Día de Todos los Santos

Bajo el paraguas de la fe

  • A pesar de la lluvia, muchas familias acudieron al cementerio este año, tras la escasa afluencia del pasado debido a la pandemia

  • La mascarilla era obligatoria para poder acceder a las instalaciones

Varias personas con paraguas, este lunes en el cementerio.

Varias personas con paraguas, este lunes en el cementerio. / Pascual (jerez)

Muchos fueron los jerezanos que el año pasado prefirieron quedarse en casa y no acudir al cementerio debido a la pandemia. Este año, sin embargo, el camposanto de Nuestra Señora de la Merced dio muestras de haber recuperado cierta normalidad y registró este lunes, Día de Todos los Santos, una afluencia continua durante toda la jornada, especialmente por la mañana.

Las previsiones meteorológicas, que anunciaban lluvias, hizo que muchas familias acudieran a las instalaciones temprano. De hecho, a las diez de la mañana el aparcamiento del cementerio estaba prácticamente lleno. No obstante, fue a partir de las once y media de la mañana cuando el movimiento fue más evidente.

Como es habitual los puestos de flores daban la bienvenida a las familias que se acercaron este lunes al cementerio. Algo tradicional que contrastaba con la existencia de un puesto de hamburguesas y bocadillos y otro de venta de verduras junto al aparcamiento.

Una vez dentro del cementerio, la estampa era la misma de cada 1 de noviembre, jornada previa al Día de los Difuntos: familias limpiando lápidas, adecentando nichos, poniendo flores frescas, rezando o recordando anécdotas del fallecido. “Aquí vengo a ver a mi padre”, comentaba sonriendo un hombre de avanzada edad mientras saludaba a otros conocidos que se acababa de encontrar.

Otros, cuyos familiares habían fallecido más recientemente, tal como podía verse en sus tumbas, guardaban silencio con gesto triste junto a sus lápidas.

También un coche fúnebre accedía lentamente al cementerio momentos antes de que se celebrara este nuevo entierro rodeado de los seres queridos del fallecido.

Algunos minutos antes de las doce, el panorama cambió en el cementerio cuando la lluvia hizo su aparición. Los que llevaban paraguas continuaron con sus labores de limpieza y adecentamiento de nichos, lápidas y mausoleos. Otros continuaron en el cementerio a pesar de no tener paraguas ni chubasqueros mientras la lluvia les calaba. Quizá porque en días como este la fe cala más que el agua.

Sin embargo, muchas familias optaron por abandonar el cementerio y marcharse antes de las inclemencias meteorológicas fueran a más. A paso ligero abandonaron el camposanto en dirección al aparcamiento, donde se formaron algunas colas precisamente por la lluvia que, aunque anunciada, modificó los planes de algunos jerezanos.

Cambios por la pandemia

Como ya ocurrió el pasado año, las medidas para evitar la propagación de la Covid-19 han seguido vigentes en Nuestra Señora de la Merced desde que se puso en marcha el dispositivo especial por el Día de Todos los Santos, que finalizará este martes Día de los Difuntos.

Por ello, el uso de mascarilla y mantener la distancia de seguridad eran requisitos para poder circular estos días por el cementerio. Tampoco estaba permitido fumar. Reglas que, salvo algún caso aislado, se han cumplido sin problema este lunes.

El dispositivo municipal también ha incluido la presencia de personal municipal encargado de desinfectar las escaleras que se han facilitado a las personas que así lo requerían, así como de controlar la entrada y facilitar indicaciones a los jerezanos que lo necesitaban.

Además, la entrada al cementerio se realizaba este lunes por el cementerio musulmán, ubicado más cerca del aparcamiento exterior, y la salida por donde habitualmente se accede a las instalaciones para evitar así grandes aglomeraciones.

La jornada transcurrió con normalidad y sin problemas gracias al dispositivo, pero también debido a que la pandemia y la lluvia frenaron a muchas familias que prefirieron acudir en días anteriores o permanecer menos tiempo en el cementerio.

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