Las familias de los escolares del colegio de Infantil y Primaria Miguel de Cervantes de Olvera, niños que han de desplazarse andando 1,4 kilómetros, de lunes a viernes, para comer en otro colegio, se movilizan este miércoles 24. Los pequeños han de ir desde su centro hasta el colegio San José de Calasanz agarrados a una cuerda para que no se pierdan por las calles, junto a dos monitoras, para llegar hasta este comedor escolar de este pueblo de la Sierra. Y por este motivo sus progenitores piden que se instala en su colegio este comedor que eliminaría estos desplazamientos.

La Ampa El Pozuelo, del centro Miguel de Cervantes, convoca, partir de las seis de la tarde de este miércoles, una marcha andando desde el colegio Miguel de Cervantes hasta el centro San José de Calasanz para visualizar “la injusta situación que viven nuestros niños” para llegar al comedor, “con el riesgo que ello entraña” para ellos ya que pasan por calles transitadas por el tráfico. La portavoz de las familias y madre, Sandra Cabeza, explica que, hasta ahora, la Junta de Andalucía no ha dado una alternativa a esta situación, pese a los llamamientos de esta organización de que instalen este servicio en el Cervantes, y dice que los afectados no están dispuestos a que sus niños reproduzcan el próximo año estas caminatas.

“La Junta nos dice que el 19 de enero vino personal de la APAE, que es el servicio técnico que viene a petición de Delegación para ver las instalaciones con el fin de ubicar el comedor, pero no se nos dio informe ni nada y 10 días después ya estaban asignados los comedores en la Sierra. Creemos que la presencia técnica vino tarde y estamos desde septiembre alertando de lo peligroso que es que los niños recorran casi un kilómetro y medio todos los días de un colegio a otro para ir a comer”, afirma Sandra Cabeza.

La movilización prevista no sólo quiere reivindicar ante la Delegación de Educación de la Junta el tema del comedor. También los progenitores exigen a la administración autonómica más personal de apoyo ya que hay 38 niños con necesidades educativas, “que no pueden seguir otro curso con solo tres personas de apoyo y uno de audición y lenguaje, que es lo que tendrán en el año 2024-2025. Hay una clase con 24 alumnos, de los que siete tienen necesidades específicas”, añaden.

Y, además, dice la Ampa que este colegio tiene la necesidad de un enfermero escolar para atender al alumnado que tiene problemas de salud. “Hay un menor con una bolsa de colostomía, que necesita cuidados y otros con epilepsia que necesitan medicación”, concluye.