Cultura

"La Cátedra debe volver y sobre todo centrarse en la divulgación"

Uno de los pilares importantes de la Cátedra de Flamencología de Jerez tiene claro que esta institución debe proseguir con el objetivo prefijado allá por la década de los cincuenta cuando fue constituida. En ese intento de reactivación que sus miembros comenzaron hace unas semanas, Ríos Ruiz comenta que "ahora mismo estamos en la fase de actualización de los estatutos y en poco tiempo volveremos a funcionar".

El jerezano es consciente de que "no porque el flamenco esté ahora mismo en un buen momento y de cierto nivel de difusión hay que dormirse en los laureles. Hay que estar al tanto y pendiente de que tenga mayor difusión posible".

Para él, "los trabajos de investigación y descripción de los estilos está hecho, ahora, lo fundamental para una entidad como la Cátedra de Flamencología es que se ocupe mayormente de la divulgación y sobre todo de ayudar a la gente que empieza. Esa debe ser nuestra labor para que en el futuro se vayan creando maestros".

A pesar de que la Cátedra lleva unos años aletargada, el flamencólogo jerezano asegura que dicha institución "sigue teniendo una repercusión enorme y eso lo notamos cuando salimos fuera de Jerez y vamos a algunos sitios, por eso su cometido es importantísimo".

A final de mes, Jerez será escenario del congreso sobre Juan Mojama, un artista al que se pretende rescatar del olvido. La Ríos aplaude la iniciativa. "El caso de Mojama es algo verdaderamente preciso devolverlo a la actualidad porque las nuevas generaciones no tienen la conciencia del cantaor que es. Puedo decir que fuera de Jerez, Juan Mojama tenía más importancia de la que se le daba aquí porque por ejemplo, en Madrid, Pepe el de la Matrona y Bernardo de los Lobitos, eran unos verdaderos seguidores de Mojama. Ellos lo habían escuchado en los tablaos de Madrid y allí tenía una categoría enorme".

"Yo recuerdo que Juan de la Plata y yo escuchábamos los discos de pizarra de Mojama, que son muy interesantes. A nosotros nos inculcó su obra Tío Parrilla y Vicente el Carnicero, que habían sido amigos de él y lo conocían bastante bien", agrega.

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