Hay otros salones de vino, pero ninguno como Vinoble

La organización invita a disfrutar de una cita única, que no renuncia a sus principios

Hay otros salones de vino, pero ninguno como Vinoble
Hay otros salones de vino, pero ninguno como Vinoble
A. Espejo

31 de mayo 2010 - 07:01

Minutos después de las once de la mañana, el comisario de Vinoble, Pancho Campo, el presidente de la Real Academia Española de Gastronomía, Rafael Ansón, y la alcaldesa, Pilar Sánchez, inauguraban oficialmente en el Patio de Armas del conjunto monumental de El Alcázar la séptima edición de Vinoble, cita que a los ojos de la organización, y aún antes de arrancar, ya había superado con creces los logros de las anteriores convocatorias.

Dentro del Salón se respiraba cierta calma chicha, bajo un sol de justicia, que marcó tanto el acto protocolario de la inauguración como los primeros compases en los stands de los expositores, a los que profesionales y visitantes se acercaban tímidamente, como el que no quiere la cosa, para coger el pulso a una cita que, salvo el cambio de organización, mantiene intacta su columna vertebral.

Mientras los responsables de la organización técnica y ejecutiva ensalzaban las bondades de la cita, que según señalaron el comisario y la alcaldesa, presta especial atención este año a la parcela comercial y a la gastronomía, algunos de los asistentes a la inauguración oficial que ya habían puesto nombre y apellidos a todos los expositores cuchicheaban en pequeños corros que están todos los imprescindibles, pero con cuentagotas. Es decir, son todos los que están, pero no están todos los que son, pues la organización ha prestado más atención a las catas y presentaciones que a los expositores, y a muchos de los invitados a la presentación les bastó con dar una vuelta de reconocimiento al recinto para percatarse de este detalle, que corrió de boca en boca durante la inauguración.

Encima del estrado, Pancho Campo, el nuevo comisario, destaca no obstante que pese a la difícil situación económica, la séptima edición de Vinoble ha logrado reunir a 65 expositores, 165 bodegas y más de 25 regiones productoras de todo el mundo, en lo que calificó de la edición más internacional del Salón –lo que desató nuevos comentarios bajo cuerda de los asistentes– y la más comercial, ya que la organización ha reforzado la presencia de compradores de vinos para que los expositores tengan mayores oportunidades de negocio.

La alcaldesa, que cerró el turno de intervenciones, insistió en este reto, al que según expuso durante la inauguración, se unen otros dos objetivos básicos: el de preservar a calidad y la exclusividad del Salón “por encima de todo” y el de mejorar la faceta gastronómica.

La implicación de la Real Academia Española de Gastronomía redunda en este último objetivo, pero sin perder de vista, explicó el presidente de la institución, Rafael Ansón, dos aspectos esenciales: que el vino es saludable y que se debe consumir con moderación. “No se puede comer bien sin vino, y el mérito de Vinoble es que los vinos más espectaculares, los más especiales, también combinan con la gastronomía, y lo vamos a demostrar”, dijo Ansón.

Por encima de todo, el comisario, la alcaldesa y el experto gastronómico destacaron que lo que realmente distingue a esta cita de las del resto del calendario es el escenario de El Alcázar, que en palabras de Campo, “es lo que lo hace el Salón más especial del mundo”. Por eso, “Vinoble hay que vivirlo”.

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