Solo el penitente pasará

Educación | Psicología

La culpa.
La culpa. / Fille FRISÉE
Marina Ramos Rivelott - mramos_rivelott@hotmail.com

11 de marzo 2025 - 03:03

Son más de quince años que ejerzo mi profesión de psicóloga y, sin duda alguna, la piedra angular sobre la que se erigen la mayoría de nuestros problemas emocionales es LA CULPA.

La culpa utiliza mecanismos y vías corporales anteriores a su existencia como emoción. Comparte circuitos con el sistema del miedo y la ansiedad activando la amígdala y generando hiperactivación y estrés. También está ligada al dolor y al malestar físico porque el cerebro la procesa como si fuese una herida y está vinculada con las redes neuronales del asco haciéndose sentir como un alimento en mal estado que rumiamos sin lograr digerir.

Nuestro cerebro se alerta pero no sabe si la amenaza es física, social o moral pues la culpa ha afectado de formas muy distintas a nuestra especie. Al principio era un mecanismo de regulación social que nos avisaba del riesgo de ser excluidos del grupo pero se fue convirtiendo también en un freno interno que nos mantiene alineados con valores morales incluso cuando no hay testigos humanos, cuando están solos nuestra conciencia y Dios.

Así como en la arquitectura, cuando se retira una piedra angular la estructura se tambalea, cuando soltamos la culpa muchos de nuestros cimientos también se desmoronan y es en ese vacío que deja donde tenemos la oportunidad de reconstruirnos de manera más consciente, fuerte y misericordiosa.

Vengo practicando una suerte de confesión laica en la que tras escuchar y analizar los ‘pecados’ propongo un sacrificio que sirva como moneda de pago para la conciencia. Puede ser una buena acción, restablecer la relación con un ser querido, dejar un mal hábito, adquirir un compromiso que encauce la vida… porque como dice la oración: “… he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión”, y a veces necesitamos que alguien interceda por nosotros, pero liberarnos de la culpa no significa eludir la responsabilidad.

“Solo el penitente pasará. El penitente es humilde ante Dios ¿Qué hace el penitente? El penitente se arrodilla ¡Arrodíllate!” y es así como Indi pasa con éxito una de las pruebas de fe que lo acercan al Santo Grial en la película ‘Indiana Jones y la última cruzada’. Puede resultar un tanto sensacionalista pero es una metáfora de cómo hincarnos de rodillas y entonar el mea culpa a veces es la única receta para salir sanos y salvos ante ciertas encrucijadas.

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