El vandalismo 'toma' La Cartuja

Los vecinos de la barriada La Cartuja no se explican cómo se ha podido deteriorar la zona en los últimos años. La falta de limpieza y el aumento de vandalismo son los motivos de este declive para el vecindario. De hecho, no es difícil encontrar a un residente que no critique la impunidad de los menores cuando cometen 'gamberradas'. La última ocurrió el pasado fin de semana cuando quemaron "intencionadamente" tres ciclomotores y varios coches. La presidenta de la asociación vecinal, Pepa Aguilar, señala que "ya no podemos aguantar más así, porque el vandalismo es tremendo". Y lo peor es que, según la representante, "son jóvenes de la barriada y sus amigos de otras zonas, es algo que nos duele mucho".

Los vecinos ya han sufrido varias agresiones -con partes médicos- por parte de los menores y son insultados "constantemente" por los jóvenes. "Lo que pasa es que nosotros no podemos decir y hacer nada, tanto es así, que nos han llegado a contestar que no importan lo que hagan porque no tendrán multas al ser menores", declara Aguilar. Teresa Ruiz López se levantó de un sobresalto en la madrugada porque el fuego le estaba quemando la moto y el coche. Se ha quedado sin vehículo y con la impotencia de que no se puede castigar a los que provocaron el incendio. "Mi pareja y yo nos hemos quedado sin pies y sin manos, porque necesitábamos los vehículos para nuestros trabajos. Ahora tenemos que empezar de cero de nuevo", señala Teresa.

Noelia Gallo también se ha quedado sin moto. Calcinada completamente, aún está amarrada a la señal, "como la dejaba siempre por las noches", apunta la afectada, quien declara que "hay un vandalismo increíble. Antes de que me la quemaran, intentaron llevársela hace unas semanas, pero un policía vio a los jóvenes y la dejaron tirada. Por eso siempre la encadenaba a la señal". Por su parte, la propietaria del bar Eloisa, Rosa Alcobre, recordó que tras montar los toldos de la terraza "partieron los palos de la estructura a patadas y no hay quien los 'pille'. Tiran piedras, insultan y la verdad es que a veces tengo miedo por lo que puedan hacerle al bar, porque este negocio ha supuesto una gran inversión".

Ante esta situación, los vecinos reclaman a gritos que se intensifique la vigilancia para evitar posibles altercados. "Toda la situación que estamos viviendo la conocen bien en el Ayuntamiento, porque nuestras quejas se han remitido a la oficina técnica de la zona Sur. Queremos más vigilancia policial, aunque entendemos que no podemos tener a un agente las 24 horas en la barriada, pero bueno, se podrían pasar de vez en cuando para evitar situaciones como la de este fin de semana", reclama la presidenta vecinal. Con esta denuncia pública, los residentes esperan que el Ayuntamiento "haga algo" para que la barriada "vuelva a ser la misma que hace años, un barrio tranquilo, limpio y de gente trabajadora. No queremos sentirnos amenazados por estos jóvenes".