Niños y flores para un cumpleaños en plaza de Mina

Alumnos del instituto Manuel de Falla, de Puerto Real, y del colegio Carmen Sedofeito, de Chiclana, celebran el 134 aniversario del nacimiento del compositor en su casa natal

Algunos de los participantes en el homenaje de ayer en la casa natal de Falla.
Tamara García / Cádiz

24 de noviembre 2010 - 05:00

El patio de la casa natal -porque tiene una casa natal en Cádiz, la ciudad con principio de alzheimer- está más concurrido de lo habitual. El pequeño rectángulo que hace de antesala a la casa natal del músico Manuel de Falla tiene en sus paredes fotografías en sepia, el color de la nostalgia, un busto del insigne gaditano y un gran cuadro que nos regala el árbol genealógico de la familia. Entre sus ramas cuelga una fecha, 23 de noviembre de 1876. El día que autor de El amor brujo viera por primera vez la luz. Un día como ayer. Su 134 cumpleaños. Con este motivo, y sólo con este motivo, las puertas de la finca de la Plaza de Mina se abren como cada año para celebrar el cumpleaños del compositor universal. Con flores, esa lúgubre tradición de la corona de flores, en fuerte contraste con la alegría y frescura que derraman los niños, invitados de honor de este aniversario.

Niños que recitan, como Silvia Madera, o que tocan música, como Yolanda Jiménez. Niños que se muestran tímidos con los medios de comunicación que acuden a esta celebración del cumpleaños de Falla pero a los que no les tiembla el pulso a la hora de interpretar sus diferentes papeles, ya sea declamando, interpretando o presentando al resto de sus compañeros. Todos los miran, profesores, delegada provincial de Cultura, director del Festival de Música, la representante de la Asociación de Amigos de la Música. Incluso Manuel de Falla desde su postura inerte, eterna, parece que escucha atento cómo la joven de primero de ESO del Instituto que lleva su nombre en Puerto Real recuerda los versos que le dedicara otro ilustre andaluz, el granadino Federico García Lorca Soneto de Homenaje a Manuel de Falla; o cómo la alumna del colegio Carmen Sedofeito, de Chiclana, acierta en la interpretación de la adaptación para flauta, escrita por Carmelo Muriel, de la Canción del Fuego Fatuo, uno de los movimientos más intensos y reconocibles de El Amor Brujo.

No titubean tampoco mientras esperan su turno perfectamente alineados en las escaleras que comunican el patio con la primera planta de la casa. Asisten, quizás algo absortos (a buen seguro aprovecharían para repasar mentalmente sus frases), a la colocación de la corona de flores, adornada con un lazo blanco y oro que rezaba Festival de Música Española, y a la elocución de las autoridades sobre el aniversario de Manuel Falla. Discursos que, en el caso de la delegada Yolanda Peinado, invitaban a los alumnos al espectáculo infantil que anoche se celebró en el Gran Teatro Falla. Una propuesta que también salió de labios del director de festival, Reynaldo Fernández, que dio paso a la presidenta de la Asociación Amigos de la Música Bahía de Cádiz y organizadora de este acto, María José Martínez, que recalcó que "los protagonistas son ellos" mirando a los alumnos.

Entonces comenzó el recital y el apunte de concierto. Muchos compañeros asomaban las cabecitas desde el portal de la casa. Otros celebraban a su manera el cumpleaños de Falla, corriendo y jugando en la misma plaza de Mina que lo vio nacer. Aprovechando el único momento en el que el ser humano es completamente libre incluso de sí mismo. Aprovechando la infancia.

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