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Kia acaba de iniciar la comercialización del Sportage actualizado, un SUV que crece 2,5 cm de largo -debido a sus nuevos paragolpes-, hasta los 4,54 m, y que prácticamente modifica todo el aspecto de su frontal. Incluso tiene nuevas piezas de estampación, como las aletas debido am la nueva forma de los faros. También cambian el resto de los elementos de iluminación o la parrilla, de modo que el Sportage se asemeja más a los últimos modelos lanzados por Kia.
En la zona trasera los cambios son más de matiz, ya que la forma de los pilotos no cambia, aunque sí lo hace la distribución de las funciones. Además, el parachoques también es distinto al que antes tenía y hay nuevos diseños de llantas de 17 y 19".
En cuanto a colores aparecen dos más para la carrocería -Magma Red y Wolf Grey-, en total hay siete; en tanto que se mantiene el techo negro como elemento diferencial del acabado GT line, en este caso con seis colores.
Comparados con los cambios del exterior, los del interior son mucho más sutiles. Tal es así que no se modifican las pantallas -ambas de 12,3", al menos en las versiones que hemos podido ver-, con la de la instrumentación y la del sistema de infoentretenimiento situadas bajo un mismo cristal, ahora bien, el sistema operativo sí cambia. También es nuevo el head-up display de 10" que se incorpora como equipamiento de serie en los niveles más altos.
En ese sistema de infoentretenimiento hay algunas novedades como una tienda de aplicaciones donde pueden descargarse algunas como YouTube, Disney o Netflix, además, ahora es compatible con teléfonos con protocolos Apple CarPlay y Android Auto sin necesidad de conectarlos con cable, ya que admite también la conexión inalámbrica. Otra aportación del nuevo sistema operativo es que pueden realizarse actualizaciones inalámbricas del mismo, con las dos primeras gratuitas a cargo de Kia; o que existe la posibilidad de personalizar las pantallas con distintos Display Themes.
En cuanto a materiales, desaparecen los plásticos piano black, reemplazados por otros que, según Kia, aportan más calidad percibida -lo que es seguro es que no dejan tanto rastro al pasar la mano por ellos, como sí ocurría con aquellos-. También se modifica el volante, que según las versiones tiene dos o tres radios, pero en todas se achata más por arriba o abajo o se cambian las salidas de aire y el diseño de las tapicerías.
Entre los nuevos equipamientos también aparecen una llave digital, descargable en el teléfono móvil y disponible para siete perfiles, o un asistente de cambio de carril que se incluye en algunos de los niveles de acabado.
La actualización del Sportage no supone cambios en la habitabilidad, que sigue estando en la media de su clase en algunos aspectos y por encima de ella en otros como la altura y el espacio longitudinal atrás. Mantiene la posibilidad de regular la inclinación del respaldo y un maletero muy capaz en todos los casos, pero particularmente en las versiones sin ningún tipo de electrificación: son 591 litros en las versiones que tienen motor de gasolina, 587 en las híbridas y 526 en las microhíbridas.
De hecho, la gama de motores, a la espera del híbrido enchufable -con aproximadamente 65 km de autonomía eléctrica- que llegará en cuestión de semanas, se compone de versiones de gasolina con 150 o 180 CV -en el primer caso siempre de tracción delantera y caja manual o automática, mientras que la segunda es de tracción total y sólo automática-, una Diesel de 136 CV microhibridada y por tanto con la etiqueta Eco -siempre de tracción delantera y caja manual o automática- y un full-hybrid de 239 CV -en éste el motor 1.6 de gasolina aporta 179 CV y el eléctrico 65 CV (48 kW), pudiendo elegirse entre tracción delantera o total-.
Según Kia, este último será el más demandado por los clientes, con un porcentaje muy alto de ventas respecto al resto: un 80 por ciento. No es extraño porque, al margen de las cualidades que tiene como suavidad, bajo consumo -en un recorrido con diferentes tipos de carretera, pero mucha autopista se quedó en 5,7 l/100 km, cifra semejante a la homologada-, brillante prestación, un comportamiento dinámico muy equilibrado... Tiene otras como la etiqueta Eco que codician muchos compradores y, sobre todo, un precio muy atractivo: apenas 2.200 euros más que el motor de gasolina menos potente, el de 150 CV, a igualdad de nivel de equipamiento; y es sensiblemente más asequible que el Diesel en el caso de comparar cualquier acabado.
Así las cosas, el Sportage con el motor 1.6 CRDi, el Diesel microhibridado, cuesta 42.070 euros con el acabado Drive, 44.970 con el Tech y 53.170 con el GT line, que incluye el cambio DCT en lugar del manual de las dos anteriores.
El motor de 150 CV de gasolina, también un 1.6, supone 35.820 euros con el acabado Concept, 37.670 con el Drive o 40.570 con el Tech; y si se elige la caja automática DCT los precios serían de 43.070 con el acabado Tech y 48.770 euros con el nivel GT line. Con este mismo acabado, pero ya tratándose del motor de 180 CV y tracción total, además de con el cambio automático de doble embrague, el precio es de 52.470 euros.
En cuanto a la versión HEV el precio base es de 40.570 euros con el nivel Concept, al que le siguen los 42.420 del Drive, 45.320 euros del Tech o los 51.020 del GT line, en todos los casos con tracción delantera. De optar por la total, algo que es posible con los acabados Tech y GT line, el sobrecoste es de 3.000 o 3.700 euros, en el mismo orden.
Resulta posible reducir estos precios entre 7.000 y 8.600 euros -el extremo más alto es para el HEV- si se tienen en cuenta los descuentos al cliente, plan Kia o finananciación, por ejemplo. Así la ofreta se iniciaría en 28.760 euros y culminaría en 46.380 euros, que es lo que costaría el Diesel más costoso, unos 250 eruos más que su equivalente híbrido también con el acabado GT line.
El acabado Concept ya dispone de serie de llantas de aleación, faros y pilotos LED, un sistema multimedia con pantalla de 12,3", acceso y arranque sin llave, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, además de climatizador automático; mientras que el Drive suma el ajuste lumbar para el asiento del conductor y el detector de vehículos en el ángulo muerto y el Tech añade a lo anterior las llantas de mayor tamaño, faros matriciales, cuadro de instrumentos digital de 12,3" y lunas posteriores oscurecidas.
Por su parte, el GT line completa la gama con el techo panorámico de cristal, equipo de sonido Harman Kardon, asientos delanteros calefactados y ventilados, un sistema de cámaras con múltiples vistas y portón trasero con apertura automática. Su diseño exterior también presenta diferencias gracias a paragolpes y llantas específicas.
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