Según declaró el presunto parricida a los agentes de la Policía Nacional, la discusión que acabó con la muerte de su padre se produjo el pasado lunes a las 12,30 horas del mediodía. No fue hasta la noche del pasado martes, a las 21,30 horas, cuando acompañada de un familiar se personó en la comisaría del Arroyo para confesar los hechos.

Esto viene a significar que el cadáver estuvo en el inmueble número 3 de la calle Jorge Manrique, en la popular barriada de El Agrimensor, 33 horas, tiempo que tardó el hijo en dar conocimiento del óbito a las autoridades. Como ya se sabe, el crimen fue perpetrado a golpes con una barra de hierro.

Del móvil ha trascendido que se debió a una discusión entre el hijo y el padre, motivo por el que la investigación ha recaído en la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) del Cuerpo Nacional de Policía en Jerez y no en la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) como es habitual.

La práctica de pruebas forenses resultará vital en la investigación. Éstas se realizarán tanto sobre el cadáver del fallecido, que este miércoles fue trasladado al Anatómico Forense para su autopsia, así como sobre el hijo, de quien se sospecha que pueda padecer trastornos mentales.