Mísia desvela sus sueños de fado, hoy, en las 'Noches de Bohemia'
La portuguesa presentará en los jardines de este enclave su nuevo trabajo 'Ruas' · Un recorrido por la Lisboa onírica y las canciones de artistas como Ian Curtis, Camarón y Chavela Vargas, entre otros
Los jardines de La Atalaya vuelven a ser hoy protagonistas en el ciclo 'Noches de Bohemia', organizado por el Ayuntamiento y patrocinado por Cajasol y Diario de Jerez. En esta ocasión será la portuguesa Mísia, a las 22:30 horas, la que se suba al escenario de este peculiar enclave, para presentar su último disco, 'Ruas'.
Después de actuar con gran éxito en Valladolid, Barcelona, Madrid y Córdoba, estos días ha viajado al Líbano, y tras su actuación en Jerez, se marcha a Francia y Alemania. Tras unas brevísimas vacaciones, iniciará una gira por América Latina (Brasil y Colombia-Medellín y Bogotá).
Así, Mísia lleva dos décadas viajando por todo el mundo, empapándose de otras culturas que luego materializa y refleja en su trabajo y en sus discos. Su último trabajo 'Ruas', calles en portugués, es un trabajo dividido en dos partes. En la primera, 'Lisboarium', Mísia sueña una Lisboa desde su imaginario, sus calles y sus poetas. Y ahora en Jerez, Mísia soñará con el público esa Lisboa en una viaje onírico por la ciudad y por sus sonoridades, no sólo la del fado, sino la de música de las ex colonias como una morna de Cabo Verde, donde también estarán presentes las marchas lisboetas.
En la segunda parte del show, 'Tourists', Mísia trae verdaderas joyas y sorpresas que están siendo objeto de grandes elogios de la prensa y fundamentalmente de sus seguidores. Canciones de aquellos intérpretes o autores que pudieron tener el destino trágico del fado y que pasadas por su filtro se vuelven temas intensos, distintos y vocalmente sublimes donde Mísia muestra la amplitud de sus registros que, quizás, en los fados no puede mostrar o desplegar en toda su dimensión. Cantará canciones de Ian Curtis (el líder de Joe Division, muerto en 1980 cuando tenía 23 años), de Dalida y de Luiggi Tenco (ambos se suicidaron, él, después de perder el Festival de San Remo y ella, quizás por el suicidio de él, aunque le sobrevivió un tiempo), Chavela Vargas, Bárbara, Camarón de la Isla, etcétera. Mísia asegura que estos "turistas son mis invitados y pertenecen a una tribu de artistas que, al igual que yo, miramos solos fijamente a los ojos del destino".
Mísia nació en Oporto, hija de un portugués burgués y de una artista española. Pasó su infancia en su ciudad natal, pero no la juventud dado que se trasladó muy joven a Barcelona donde vivían su abuela (también artista) y su madre. Conoció los cabarets del paralelo barcelonés y trabajo en sus comienzos en el emblemático 'El Molino'. Más tarde participa de la Movida madrileña. De vuelta a Portugal declara que empezó a moverse en el universo del fado en 1990 "cuando el fado no estaba de moda. Tuve el privilegio de hacer un tipo de fado para el que, en aquel momento y cuando empecé, no había público. Ese es el mayor gusto que puede tener una artista: crear un público".
Muerta la cantante de fados Amália Rodrígues, es Mísia la que abre la gran autopista del fado para que otras artistas transiten por ella. Al igual que Amália, Mísia se lleva todos los palos y tiene detractores dentro del purismo que dicen que lo que ella hace no es fado. Mísia es quizás la primer artista de su país en internacionalizar el fado y en llevarlo a los mejores escenarios del mundo. Se la considera la gran renovadora e innovadora de ese género musical. Aunque en más de una ocasión y siempre que le preguntan si ella es 'la reina del fado', Misia contesta invariablemente que no, que es en todo caso es "la anarquista del fado". En cualquier caso, es ella la que introduce en el fado a grandes escritores y la obra de extraordinarios poetas que escriben para ella y sobre todo, es una artista que posee una autoría de repertorio que muy pocos artistas tienen.
Mísia es una de las más grandes renovadoras del género. Su investigación del fado la realizó teniendo en cuenta su propia heterogeneidad y declaró en alguna ocasión que respeta mucho "la tradición, ya que la tradición en el fado ha sido siempre el cambio. El fado ha sido siempre de ciudad e intrínsecamente se renueva porque da y recibe influencias. Está muy bien que haya puristas pero también que existan personas que están más allá del género, que tienen su forma personal de interpretar. Y el fado, como el flamenco, es de todos".
Cuando el fado se generalizó en Portugal, Mísia comenzó a hacer otras cosas. Sus trabajos dieron un giro amplísimo y apareció en el mercado uno de sus grandes trabajos, 'Canto', un disco extraordinario con música de Carlos Paredes. Luego vino 'Drama Box', un disco y espectáculo donde Mísia contaba la historia de una mujer que vivía en un hotel y en el que canta músicas como el tango, el fado y el bolero.
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