La cola de una tormenta que el domingo azotó a Trebujena ha ocasionado graves daños en el viñedo del municipio, en el que aún siguen aflorando los efectos del pedrisco y las lluvias intensas, concentradas en apenas 20 minutos, sobre los racimos de uva, en plena fase de formación.

Técnicos de la Oficina Comarcal Agraria (OCA) de Jerez han realizado una primera inspección sobre el terreno para empezar a evaluar los daños, cuyo alcance real aún se desconoce por la dificultad para acceder a las parcelas de los pagos más afectados, los más próximos al río que concentran la inmensa mayoría de las 750 hectáreas de viñedo de Trebujena.

Los ánimos de los viticultores están por los suelos en una campaña en la que tenían depositadas muchas esperanzas por la previsible subida de precios de la uva tras tres años de vendimias cortas por la sequía, explican los responsables de las cooperativas Virgen de Palomares y Albarizas, por las que han comenzado a desfilar los socios afectados.

Uvas y palillos de racimos de viñedos de Trebujena afectados por la tormenta de pedrisco.

Por la información recabada hasta la fecha, el presidente de Virgen de Palomares, José Manuel Sánchez, estima que el pedrisco y las lluvias han dejado una profunda huella en la mitad del viñedo de Trebujena, más de 350 hectáreas que han sufrido una merma de entre el 30 y el 40% de la uva. Según Sánchez, los daños en la otra mitad son menos graves, aunque en el mejor de los casos se ha perdido por encima del 20% de la uva que había en el viñedo.

"Lo que hay afectado está perdido para la vendimia, que va a ser muy complicada porque la tormenta ha dañado granos, palos y sarmientos; es un desastre gordo", señala Sánchez, quien apunta igualmente a los problemas de plagas, en concreto por los hongos de mildiu y oidio, que se van a ver agravados por la humedad y la uva rajada",

El presidente de la cooperativa Albarizas, José Castillo, coincide en la necesidad de estar muy atentos en la recastra para retirar en la medida de lo posible la uva dañada y evitar así la propagación de enfermedades", el handicap al que se enfrentan ahora los viticultores antes de que lleguen nuevas lluvias como las anunciadas para el próximo fin de semana. 

Estado de los caminos de acceso a un viñedo de Trebujena tras la tormenta.

Castillo también se hace eco de la preocupación de los viticultores, entre ellos la veintena de socios cuyas parcelas se ubican en la zona más afectada por la tormenta, en la que cayeron más de 40 litros de agua frente a los 18 litros registrados en las viñas contadas más próximas a Jerez.

"La viña estaba sana y creciendo bien en un año de precios más altos, pero las tormentas de primavera son así y ahora hay que centrarse en la evaluación de los daños", explica Castillo, quien confía en las ayudas que puedan recabar de las administraciones públicas para paliar las pérdidas. 

Para ello, las cooperativas están en contacto con la Delegación Territorial de Agricultura y con el Ayuntamiento de Trebujena, "que se ha volcado en el problema", al tiempo que llevarán al próximo pleno del Consejo Regulador una propuesta para que se exima a los viticultores afectados del pago del canon de la uva esta campaña.