El Rebusco
Los ‘Wild Geese’ del jerez
Bodegas
Poco a poco se empiezan a conocer más detalles de el acuerdo alcanzado entre Macallan (grupo Edrington) y Estévez tras la compra por parte de la compañía escocesa de una participación del 50% del grupo bodeguero jerezano.
La entrada de Macallan supone una importante inyección económica para Estévez y para Jerez, donde los nuevos socios proyectan construir un gran centro logístico con capacidad para el envinado de más de 80.000 botas, para el que, entre las distintas localizaciones visitadas, las antiguas instalaciones de la Azucarera de Guadalcacín, en Cañada Ancha, se adaptan a la perfección.
Fuentes de la compañía aseguran que el proyecto del futuro centro industrial está aún en fase embrionaria y sin cuantificar, por lo que es precipitado precisar si la inversión total podría acercarse a los 60 millones a los que apunta la información publicada por La Voz del Sur, en la que se habla de medio millar de puestos de trabajo que, según las mismas fuentes, es una cifra descabellada.
El proyecto generará empleo, decenas de puestos de trabajo, pero 500 es una barbaridad, precisan las fuentes, que han confirmado que será una inversión muy importante, ya que de confirmarse su ubicación en la antigua azucarera, además la urbanización de unos terrenos que ocupan superficie de 235.000 metros cuadrados y la construcción de las naves bodegueras para el envinado de las botas con jerez en las que, posteriormente, envejecen los apreciados whiskies de malta de Macallan, también está previsto construir un gran centro de visitas.
La idea inicial, detallan, es que este centro de visitas sea un edificio emblemático, moderno, funcional, sostenible -aspecto este que cuidan mucho en la casa escocesa- y que sobresalga, al estilo de las construcciones bodegueras diseñadas por reconocidos arquitectos, caso de Marqués de Riscal, cuya nueva bodega es conocida como el 'Guggenheim riojano' por ser obra del canadiense, Frank O. Gehry, autor del museo del con sede Bilbao.
Edrington y Estévez barajan convocar un concurso de arquitectura para elegir el diseño que mejor de adapte a su pretensión de que el centro de visitas sea el gran escaparate de Macallan en Jerez, una segunda sede complementaria de la destilería en Escocia donde recibirían y atenderían a sus clientes para dar a conocer todo el proceso de la madera, elaboración de botas y su envinado con jerez, al que atribuyen un papel fundamental en la calidad de su producto final. Se trata, indican las fuentes consultadas por este periódico, de dar visibilidad a este ilusionante proyecto conjunto y al origen jerezano de su excepcional whisky.
La intención de los nuevos socios es concentrar el envinado de botas para Macallan en el futuro centro industrial, que no obstante llevará su tiempo, pues un proyecto de esta envergadura requiere multitud de trámites burocráticos para la obtención de las licencias previas al inicio de la construcción.
Para ello, el grupo Estévez ha mantenido los primeros contactos con el Ayuntamiento a fin de verificar que el desarrollo del proyecto no precisa ninguna modificación urbanística, ya que el Plan General contempla distintos usos en los suelos de la antigua Azucarera, entre ellos el industrial o de actividad económica, junto al de zonas verdes, equipamientos...
El terreno de la azucarera es apropiado, pero antes habría que contar con las licencias, señalan las fuentes, que apuntan a un plazo mínimo de tres o cuatro años para que el futuro centro industrial esté operativo, periodo que coincide con los contratos que tiene en vigor Macallan con otras grandes bodegas del Marco, principalmente González Byass y Williams & Humbert, para el envinado de sus botas y que el grupo escocés cumplirá.
Cabe recordar que la oenegé Madre Coraje tiene su sede nacional en parte de los terrenos de la azucarera segregados, en los que también se ubican sus huertos solidarios, actividad que no sólo se mantendría, sino que incluso se potenciaría, ya que la responsabilidad social forma parte de la filosofía de Edrington y Estévez.
Por otra parte, las mismas fuentes de la compañía han confirmado igualmente la compra de otras 130 hectáreas de viñedo, con las que la superficie total en propiedad del grupo bodeguero jerezano supera las 900 hectáreas, que vienen a representar cerca del 15% de las poco más de 7.000 hectáreas del viñedo en producción de la Denominación de Origen del jerez en la última vendimia.
Entre las parcelas adquiridas figuran 68 hectáreas de la viña ecológica más grande del Marco, ubicada en la carretera de Morabita y propiedad de un trebujenero que hizo fortuna tras emigrar a Rusia y ha decidido concentrar su actividad vitícola en Italia, donde también posee viñedo.
El resto de la superficie hasta completar las nuevas 130 hectáreas de viñedo de Estévez pertenece a la viña Crespellina, que suministraba a González Byass, en la carretera de Trebujena.
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