Jerez

"Si quieres ver a alguien vete a la calle Algarve, es seguro que tarde o temprano pasará por allí"

Existe una frase referente a la famosa plaza londinense de Picadilly Circus que dice: “Si quieres ver a alguien vete a Picadilly, es seguro que tarde o temprano pasará por allí”. Pues bien, algo parecido se podría decir de la calle Algarve al ser obligado paso para cualquier gestión, recado o compra que en el centro de la ciudad tengamos que realizar, como señala Antonio Mariscal.

Esta calle toma su nombre de esta región portuguesa, ya que aquí se establecieron después de la Reconquista 85 familias procedentes de ese territorio del sur de Portugal. Como cabe suponer, hasta el siglo XVI en que se abren nuevas puertas y portillos al exterior de la muralla que rodeaba a la ciudad, la calle quedaba cerrada por el propio muro hacia lo que es hoy calle Larga. En el postigo que se abrió en el mencionado siglo y que fue derribado en 1832, existió una capillita con una imagen en terracota de la Virgen de las Angustias la cual se venera actualmente bajo la torre de la Atalaya en la iglesia de San Dionisio.

Varias callejuelas, algunas sin salida, componen este sector. Calles como Remedios, Santa Ana, Peral y una calleja desconocida por estar cerrada al paso desde hace al menos dos siglos llamada Girol, sirven de medianera en la parte posterior de las casas que con ella lindan. Además, en la casa que hace esquina con calle Larga, nació  en el año 1840, una de las más grandes glorias de la escena española de todos los tiempos, Antonio Vico y Pintos.

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