Años 80. Parte de lo que hubo

Diario De las artes

Bernardo Palomo

22 de febrero 2014 - 01:00

DENTRO de la sesión expositiva que el C.A.A.C. está llevando a cabo en torno a la esclarecedora Revista FIGURA, se ha organizado esta exposición que viene a resumir una parte importante del arte que se vio en la Sevilla de los años 80; espacio temporal donde nació y sentó las bases culturales aquella publicación tan fundamental en el despegue de una ciudad muy necesitada de buenos proyectos que estuviesen emparentados con la ansiada Modernidad.

La década de los años 80, tan controvertida en el contexto general del arte porque se asumieron cómo válidas muchas posiciones estéticas y porque gran parte de los autores ser sumaron a las modas impuestas por los gurús - equivocados o no - de un arte que resultó demasiado igual y donde casi todo era aceptado, tuvo en la capital hispalense un recorrido tan apasionante como singular. Ya se ha escrito hasta la saciedad sobre los argumentos que hicieron posible el despegue de la creación de aquella longeva tradición que se hacía agobiante. El Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla, nacido en la supuesta iglesia de San Hermenegildo - el lugar nunca ha tenido un objetivo claro y sus espacios han servido para casi todo, recinto sacro, museo, primera sede del Parlamento de Andalucía, sala de exposición, almacén municipal... - y trasladado más tarde a su sede definitiva de la antigua Cilla del Cabildo de la calle Santo Tomás, fue el centro hasta donde llegaron las obras de los artistas más importantes de aquellos años y se comenzó a fraguar la colección que surte esta muestra y que después sería la Colección cuyos fondos se encuentran, ahora, en la antigua Cartuja de Santa María de las Cuevas, después fábrica de Cerámica Pitman.

El título de esta exposición se debe a la sagacidad de Rafael Agredano que en el primer número de Figura aludía, con esta frase, a que la realidad artística estaba básicamente creada, debiendo pasar la creación por afrontar lo que ya había, proporcionándosele una mirada acertada y proponiendo, desde tales circunstancias, asuntos artísticos particulares. En realidad, estamos ante un amplio recorrido por el arte que tuvo lugar en los años 80, por aquellos artistas que marcaron los caminos de un arte que, en Sevilla, se necesitaba como tabla de salvación para salir del ahogo que producía lo que se consideraba eterno y verdadero. El Centro que dirige Juan Antonio Álvarez Reyes posee un conjunto de muy buenos realizadores sevillanos - menos de otras partes de Andalucía - que fueron los artífices de un arte que, desde lo que ya había - de ahí la frase de Agredano -dejaron constancia de su poderosa personalidad artística; algo que fue definitivo para abrir los horizontes de la plástica contemporánea en aquella Sevilla ávida de emociones.

La exposición presenta un número importantes de artistas que en los años 80 comenzaban a pisar fuerte en el panorama nacional; algunos de los cuales se encuentran presentes en la colección del C.A.A.C. gracias a exposiciones tan significativas en la historia del arte reciente sevillano como "Arte actual, Andalucía puerta de Europa" y "Ciudad invadida", realizadas en 1985 en el antiguo Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla, hoy integrado en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Artistas de la talla de Luis Gordillo, Juan Suárez, José Ramón Sierra, Gerardo Delgado o Ignacio Tovar, de tanto peso específico en la renovación plástica de Andalucía; Curro González, Pepe Espaliú, Guillermo Paneque, Rafael Agredano, José María Báez, Gonzalo Puch, Patricio Cabrera, Ricardo Cadenas, Juan Francisco Isidro, Antonio Sosa, Juan F. Lacomba, Federico Guzmán, José María Bermejo y Rafael G. Zapatero, artífices de aquella, entonces joven y poderosa realidad que, desde entonces, no tuvo vuelta de hoja. Junto a ellos, Luis Claramunt, José María Sicilia, Ferrán García Sevilla, Joœe María Larrondo, Rogelio López Cuenca, los integrantes del Colectivo Agustín Parejo School, Guillermo Pérez Villalta, Chema Cobo, Andreas Schulze, Pedro G. Romero, Nazario, Máximo Moreno, Salomé del Campo, Gloria García Lorca, Moisés Moreno y los Costus, aquellos Juan Carrero y Enrique Naya, de tanta trascendencia para un arte que quería apostar por todo lo bueno fuese lo que fuese y viniera de donde viniera.

Exposición, por tanto, para saber lo que hubo y por qué lo hubo; una lección de historia artística reciente.

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