Las mil caras de la 'droga de moda'

Sociedad

Defensores y detractores del consumo y regularización de la marihuana coinciden al alertar que falta responsabilidad entre los adolescentes. "Cada vez empiezan antes".

Las mil caras de la 'droga de moda'
Pablo Fdez Quintanilla Jerez

21 de diciembre 2015 - 01:00

"De unos 6 o 7 años para acá ha cambiado la forma de consumir entre los jóvenes. Ahora empiezan antes, desde los 13 años. Y ya no tenemos un perfil concreto. Por supuesto, sigue habiendo familias desestructuradas cuyos hijos están desatendidos o en un mal ambiente. Pero, si te soy sincera, en terapia ahora mismo hay menos adolescentes de zonas menos pudientes que de zonas normales o de clase más alta". Quien lo dice es María del Carmen Tocón, terapeuta en 'Proyecto Joven', el área especializada en los más pequeños de 'Proyecto hombre'. La marihuana se ha convertido en los últimos tiempos en la droga de moda. Sus defensores aseguran que no genera dependencia física. "Mira, todo lo que implique una necesidad incorporada a una rutina implica adicción, porque cuando dejan de consumir ya no mantienen la misma forma de vida", asegura Tocón. "Nosotros no entramos en que se legalice o no la marihuana, su estatus jurídico nos da igual. Tenemos a chavales con adicción al alcohol o a las nuevas tecnologías a los que tratamos por su consumo obsesivo e inadecuado, y son comportamientos que no persigue la ley directamente".

A juicio de Tocón, "el problema está en los hogares. Aquí incorporamos la terapia con la familia". ¿Son peores padres ahora que hace 20 ó 30 años? "No, no es eso. Tiene que ver con el ritmo que imprime la sociedad sobre nuestras vidas. Los chicos se acostumbran desde temprano a recibir sin aportar nada a cambio. No son conscientes de las consecuencias que tienen sus decisiones. La publicidad enseña a fijarse en el otro para ser mejor y a obtener el beneficio rápido. Los padres están insertos en ese modo de vida y no se dan cuenta de lo dañino que resulta. Nosotros no proponemos que se prohiba continuamente una serie de comportamientos. Es más cuestión de enseñarles a decidir por ellos mismos", explica Tocón.

La crisis económica lleva mucho tiempo trastocando todos los comportamientos de la sociedad, "pero a mí no me gusta identificar temporalmente el inicio de la crisis con esos 6 ó 7 años que te comentaba del aumento del problema. Creo que para un adolescente con desórdenes emocionales, cualquier excusa va a ser buena para un mal comportamiento. ¿Crees que es normal que un chaval de 12 años me diga que no quiere estudiar porque no va a encontrar trabajo? Es su excusa, pero los desequilibrios, que son los que trabajamos, siguen estando ahí".

La situación legal de la marihuana es curiosa. La última Ley de Seguridad Ciudadana recoge que su consumo en la vía pública no está permitido, al igual que la plantación en zonas que sean visibles desde la calle. No dice nada, por ejemplo, del consumo en el domicilio o de la venta de semillas. En Jerez, hay varias tiendas especializadas en el comercio de las futuras plantas. "Nosotros vendemos para autocultivo, no para el tráfico. Viene gente de todo tipo, desde los 18 años hasta los 60; médicos, abogados o jóvenes parados sin perspectiva", explica Aitor Soler, de 'Yervawena Grow Shop'. "Hay mucho desconocimiento en esta sociedad sobre la marihuana. A quien esté en contra de la legalización, le aportaría datos. Yo siempre subrayo que no es perjudicial". Eso sí, defiende un consumo responsable y respetuoso con el entorno. "Yo pondría multas más graves a quien fume en la calle, con más días de trabajo social aunque no de gran cuantía económica". También defiende la regularización y el mayor conocimiento de la marihuana medicinal. "¿Por qué no puede haber en Jerez un nuevo filón para la agricultura con el cultivo de marihuana para surtir a los hospitales y a todo tipo de personas con alguna enfermedad? Esta situación de ilegalidad propicia el mercado negro y todo lo que eso conlleva. Creo que la administración podría garantizar ese mínimo de seguridad en el consumo", defiende Soler.

"Una vez llegó una mujer a mi local y me preguntó cómo podía dedicarme a esto. No se lo preguntan a los estancos, pero bueno. Con todo, es que esta mujer perdió un hijo por la droga. Y le expliqué, con buenas maneras, entendiendo su dolor, que no pudo ser un problema con la marihuana el que le hizo perder la vida. El cannabis no es así", denuncia.

Borja Villegas, de 'Doctor Cogollo', fue "el primero en vender semillas en Jerez, desde el año 2.000". Es un defensor de la legalización y el consumo de cannabis. "Hay varios tipos, unas plantas relajan y otras activan. La gente confunde mucho. Porque por consumir marihuana nadie roba, ni se maltrata ni se dan palizas. Tiene más riesgo para la salud fumar tabaco, y provoca más problemas sociales el alcohol". Además, asegura que no es una 'droga puente', que implique más tarde el consumo de otras sustancias. "Diferente es que haya gente que se meta de todo y se identifique con que consuma cannabis". Así, lamenta la estigmatización.

Desde la Policía Nacional avisan de que "el consumo diario provoca autoexclusión. Un estudiante que se pasa el día fumando porros no rinde al mismo nivel. Nos hemos encontrado a jóvenes que se ponen el despertador a las tres de la mañana para fumar, y esto implica dependencia". En concreto, "lo que se produce es una adicción más psicológica que física, porque quien se pasa el día bajo los efectos de la marihuana y el hachís corre el riesgo de no saber afrontar su vida", y acaba modificando absolutamente sus hábitos. "Es detonante de peleas y otros malos comportamientos, porque no es en absoluto una droga inocua, como algunos creen. Quizá no sea absolutamente destructiva, pero hay que desterrar esa idea de que es una droga blanda cuyo consumo no trae consecuencias porque no es cierto", denuncian desde el cuerpo.

"En un día de vigilancia se levantan varias actas relacionadas con las drogas. Nos fijamos mucho en el consumo a la hora del recreo, cuando algunos alumnos pueden salir a fumar". La Policía Nacional, a través de programas de choque y conciencia comandados por la subdelegación del Gobierno -por ejemplo, una parte del 'Plan director de convivencia' en las escuelas- está realizando un esfuerzo en las inmediaciones de los centros educativos para controlar el tráfico ilegal entre los estudiantes.

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