Blancos y en botella

Acotaciones sobre vinos

Los vinos de Albariza que nos han abierto los ojos

Compañía de Vinos del Atlántico.
Compañía de Vinos del Atlántico.

SI hubiera varias palabras para contar esto, serían, en orden, fiesta, celebración, sonrisa y el sonido de una botella cuando se abre. Su onomatopeya. Porque estas notas vienen a ser una especie de fiesta, de celebración anticipada. Incluso un suspiro de satisfacción. Es una sonrisa, un guiño pícaro y en el fondo, un descorche de vinos.

Camino de todos los vistos buenos pertinentes, va un pliego de ideas para recuperar un estilo de vinos basado en lo que ya se hacía aquí. Una ‘nueva vía’ de los vinos de Cádiz que ya podemos rozarla con los dedos, tocando la copa. Así vamos a llamarla a partir de ahora, que diría mi tocayo Beethoven. Una vía que ha encandilado a muchos aficionados y elaboradores en todas partes. Forjado por un grupo de impulsores , algunos de ellos geniales, por qué no decirlo, que viene a suponer una fuerza regeneradora de vinos que han abierto una puerta. Que abrirá muchas y no se cerrará, no. Esto ha llegado para quedarse.

¿De qué van estos vinos? Son vinos jóvenes, de cortas crianzas y poca intervención. Buscando que lo principal sea la identidad de la uva y del terruño, sin rímel ni polvos de maquillaje. Técnicamente con poca extracción, mimados unos en depósito otros en barrica, con más o menos lías, o con ninguna. Cada uno a su estilo, como cada cual le dice a su chica o chico... te quiero, de esa misma manera.

Estos vinos nos han abierto los ojos, haciendo bien las cosas y hay que cuidar un nivel de exigencia. Quizás el que no siempre se ha pedido, dicho queda. A mí me gustan los vinos estables, los que repetimos, que no pierden su novedad y romanticismo y de estos me han salido unos 30 que, de manera distinta, nos dan una misma respuesta. Y que deberían estar en todas las cartas de los restaurantes de esta provincia. No me cansaré de dar la murga.

También le vamos a poner música a estos vinos. Un disco increíble, Diamonds & Pearls, de Prince. Que encaja con esta historia. Inviertan tiempo en abrir alguno de estos vinos, ponerse el disco y encontrarla. Merece la pena. O quedamos, lo que prefieran. Hoy me siento joven y moderno, así que pinché también unos temas de Phoenix. ¿Empezamos?

Ube Miraflores Alta (Bodegas Ramiro Ibáñez)

Ramiro Ibáñez.
Ramiro Ibáñez.

Los vinos que elabora Ramiro son sencillos, reflejan el ciclo de la vid y sus avatares. En bodega se llenan de vida. Listos para ser disfrutados año tras año y con una capacidad de guarda sorprendente. Esa es la premisa que seguir, vinos con ambas capacidades. Miraflores Alta nos encandiló, y el resto de la gama (Paganilla, El Reventón, Miraflores, Carrascal, Maína y Agostado) es un aprendizaje en copa de cada rincón de Sanlúcar y su entorno. Ramiro es reconocido por distribuidores, elaboradores y aficionados como uno de los mejores enólogos de este país.

La Escribana (Bodegas Luis Pérez)

Luis Pérez.
Luis Pérez.

Los vinos que hace Willy Pérez tienen ritmo y elegancia. Solo uno sabe el vino que quiere hacer y él lo tiene claro, mucha personalidad y en esta vertiente, muy jerezana. Ritmo como Lisztomania de Phoenix, que cuando pasa un minuto te enciende, como una copa de La Escribana. Intenso y feliz, porque un vino puede ser feliz y hacernos al resto sentir igual. Se lo aseguro. A Willy le gusta mucho la música y eso se nota. El Muelle de Olaso y su espumoso El Corregidor elaborado a la champenoise están deliciosos.

La bota de Florpower 57 (Equipo Navazos)

Decía Voltaire que su objetivo era siempre observar el espíritu de los tiempos. Poder compartir vinos y conversación con Eduardo Ojeda, sin ambages y las veces que uno quiera, te permite entender mucho de lo que nos rodea. El gusto entraña saber y él lo tiene. Lo utilizó para dar luz a botas que estaban a oscuras y para entender que los vinos tranquilos de Palomino eran camino. Pincho Walk don’t Walk, porque voy por el lado de su calle.

Socaire (Bodegas Primitivo Collantes)

Primitivo Collantes.
Primitivo Collantes.

Sin Primi nada de esto que ha sucedido seria lo mismo. Igual él no es muy consciente, porque el jerezanismo y sanluquismo pesa mucho y su bodega está en Chiclana. Pero todo lo que está pasando en gran parte se debe a sus vinos. Y a su persona. Currante como pocos, humilde, abierto de mente y de corazón chiclanero. Ah, si, que yo escribo de vinos, perdonen. Socaire es un gran vino, y Matalian, Tivo, Socaire Oxidativo pues también. Imprescindibles.

