El Zoobotánico de Jerez recibe el Premio a la Conservación en España por su Proyecto Eremita

La Fundación BBVA reconoce este caso de éxito de reintroducción de una de las aves más amenazadas del mundo

El paseo por La Barca de Loba, un ibis eremita que llegó de Austria

Íñigo Sánchez y Mariano Cuadrado recogen el Premio a la Conservación de la Fundación BBVA.
Íñigo Sánchez y Mariano Cuadrado recogen el Premio a la Conservación de la Fundación BBVA.
M. Valero

24 de noviembre 2025 - 11:31

La XX edición de los Premios a la Conservación de la Biodiversidad de la Fundación BBVA ha reconocido la importante labor del Zoobotánico de Jerez por su Proyecto Eremita. El premio a la Conservación en España se le otorga “por representar un caso de éxito de reintroducción de una de las aves más amenazadas del mundo”, que ha logrado “crear una colonia reproductora” y “conectar esta nueva población con una ya preexistente en Austria, a través de sus rutas migratorias”.

La Fundación subraya que de ser un ave común en las cuencas del Danubio o el Ródano, y criar en paisajes rocosos de Alemania, España, Italia o Suiza, así como de Turquía o Siria, el ibis eremita desapareció del medio natural, con la excepción de un último reducto en Marruecos. El Centro de Conservación de la Biodiversidad Zoobotánico de Jerez-Alberto Durán "ha logrado la reintroducción de la especie en la comarca de La Janda y ha puesto las bases para la recuperación de una población migratoria entre España y Austria". Estos importantes hitos le han valido el Premio a la Conservación de la Biodiversidad en España, reconocimiento que han recogido Mariano Cuadrado e Íñigo Sánchez.

En los últimos 50 años, la población mundial del ibis eremita (un ave de color negro, pico largo curvado y un característico cráneo) ha sufrido un declive del 90%, debido a la persecución directa, los pesticidas y los cambios en el uso del suelo, convirtiendo pastizales en campos de cultivo. Esta situación hizo saltar las alarmas por parte de los organismos internacionales implicados en la conservación. En una reunión de expertos celebrada en Marruecos en el año 1999, y bajo los auspicios del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, se creó el International Advisory Group for the Northern Bald Ibis (IAGNBI). Aquel encuentro puso de manifiesto que era necesario investigar las técnicas de liberación más adecuadas con el fin de obtener poblaciones sedentarias, estables y autosuficientes de ibis eremitas en áreas potencialmente favorables para la especie.

Paralelamente, en la década de los 90, la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA, por sus siglas en inglés) puso en marcha un programa de cría ex situ, pues "se daba la paradoja de que mientras que el ibis eremita se extinguía en el medio natural, había entre 1.000 y 1.500 ejemplares en zoos de todo el continente", relata Miguel Ángel Quevedo, uno de los veterinarios que coordina el Proyecto Eremita en el Zoobotánico de Jerez. A este esfuerzo se sumó el Zoo de Jerez mediante la creación de una colonia reproductora que pudiera convertirse, llegado el momento, en el punto de partida para la reintroducción de la especie en el medio natural.

El impulso final llegó en 2003, cuando en una reunión del IAGNBI en Innsbruck se constató que el sur de España era una zona potencialmente favorable, dado que esta especie anida en acantilados costeros y de interior. En 2004, otra reunión del grupo de expertos celebrada en Madrid discutió el Plan de Acción del Ibis eremita y dio el pistoletazo de salida al Proyecto Eremita.

La institución jerezana, que durante una década había creado una colonia reproductora y genéticamente diversa en cautividad, realizó primero un estudio de impacto ambiental y a continuación puso en marcha el proceso. "Las personas que intervenían en la cría en cautividad usaban un casco con forma de ibis eremita y camiseta negra, porque así lográbamos que las crías guardasen recuerdo de ellas con ese atuendo, pero no las reconocieran cuando se lo quitaban", señala Quevedo.

