Crítica de Cine

Insoportable y querible Aurora

Fotograma de la tragicomedia dirigida por Emilie Deleuze.

Fotograma de la tragicomedia dirigida por Emilie Deleuze. / M.G.

Adaptación de la primera novela -Nunca contenta- de la trilogía El diario de Aurora de la prolífica escritora francesa Marie Desplechin, hermana del realizador Arnaud Desplechin, que pretende introducir la mirada crítica y hasta el psicoanálisis en la literatura para adolescentes. Es decir que Aurora es francamente antipática, que no le sobra empatía en la relación con su familia (a su vez bastante atravesada también) y que promete ser una joven lo suficientemente angulosa como para considerarse inteligente y distinta a la adocenada multitud de gentes medianamente inteligentes y medianamente tontas, medianamente felices y medianamente desdichadas. Es muy apropiado que se haya escogido para dirigirla a la minoritaria y comprometida realizadora Emilie Deleuze, hija del filósofo Gilles Deleuze, que se inicia en el cine comercial de género con esta película.

El resultado es un buen retrato de la adolescencia vista con la óptica del tópico antitópico (porque a fuerza de repetirse los antitópicos se convierten en tópicos y convencionalismos) que la condena a la rabia, el cabreo, la revuelta, el enfrentamiento y la condena de casi todos los adultos. Sin que falte la ternura, afortunadamente, aunque haya que escarbar para encontrarla con ayuda de la poesía, la música, un profesor comprensivo y esa obra maestra que es La princesa de Cleves, un clásico considerado el inicio de la novela psicológica francesa, cuya presencia tal vez sea un guiño a las desafortunadas palabras despectivas que le dedicó Sarkozy considerando su enseñanza y su lectura una pérdida de tiempo, originando en Francia una oleada de protestas que incluyeron lecturas públicas de la obra.

Deleuze renuncia a sus pretensiones autoriales para ponerse al servicio del personaje, lo que equivale a decir que se pone al servicio de la jovencísima Léna Magnien, raro y prometedor proyecto de actriz que con tan pocos años tiene ya el gesto a la vez duro y atractivo de las grandes actrices dramáticas del cine francés. Ella es lo mejor de la película. Afortunadamente, porque ella es toda la película.

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