar, que Fedejerez quiere suprimir al entender que todo el vino que se elabora en la vecina localidad debe necesariamente ser manzanilla.

La Mesa de la Manzanilla cumple así su objetivo de lograr el reconocimiento de la institución jerezana del vino

Pese a los temores de los asociados a la patronal bodeguera, la propuesta aprobada en pleno con nueve votos a favor –cooperativas y viñistas independientes– y nueve abstenciones –las de los vocales de Fedejerez–, contempla únicamente que entre los miembros de la comisión haya dos representantes de los autodenominados manzanilleros ‘artesanos’ –Hidalgo La Gitana y Herederos de Argüeso– frente a los tres de las bodegas que manifestaron públicamente su rechazo al envase de cartón –Barbadillo, La Guita y Delgado Zuleta–. La comisión se completaría con un representante de Lustau, otro de la Cooperativa Virgen de la Caridad de Sanlúcar y otro de los viñistas independientes de Asevi-Asaja.

En virtud de la propuesta, la primera convocatoria de la comisión tendrá lugar una semana antes del pleno de enero para debatir dos asuntos prioritarios: el análisis del mercado de la manzanilla y la categorización del vino sanluqueño –manzanilla fina, pasada...– dentro del pliego de condiciones.

Con motivo de la constitución de la Mesa de la Manzanilla en septiembre del año pasado, el entonces vocal de este vino Víctor Vélez, también de Bodegas Barbadillo, manifestó la necesidad de amparar los intereses de muchas bodegas de Sanlúcar, algunas bastante importantes, que carecen de representación en el Consejo Regulador.

Vélez apeló entonces al “trabajo, esfuerzo y unión” como base para “ser más competitivos a través de la colaboración”, al tiempo que significó que tras “las discrepancias que han llegado a los medios de comunicación, las redes sociales e incluso a los juzgados, pretendemos que la Mesa de la Manzanilla sea una comisión de trabajo en la que se debata de manera serena y eficaz, intentando consensuar las propuestas. Queremos que las bodegas que no están representadas en el pleno se sientan, al menos, escuchadas para tratar de buscar soluciones innovadoras al sector. Que ese debate exista en un foro profesional”.

Y entre las asignaturas pendientes, el también director general de Barbadillo citó entonces la necesidad de impulsar las exportaciones de manzanilla, que no llegan al 10% del total pese a ser el vino más vendido, así como el reto de la mejora de la comunicación de este vino en el mercado.

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