Concierto de año nuevo 2013

Desde hace más de sesenta años el Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena ha brindado a una serie de grandes directores la oportunidad de ilustrar sus maneras de abordar una música que simboliza la imagen de la ciudad que la vio nacer, uniéndola a esa mezcla de nostalgia y optimismo que se siente al principio de cada año nuevo. Este acontecimiento que Clemens Krauss inició en 1939 y dirigió hasta 1954 (exceptuando los años 1946 y 1947, que dirigió Josef Krips), fue continuado durante más de 25 años (de 1955 a 1979) por el también vienés Willi Boskovsky para ingresar en la década de los ochenta con la política de directores invitados, generalmente ligados a Philharmonie, donde se descubren nombres tan significativos de la dirección orquestal de la segunda mitad del siglo XX como Karajan, Maazel, Muti, Kleiber, Abbado, Mehta, Ozawa, Harnoncourt, Jansons, Prêtre o Barenboim, lista que ha servido para renovar en cada edición el lustre de una institución que remonta sus orígenes a la primavera de 1842, cuando Carl Otto Nicolai, a la sazón director de la orquesta de la Ópera de la Corte Imperial, se presentó al frente del conjunto en la Redoutensaal de Viena para ofrecer una “academia filarmónica”. A partir de entonces quedaron establecidos unos principios y reglas para la orquesta que aún hoy perduran, tales como “sólo un artista contratado por la Ópera Estatal de Viena (antigua Opera de la Corte) puede convertirse en miembro de la Orquesta Filarmónica de Viena”, “el conjunto es autónomo, tanto en el plano artístico como en el de la organización de sus finanzas”, “por principio, todas sus decisiones son tomadas de manera democrática”.

Con estos mimbres es fácil entender que el evento se haya convertido en el concierto de música clásica más famoso del mundo, retransmitido en directo a más de 80 países con una audiencia estimada en 1.000 millones de personas.

La reciente edición -cuyo registro es el motivo de este artículo- ha sido dirigida por Franz Welser-Möst quien ya lo hiciera en 2011. El director austriaco, también titular de la orquesta de la Ópera Estatal de Viena, seleccionó para la ocasión un programa interesante en el que entremezclaba obras célebres de la saga Strauss con otras menos conocidas (por ejemplo, Die Soubrette, Kuss-Walser, Aus den Bergen) salpicadas, igualmente, de amables melodías y ampliando el repertorio con obras de contemporáneos de la familia vienesa (Von Suppé, Lanner, Hellmesberger). Inevitable, asimismo, la cita a la música de Wagner (Preludio del acto III de Lohengrin) y Verdi (Música de ballet del acto III de Don Carlos) con motivo del bicentenario del nacimiento de ambos compositores que se celebra esta año 2013.

La nota humorística llegaba con fondo musical de la Fantasía sobre melodía del Carnaval de Venecia y un desangelado Welser-Möst repartiendo peluches a los miembros de la orquesta. Eso sí, hermosa coreografía de Ashley Page para la intervención del Ballet Estatal de Viena y bellas estampas de paisajes austriacos que ilustraron el intermedio.

Lo cierto es que no pierden una para vender lo suyo… Nos queda mucho que aprender. Género no nos falta.

Obras de la familia Strauss, Franz von Suppé, Joseph Hellmesberger II, Joseph Lanner, Richard Wagner y Giuseppe Verdi. Orquesta Filarmónica de Viena. Dir. : Franz Welser-Möst.Sony Classical ref. 88765411632 (2 cds) – 88765411669 (DVD).