El francés Fabio Quartararo llegará líder del Mundial a Jerez tras las tres primeras pruebas disputadas y su victoria en Portimao, aunque todas las miradas estuvieron centradas en Marc Márquez. El de Cervera reaparecía nueve meses después de su grave caída en Jerez y a las primeras de cambio obtuvo una séptima plaza que le hace albergar esperanzas de remontada a partir de la carrera del GP de España.

Competitivo como pocos, el ocho veces campeón del mundo ya tiene la vista fija en el objetivo jerezano: “Mi cabeza está pensando ya en Jerez, está dando vueltas en Jerez, en cómo poder gestionarlo, y también en cómo me voy a encontrar y cuánta mejoría va a haber físicamente, pues esa es ahora la mayor limitación. A partir de ahí, el paso más importante en mi vuelta ya está dado y ahora el siguiente objetivo en volver al nivel en el que lo dejamos”.

De momento, el piloto del Honda Repsol sigue al pie de la letra los consejos de los doctores: “El brazo está magullado del fin de semana, pero era un poquito lo previsto. Lunes, martes y miércoles son de descanso, porque así lo pactamos con los doctores. La progresión del estrés al hueso y al brazo tiene que ser pasito a pasito”. Y en cuanto a qué puede dar de sí en Jerez, señala que “el físico lo marcará. De momento tengo una limitación y no puedo hacer la carrera entera al cien por cien. Es ahí donde tenemos que trabajar, pero entre carrera y carrera debo respetar los descansos. Veremos. El objetivo es encontrarse mejor y estar un poco más cerca del primero, en principio no descarto nada”.

Y en cuanto a su relación con Pol Espargaró, su compañero de equipo con el que mantuvo una relación fría en el pasado, Márquez confesaba que “estamos en el mismo equipo, somos más maduros y todo eso se queda en el pasado. Ojalá haya esa tensión sana, porque querrá decir que estamos luchando los dos por victorias y por podios, pues es ahí donde se crea esa tensión. De momento, el objetivo de todos los pilotos Honda es uno, volver a llevar la marca a lo más alto”.