Afectados del parque eólico El Barroso reciben “amenazas” de Capital Energy
Viñedo histórico del Marco de Jerez
Denuncian la ocupación de sus viñas tras retirar su consentimiento al sentirse engañados
La promotora ocultó que carecía de alguna autorización administrativa para lograr su permiso inicial
Los "hijos de la albariza" dicen "basta"
Viticultores afectados por el parque eólico El Barroso denuncian coacciones y amenazas por parte de Capital Energy, promotora del proyecto en construcción en la zona del viñedo histórico del Marco de Jerez, a la que acusan de ocupar sus parcelas después de haberles retirado su autorización inicial para la ejecución de las obras del parque y su evacuación dentro de sus viñas, todas ellas inscritas en la Denominación de Origen Jerez-Xéres-Sherry y Manzanilla de Sanlúcar.
Los afectados, que prefieren mantener el anonimato por miedo a represalias, se sienten engañados por Capital Energy, que pese a recibir notificación de la revocación de su consentimiento, ha accedido a las parcelas para plantear, entre otros, los accesos y ubicación de postes de la red de alta tensión para la evacuación de la energía.
Los propietarios de viñas que se han retractado de su decisión inicial relatan que, tras los primeros contactos con la empresa en 2018, firmaron su autorización, en parte por desconocimiento del alcance del proyecto sobre el viñedo protegido del Marco, en parte por las “mentiras” de los representantes de Capital Energy, que les “vendieron” que el parque y su evacuación contaban ya todas las autorizaciones administrativas preceptivas –nada más lejos de la realidad, pues el procedimiento para la declaración de la utilidad pública está aún en fase de resolución de las alegaciones presentadas por más de 50 afectados e interesados que se han personado en el mismo, y por entonces carecía de licencia municipal de obras y de aprobación al estudio de impacto ambiental–, instándoles a aceptar su oferta como mal menor a fin de evitar la expropiación, cuyo justiprecio siempre sería inferior a la compensación económica ofrecida por la empresa.
Según la versión de los afectados, en las últimas semanas han intercambiado burofaxes en los que Capital Energy comunica el inicio de los trabajos y los viticultores informan de la anulación de su autorización, a la que la compañía ha hecho caso omiso al acceder a las fincas, lo que ha provocado más de un enfrentamiento ante la negativa inicial de los trabajadores que ejecutan los trabajos a abandonar las parcelas.
Propietarios de viñas localizadas en Añina y Balbaína coinciden en sus relatos, en los que critican lo que consideran “prácticas cuasi-mafiosas” por parte de la empresa, que actúa por el “ordeno y mando sin respetar la propiedad privada”, y sin dar oportunidad a esclarecer si los afectados están en su derecho de dar marcha atrás en su decisión inicial al no cumplirse lo acordado.
Aunque los trabajadores accedieron finalmente a regañadientes a abandonar las parcelas, en las que llegaron incluso a marcar con pintura fluorescente y estacas la superficie afectada, donde se arrancarían las cepas para facilitar el acceso e instalación de los postes, advirtieron a los viticultores que volverán acompañados de la Guardia Civil y notario para levantar acta.
Los titulares de estos viñedos denuncian igualmente, y así lo han puesto en conocimiento de las fuerzas de seguridad para que quede constancia, que han recibido llamadas “en tono de amenaza” de Capital Energy, alertándoles de que se enfrentan al pago de cuantiosas indemnizaciones por daños y perjuicios en caso de seguir oponiendo resistencia a facilitar el desarrollo de los trabajos en el interior de sus parcelas.
En el caso de la viña afectada en el pago de Balbaína, se da la circunstancia, además, de que la finca es titularidad de tres hermanos y sólo uno de ellos, que también está recibiendo coacciones por parte de la empresa que le acusa de un supuesto fraude, dio su autorización, por lo que carece de validez ya que se requiere la firma de todos los propietarios de la comunidad de bienes.
El viticultor de Añina, por su parte, denuncia que la empresa ni siquiera le ha facilitado los planes de actuación, es más, asegura que por el planteamiento de las estacas clavadas sobre el terreno sin su permiso, difiere de lo que la empresa le comunicó verbalmente cuando dio el consentimiento inicial a la instalación de un poste eléctrico de pequeñas dimensiones que, sin embargo, supondría el arranque de siete metros cuadrados de viñedo, al margen de la superficie que se vería afectada para el acceso de la maquinaria y el material.
Este viticultor ha devuelto el dinero de la compensación que Capital Energy, después de anunciarles su decisión de dar marcha atrás, ingresó en su cuenta bancaria, de la que por cierto desconoce cómo tienen el número que no les llegó a facilitar.
El copropietario de la viña familiar de Añina, por su parte, recibió notificación del depósito de su compensación ante notario, que tampoco ha retirado ni tiene la más mínima intención de hacerlo, ya que también informó previamente a la empresa la revocación de su consentimiento.
El titular de otra viña, en este caso en Cerro Pelado, donde se ubica el parque eólico El Barroso, afectado por una servidumbre de vuelo de las palas de uno de los aerogeneradores, también libró su particular batalla con Capital Energy para que se modificara la ubicación del mismo, que finalmente se ha hecho efectiva, pero “no porque me opusiera, sino por un cambio en el proyecto por otros motivos”.
Este afectado señala que los aerogeneradores que se quieren instalar superan con creces las dimensiones inicialmente previstas, ya que de los 120 metros de los postes se ha pasado a 150 metros, que con las palas alcanzarán los 200 metros que los convertirá en los puntos más altos de Jerez, visibles a muchos kilómetros de distancia.
Otro propietario de viña, también en Cerro Pelado y que no figuraba en la relación de afectados por el proyecto, recibió la llamada de la empresa que le ofrecía una compensación irrisoria por rebañarle una esquina de su viñedo, que luego podría replantar, para facilitar el acceso al parque eólico de la maquinaria y equipos. Pese a que declinó la oferta, la empresa ha decidido por su cuenta y riesgo comerse una pequeña esquina de su parcela para ensanchar el camino de acceso a la parcela en la que se construye el parque.
Este afectado, para colmo, reside fuera de Jerez y ha tenido que recurrir a su yerno para que asiduamente se acerque a la propiedad a comprobar que no han causado más destrozos en el viñedo, incertidumbre que atenaza al resto de afectados, que temen que la empresa aproveche las horas en las que no hay nadie trabajando en sus viñas para “colarse” y avanzar en la ejecución del proyecto.
Entre tanto, las obras del parque eólico El Barroso, sobre cuya utilidad aún tienen que pronunciarse la Junta de Andalucía una vez resuelva las alegaciones presentadas al proyecto, siguen avanzando entre Macharnudo, Añina y ahora también Balbaína, por donde discurre la red de alta tensión para la evacuación de la energía.
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