El resto de hortalizas de la zona paga la difamación alemana

La 'crisis del pepino' está provocando graves perjuicios a la provincia en lo que se refiere a las ventas de otras verduras y hortalizas que no son precisamente ésta. Como consecuencia de este lamentable asunto dichos productos de las huertas y explotaciones andaluzas han dejado de ser demandadas por la países del centro y el norte europeo. Miguel Pérez, secretario provincial de COAG, aseguró ayer a este medio que si la producción de pepinos fuera directamente a la basura, es decir, no se comercializara ni un kilo de ellos, las pérdidas no serían especialmente elevadas ya que "si tan sólo se tuvieran en cuenta los costes de producción estaríamos hablando de 1,8 millones de pérdidas". Se trata de una cantidad pequeña, de una especie de minúscula punta del iceberg pues donde los daños se están concentrando es en el resto de hortalizas, tales como los tomates, pimientos, puerros, calabacines.

"El importador extranjero -destacó Miguel Pérez- está rechazando el pedido. Hoy (por ayer) tan sólo ha habido subasta en Conil. En la Costa Noroeste será mañana (por hoy). Así, se han rechazado pedidos de remolacha roja y puerros, todo porque se ha cuestionado la calidad de dichos productos españoles". Uno de los hechos más destacables de los últimos días fue que el calabacín "ni siquiera adquirió precio, es decir, nadie pujó por él, nadie lo demandó y ni siquiera llegó a tener una tasación. Eso ha sido lo más 'grande' que nos ha pasado en los últimos días".

Una de las preguntas claves de toda esta 'crisis del pepino' hace referencia a las pérdidas que se han podido acumular en la provincia. Para COAG, "los daños son difíciles de cuantificar pues van variando día a día". Pese a todo, los problemas hubieran sido mucho más importantes en caso de que, en vez de el pepino, se hubiera echado por tierra de forma gratuita la calidad de otras hortalizas como, por ejemplo, los tomates. "Del pepino -apunta el secretario provincial de COAG- se puede decir que supone un porcentaje mínimo de la producción hortícola. Sin calcular precios de venta al público, teniendo tan sólo en cuenta los de producción, hablaríamos de las ya referidas pérdidas de 1,8 millones, pero hay que dejar claro que este producto es el que menos daño está haciendo. Aún nos queda por ver el daño que se ha hecho a hortalizas tales como pimiento, tomate, puerros, o calabacín. Ahí está realmente lo gordo del asunto y, además, en plena crisis".

La única subasta hortofrutícola que ayer se llevó a cabo en la provincia fue la de Conil. Afortunadamente, ésta se desarrolló de una forma que Miguel Pérez calificó como "razonablemente estable". No hay que olvidar que "la subasta de Conil tiene clientes que son nacionales al 100%. Los productos que aquí se subastan no salen a la exportación sino que son consumidos en el país. Es reseñable que el sello Conil es muy demandado". En lo que refiere a los precios, "estos se mantuvieron estables" resistiendo los embates de la 'crisis del pepino'.