Conflicto en el transporte público

Los usuarios esperan el autobús hasta dos horas debido a la huelga

  • Los servicios mínimos dejan un vehículo por línea y una frecuencia de hasta los 115 minutos · La plantilla pregunta por los seis Volvo que se incorporaron a la flota urbana y que parece que ya no están en las cocheras

El inicio de la huelga de los autobuses ha pasado desapercibido para muchos, aunque en las horas puntas no han fallado los enfados entre los usuarios. Teniendo en cuenta las altas temperaturas que se registraron ayer y que en el mes de agosto son menos los jerezanos los que se quedan en la ciudad, lo cierto es que la protesta de los trabajadores de Urbanos Amarillos ha comenzado con tranquilidad y sin grandes aglomeraciones. Aunque no hubo importantes incidentes, lo que sí sorprendió a la plantilla de la concesionaria fue la llamativa 'ausencia' de los seis vehículos Volvo -blancos y azules y cuyo costo superó los 200.000 euros por unidad- que recientemente se incorporaron a la flota. Fuentes del comité señalaron que durante la madrugada del pasado sábado fue cuando la empresa sacó los coches del garaje ubicado en El Portal para trasladarlos, supuestamente, a Dos Hermanas. "Parece ser que un guarda informó al inspector de servicio, que entró a las seis de la mañana del sábado, de que se habían llevado los coches cuando los trabajadores de mantenimiento terminaron su turno sobre las cuatro de la madrugada. No podemos asegurar dónde están ahora, creemos que en Dos Hermanas, pero lo que sí podemos confirmar es que en las cocheras de Jerez no están", informó ayer el secretario del comité, Juan González.

La plantilla de Urbanos Amarillos cumplió así con la convocatoria que persigue reivindicar el pago de las tres nóminas pendientes y el cumplimiento del convenio, sin olvidar la deuda pendiente "de más de 4.000 euros" de la anterior concesionaria, Cojetusa, a cada empleado.

Volviendo a la protesta y circulando "los vehículos más viejos y en peor estado", la 'tradicional' estampa de largas colas en las marquesinas de la plaza Esteve no acompañó en esta ocasión a la huelga al estar suprimidas todas las paradas con motivo de las obras de acondicionamiento de la calle Santa María. Sin embargo, más de un usuario no conocía ayer esta remodelación en el centro y esperó sin suerte a que llegara el autobús. Aunque hay que destacar que en las marquesinas sí especifican los nuevos itinerarios y paradas provisionales de las líneas, como la de la calle Honda.

"Aquí la culpa la tienen los sinvergüenzas de la empresa y el Ayuntamiento. A los trabajadores los entiendo porque si trabajan tienen que cobrar, aunque es verdad que los salarios estipulados en su convenio son demasiados altos para los tiempos que corren", apuntó Antonio Ollate, usuario habitual del transporte urbano, quien conociendo que se iniciaba la huelga, "he tenido que coger un taxi esta mañana para venir al centro. Pero vamos, mientras que esté la huelga ya no vengo más en toda la semana". Victoria Moreno es otra usuaria de Urbanos Amarillos que se vio "muy afectada" con esta nueva huelga. "No tengo un vehículo propio y cojo muchísimo el autobús", señaló la jerezana, quien además reconoció que con esta protesta "están buscando la ruina del centro, van a echarlo a perder más de lo que ya está. Estas cosas las tendrían que pensar un poco más porque es una auténtica locura".

Durante las primeras horas de la mañana la tranquilidad fue la tónica general de la jornada. El ambiente se caldeó un poco más al mediodía, cuando los usuarios se encontraron con unos servicios mínimos con en el que tenían que esperar hasta 115 minutos para la línea 9, 110 para la 8, y 100 para la 10, al tener sólo un autobús por itinerario. "Esto es horrible, con el calor que hace no es de recibo que nos tengan aquí tanto tiempo. Me pensaré venir a comprar al centro porque no puedo estar esperando más de una hora para hacer los mandados en quince minutos en la plaza", criticó Isabel García. Y es que el mercado de abastos es uno de los enclaves comerciales que más se ve afectado con este tipo de protestas al reducir considerablemente el número de clientela.

Guadalupe Cabilla también coge el autobús casi todos los días, pero ayer tuvo que ser su hijo el que la acercara al centro para las compras. "Dicen -por los trabajadores de Urbanos Amarillos- que no les pagan y que por eso han convocado la huelga. Yo tengo a mi hijo parado, pero si estuviera trabajando no me gustaría que no le pagaran su sueldo, así que por ese lado entiendo que protesten. Pero sin dudas, esto me afecta muchísimo y un taxi no voy a coger", reconoció la usuaria. En la misma línea declaró Francisco Gómez, quien apuntó que "la huelga me parte por la mitad, como a todo el mundo. Voy a intentar no venir al centro durante la protesta". Gómez solicitó que los responsables de esta situación reflexionaran para "arreglarlo de otra forma que no perjudique tanto a los usuarios. Esto va a dejar el centro solitario, pero es cierto que estos empleados no pueden estar trabajando sin cobrar. Eso no se puede permitir".

Parece que las únicas reacciones que se produjeron ayer por la huelga fueron las de los usuarios, porque según informó el comité de empresa, Urbanos Amarillos no ha movido aún ficha para desconvocar la protesta y restablecer el servicio. "No tenemos ninguna novedad de la empresa, no dan señales de vida. Tanto, que cuando nos hemos acercado a las oficinas no nos han dado ni los buenos días, como si no existiéramos", denunció el presidente del comité, José María Romero. El represente de los trabajadores remarcó que desde que llegó Urbanos Amarillos a la ciudad -lleva nueve meses, pero sólo tres con la concesión definitiva- la actitud que ha tenido la dirección "ha sido de despreocupación total por el servicio y esto ya es el remate. Están demostrando que no tienen ningún interés por el transporte público y que esas mejoras que se prometieron se quedaron en eso, en promesas. Ahora más que nunca se ve claramente que los trabajadores teníamos razón cuando denunciábamos que esta empresa no apostaba por la ciudad".

El punto 'positivo' del conflicto para el comité es la reacción del Ayuntamiento ante los "incumplimientos" de la concesionaria. "No están cumpliendo con muchísimas cosas y se están equivocando. Menos mal que se va a sancionar, a Urbanos Amarillos le tiene que costar dinero no cumplir con sus trabajadores, los usuarios y la ciudad", remarcó el presidente. Y es que el delegado de Recursos, Movilidad y Seguridad, Javier Durá, ha advertido que se está realizando un informe con los incumplimientos detectados que servirá para estudiar la posibilidad de determinar una sanción. Además, el Consistorio ha realizado una reinterpretación del contrato con la empresa por la que se le exige el pago de forma inmediata de tres millones de euros pendiente, demanda para la que se agotará la vía administrativa, y para la que no se descartan adoptar otras medidas.

Los trabajadores no se van a quedar de brazos cruzados durante esta huelga indefinida al contar con un calendario de movilizaciones que comienza hoy. La plantilla ha convocado una concentración en el centro, entre otras acciones de protesta que llevarán a cabo durante la semana. A la espera de un cambio de rumbo en esta huelga, los trabajadores mantienen su postura y no desconvocarán la protesta hasta que la concesionaria "cumpla el 100% del convenio y los pagos, así que esto puede durar muchísimo tiempo", aseguró Romero.

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