Los movimientos de renovaciones y fichajes en el Mundial de MotoGP son más tempranos a cada año que pasa. Yamaha no ha querido siquiera esperar al inicio de la pretemporada para anunciar la ampliación del contrato con uno de sus pilotos, el español Maverick Viñales. La firma nipona ha confirmado este martes que el de Roses seguirá vistiendo los colores del diapasón hasta 2022.

Esta renovación abre la veda y anuncia próximos movimientos. Honda lleva un tiempo negociando con Marc Márquez. El campeón español acaba su vinculación con la marca del ala dorada este año y evidentemente HRC no quiere perder al mejor piloto del mundo. "Todos los equipos de MotoGP quisieran tener a Marc en sus filas, pero lo tiene Honda y hemos de trabajar para que siga con nosotros", comentaba Alberto Puig, director deportivo de HRC, hace unos meses a la Gazzetta dello Sport. Para ello, Honda deberá suministrar al de Cervera el ambiente propicio, cosa que se ha asegurado con el fichaje de su hermano Álex, y, sobre todo, la moto perfecta.

La renovación de Viñales abre inmediatamente la incógnita en el box contiguo que ocupa Valentino Rossi. El nueve veces campeón mundial es el único que se mantiene en activo de la 'vieja' hornada y públicamente ha manifestado que "para renovar debemos ser más fuertes de lo que hemos sido este año. Si no lo somos, mejor no renovar". Si 2020 fuera el último año del italiano, Yamaha subiría a Fabio Quartararo, en el Petronas y quien más peleó carreras a Márquez en el tramo final de la temporada 2019.

En Ducati, Andrea Dovizioso y Danilo Petrucci también acaban contrato en 2020 y no sería de extrañar que la marca italiana intentase algún movimiento, especialmente con Quartararo, como ya hiciera en su momento con Rossi y Lorenzo. Johann Zarco, novedad en el Avintia Racing Ducati, estará bajo observación de la marca de Borno Panigale. 

En el resto de equipos la situación, salvo casos puntuales, es similar, con la mayoría de pilotos acabando contrato este 2020. El baile no ha hecho más que comenzar.