Elecciones

El ya disputado voto conservador

  • El PP no tiene un dominio absoluto del centroderecha como antaño

  • ¿Es Vox una amenaza real por la derecha?

Urnas en el sótano de los juzgados de la avenida Tomás García Figueras de Jerez.

Urnas en el sótano de los juzgados de la avenida Tomás García Figueras de Jerez. / Miguel Ángel González

Vox no es un recién llegado. El partido se creó a finales de 2013 y desde 2014 ha podido ser votado por los jerezanos en las elecciones celebradas desde entonces, salvo en las municipales de 2015 donde no presentó candidatura. Hasta ahora, el respaldo recibido por esta formación ha sido ínfimo; no en vano, su mejor resultado fue en las europeas de 2014 con apenas 665 votos (un 1,06% del total).

Ahora bien, este partido no estaba entonces en la misma situación de la que disfruta a las puertas de la siguiente cita con las urnas, las autonómicas del 2 de diciembre. La querella contra los dirigentes del procés y el golpe de moral que supuso su cita en el palacio Vistalegre de Madrid (donde reunió a unas 9.000 personas) le han dado una proyección impensable hasta no hace mucho. Estas buenas sensaciones se han traducido a escala local con un acto multitudinario en Cádiz hace varias semanas y con otro en Jerez el pasado 28 de octubre con lleno en el hotel Guadalete.

Por lo tanto, en este contexto, este medio se ha preguntado: ¿este partido es una amenaza real para PP y Ciudadanos o es flor de un día? Este interrogante se ha trasladado a las dos formaciones que mayoritariamente se disputan el votante de corte conservador y esto es lo que han dicho.

Fuentes del PP consideran que Vox sigue siendo una “opción política minoritaria” a pesar del éxito de sus convocatorias. Eso sí, reconocen que en estos últimos años se ha producido una “cierta disgregación” del voto del centro-derecha por la irrupción de Ciudadanos; pero eso no ha sido óbice para seguir siendo, y con amplia diferencia, la opción favorita del electorado conservador. Así entienden que el daño en forma de pérdida de votos ya se ha producido y que ahora se vuelve a una senda positiva. Una fuente de esta formación sostiene: “Hubo gente que votaba al PP y se fue a Ciudadanos; pero como este partido les ha decepcionado ahora han apostado por Vox”.

No obstante, desde el PP se apela al “voto útil”. “Todo lo que sea dividir el voto de centro-derecha es permitir que gobierne el PSOE con Podemos en Jerez, en la Junta y el Gobierno central”, comenta una fuente de este partido.

Mientras, fuentes de la formación naranja minusvaloran el daño que una formación como Vox pueda hacerles al entender que no juegan el mismo partido al asegurar que la formación naranja es de “centro, moderada y liberal” y no de “extrema derecha”. Es más se remiten a las declaraciones realizadas por su líder, Albert Rivera, al día siguiente de que Vox llenara el Palacio de Vistalegre. “Uno de los errores es crear una burbujita y hablar de otros partidos y no de los problemas de los ciudadanos”, dijo entonces el líder de Ciudadanos.

Por lo tanto, si algo está claro es que el voto conservador ya no es exclusivo del PP. De hecho, y centrándolo en Jerez, Ciudadanos ha conseguido hacerse un hueco en los feudos tradicionales populares.

El término municipal está dividido a efectos censales y electorales en 10 distritos. El número cuatro tiene como eje central la avenida Domecq extendiéndose desde Divina Pastora hasta Pozoalbero incluyendo a San Joaquín, la urbanización Jacaranda, Palos Blancos, El Altillo y el entorno de Hipercor. Este enclave, con unos 17.500 votantes potenciales (un 10% del total del censo), además de ser el que tiene mejores cifras de participación, mantiene una tendencia de voto conservador de manera histórica, aunque que es una muestra palpable de este retroceso de los populares en beneficio de Ciudadanos.

En los comicios autonómicos de 2012, por ejemplo, el 56,5% de los que acudieron a votar eligieron la papeleta del PP; en cambio, para la convocatoria de 2015 la formación popular siguió siendo la fuerza más votada pero bajó hasta el 36,5%. Por contra, Ciudadanos logró un 12,7% de los sufragios mostrando así que hubo un trasvase de votos. En las últimas generales, las de junio de 2016, ocurrió lo mismo, aunque con un PP consiguiendo el 46,2% de los votos y la formación naranja el 13,8%. Cuatro años antes, el PP arrasó en este distrito.

Vox, por contra, consiguió en las autonómicas de 2015 únicamente 445 votos (un 0,45% del total) . Pero como anécdota cabe decir que en las mesas donde más sufragios consiguió fue en la mesa donde votan los residentes de la plaza del Caballo y de parte de la margen izquierda de la avenida la avenida Álvaro Domecq.

No es el único distrito en que ocurrió esto. También tuvo similar comportamiento los dos distritos que engloban el centro de la ciudad, que suelen dar buenos resultados al PP (en ellos reside el 15,9% del censo). En 2012 logró el 56,5% en el distrito uno (intramuros) y el 58% en el distrito 2 de extramuros (además de enclaves como San Miguel, el entorno de San Pedro o Pío XII incluye zonas fuera del casco histórico comoMadre de Dios, Estancia Barrera o Agrimensor, entre otras). En cambio, en la convocatoria de 2015 bajó hasta el 36,7 y 39,5%, respectivamente, con Ciudadanos irrumpiendo con el 12,7 y el 16,9% de los votos.

Esto corrobora en definitiva que entre el electorado de centro y de derechas se está produciendo desde hace años un cierto movimiento fluctuante impensable hasta no hace mucho. El 2 de diciembre se despejarán algunas incógnitas, entre ellas si el PP logra frenar a Ciudadanos y si Vox, tras años de intrascendencia, acaba siendo un partido a tener en cuenta.

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