De la Riva San Cayetano (Bodegas De la Riva)

El proyecto más visible internacionalmente de los aquí presentes. Un estilo de vinos que aúna ,desde la marca y etiqueta, y desde la elección de los vinos por parte de Ramiro y Willy, una combinación de historia y modernidad. Manzanillas, finos y olorosos de gran impacto junto a vinos blancos tranquilos de pagos míticos de todo el Marco. Este proyecto es el que refleja esa dualidad que tanto nos enriquece, la idiosincrasia de Sanlúcar y Jerez. Alejada de los locatetismos de unos y de otros, vivir en una región vitivinícola tan rica como ésta es un regalo. Y muchos vivimos atrapados en esa dualidad. Ellos los primeros. Ambos, créanselo. De la Riva San Cayetano puede ser el mejor vino de la lista. Puede.

Meridiano Perdido la Trinidad (Familia Gómez Beser)

Familia Gómez Beser.
Familia Gómez Beser.

Lleva Joaquín Gomez Beser muchos años elaborando vinos en todo el Marco fuera de los focos. En 2021 empezó su proyecto propio junto a sus hermanos y siempre hemos ido catando sus añadas y las nuevas incorporaciones que iba haciendo a su inventario líquido. Me han acompañado mucho y he hablado de ellos en muchos sitios. Encantado, se lo prometo. Con Meridiano Perdido la Trinidad nos muestra a todos esta nueva vía como yo quiero verla. Me parece mayúsculo y Portulano, Sobremar y Meridiano Perdido La Mendoza un absoluto acierto a la hora de pedir.

Mirabrás (Bodegas Barbadillo)

Barbadillo.
Barbadillo.

Hace poco, allá por los noventa, que andaba yo por Marbella como buen madriles, nos jartábamos a pescaito y tomábamos vino blanco de Barbadillo. Por ahí me viene la querencia y claro, cuando bebo este espectacular vino que es Mirabrás, sonrío. Un vino fresco y directo donde despunta la palomino. Una joya. As de Mirabrás, Sábalo y Patinegro son otras elaboraciones de esta bodega con una expresividad cautivante.

Atlántida (Compañía de vinos del Atlántico)

La apuesta de Alberto Orte por los vinos tranquilos está clara desde hace tiempo. Y por las variedades autóctonas de antaño. Conoce bien la viña, se trabaja con mimo y luego la elaboración lo refleja . Así se manifiestan estos dos vinos. Atlántida elaborado con vigiriega blanca y Vara y Pulgar fundamentalmente con Palomino Fino. Su buen hacer en el mercado internacional va a servir para que esta nueva realidad vaya por una vía mas rápida. Dos vinos muy talentosos, sin duda.

Las 30 del Cuadrado (Bodegas Hidalgo La Gitana)

Hidalgo La Gitana.
Hidalgo La Gitana.

Viña, viña y más viña. El Cuadrado es una estas míticas parcelas del Marco que genera vinos que se hacen allí mismo. Poco más hay que tocarlos. Se cumplen 10 años de la salida al mercado de este vino blanco de palomino, sí, diez años, ya instalado y con su nicho propio, en el catálogo de los vinos de La Gitana. Un vino con una nariz esplendida y la delicadeza del pago donde nace, Balbaina. Si pasean por allí me entenderán. Strollin.

Yema (Bodegas Fernando de Castilla)

Fernando de Castilla.
Fernando de Castilla.

La última, bueno penúltima, de las bodegas clásicas del Marco que ha apostado abiertamente por un vino tranquilo y que acaba de presentar su segunda añada es la que dirige Jan Pettersen. Como pasa con Eduardo Ojeda o Ramiro, es necesario que el elaborador tenga un buen gusto personal en los vinos en general. Y curiosidad. Eso siempre revierte en sus producciones. Jan es así, sabe de vinos y tiene muy buen gusto. Yema es un vino que devuelve a los hombres la alegría, Platón dixit.

Elisa (González Byass) y Garat (Bodegas Serdio)

González Byass.
González Byass.

Este que acaba es un ejercicio de escribir sobre vinos que hemos bebido, que diría el maestro Plá. Y de los últimos, estos dos, Elisa de González Byass, que celebro porque la fuerza tractora de la bodega más importante del Marco ayudará a que esta nueva vía sea un éxito y Garat, de Bodegas Serdio, porque es un proyecto nuevo que ha arrancado con un vino blanco en su maleta. Elaborado por Jose Maria Quirós. Casi nada.

Serdio.
Serdio.

Súmense a la fiesta. Están invitados. En su propio domicilio, como el tapicero.

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