"Esto era importante porque no queríamos que, una vez en libertad, las aves se fueran hacia cualquier ser humano con el que se cruzaran, pero sí que, mientras estaban disfrazadas, las siguieran para su expansión por la zona una vez que abríamos el aviario", añade. Las aves eran liberadas entre 4 y 8 meses después de su ingreso en el aviario del Retín, lo que reducía considerablemente la mortandad juvenil. Además, un buen número de ejemplares portaban radioemisores para su seguimiento en la naturaleza. A partir de 2004, el Zoo crió, liberó al medio y monitorizó unos 30 pollos al año. Este esfuerzo logró, en 2008, un hito fundamental y sin precedentes: la primera reproducción en la naturaleza de aves nacidas en cautividad.

En 2012 el proyecto entró en la siguiente fase gracias a la colaboración de la EAZA. Más de treinta zoos de Alemania, Austria, Francia, Hungría, Italia, Países Bajos, Reino Unido, República Checa y Suiza comenzaron a enviar juveniles al Proyecto Eremita. "Esto nos permitió introducir 60 pollos cada año, logrando la integración entre ejemplares del Zoo de Jerez y de Europa, señala Mariano Cuadrado, biólogo conservador y otro de los líderes del proyecto. A esta integración contribuyó la construcción en 2018 de un nuevo aviario de aclimatación y suelta en la zona de San Ambrosio, entre Vejer y Barbate. "Este aviario se encuentra justo en una de las zonas de campeo y alimentación de los ibis, por lo que, desde el primer momento, los individuos del aviario tienen contacto visual y acústico con las aves de libertad, algunas de las cuales llegan a dormir sobre la estructura del aviario", refiere Miguel Ángel Quevedo.

Desde 2014, cada año nacen entre 35 y 55 pollos en libertad, de manera de que ya hay una población sedentaria y estable. "Pensamos, lo estamos evaluando, que ya es autosuficiente, es decir, que nacen más individuos de los que mueren. Hemos dejado de introducir pollos criados en cautividad para poder confirmarlo", añade Cuadrado. El número de parejas reproductoras y de pollos nacidos en libertad se incrementa cada año, y en 2024 se registraron 32 nidos distribuidos en 3 colonias que dieron lugar a 64 nacimientos.

Migración guiada de ibis por humanos usando un ultraligero

Paralelamente al Proyecto Eremita, existía un proyecto de reintroducción del ibis eremita desarrollado por el Waldrapp Team, un grupo de expertos austriacos. El objetivo era el asentamiento de una población migradora entre Austria y la región italiana de la Toscana, para lo cual se realizaba una migración guiada por humanos usando un ultraligero hacia los cuarteles de invierno. Una vez allí, en la primavera siguiente, las aves deberían volver a su lugar de nacimiento para criar. Sin embargo, esta iniciativa sufrió diversos contratiempos, lo que impidió su desarrollo satisfactorio en los últimos años.

Sin embargo, en 2022, un ave nacida en cautividad y liberada en Austria por el Waldrapp Team (un macho de nombre Ingrid) apareció en Cártama (Málaga). Había recorrido más de 2.000 kilómetros. Así, se planteó la unión de los dos proyectos cambiando el destino de las aves (el sur de España en lugar del norte de Italia).

En agosto de 2023 se realizó la primera migración guiada desde Austria a Cádiz. Fue un largo viaje de aproximadamente 2.200 kilómetros en más de 20 etapas. Las aves llegaron a San Ambrosio en octubre de 2023. "La población de La Janda es sedentaria, pero ya hay dos ejemplares que han hecho el camino tanto de ida como de vuelta, con lo que podríamos recuperar una población migratoria. Nuestra mentalidad no es tener animales para su exhibición, sino para la conservación", señala Quevedo.

La reintroducción del ibis es, en palabras de Cuadrado, "la culminación de años de trabajo con especies ibéricas amenazadas: el lince ibérico, la espátula, el alimoche, el quebrantahuesos, la cerceta pardilla y el cernícalo primilla, entre otros". Tal y como afirma Maher Mahjoub, director del Centro de Cooperación para el Mediterráneo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, esta exitosa labor de conservación ha convertido al Zoobotánico de Jerez en "un referente internacional" en proyectos de cría de especies amenazadas.

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